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Villarejo: “Velásquez le contó a Garzón su triángulo de captación de recursos"

SEGUNDA ENTREGA DE LOS AUDIOS DEL EXCOMISARIO. El comisario explica a Ángel Pérez Maura que su denunciante eleva su peaje y detalla al exjuez su mecanismo de pago: su querida y su hijo.

El excomisario José Villarejo.

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El excomisario José Manuel Villarejo afirma que unas grabaciones policiales tienen aterrado a Iván Velásquez, promotor de la extradición a Guatemala de su cliente Ángel Pérez Maura, por lo que afloran. “El [Velásquez] ésta muy preocupado por alguien que habla de pasta que no se le da a él, sino a la querida. Esa información, probablemente nos vamos a hacer con ella. Esa información le tiene muy preocupado porque no sólo se habla de que está trincando pasta, sino de que se lo dan a la querida”.

Esta supuesta información es compartida por Villarejo con los hermanos Álvaro y Ángel Pérez Maura, a tenor de la grabación, y de Rafael Redondo, socio del excomisario, en la reunión de hora y media de 2017 cuya grabación desveló este lunes ESdiario. En dicho encuentro se describía la estrategia para frustrar la extradición de Ángel Pérez Maura.

Pero la bien remunerada labor del equipo de Villarejo, 7,5 millones de euros, no se limita a conseguir información sensible del promotor de la demanda de extradición contra Ángel Pérez Maura como comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.

Velásquez, de origen colombiano, tiene un largo historial de lucha como jurista y fiscal contra los excesos policiales, los grupos paramilitares y la corrupción en su país. Coordinó la investigación penal de las relaciones entre miembros del Congreso de la República y el paramilitarismo.

Logró que se condenaran a más de 50 congresistas. Y vinculó a más de 130 diputados con la red criminal de los narcopolíticos. A finales de septiembre 2013, fue designado Comisionado de la CICIG (Comisión contra la Corrupción y la Impunidad en Guatemala).

Esta entidad recibió nada menos que 167 millones de dólares de diversos donantes entre 2007 y 2018, incluidos España y el magnate Soros. Curioso presupuesto para combatir la corrupción de Guatemala.

En septiembre de 2018, meses después de que la Audiencia Nacional tumbara la extradición de Pérez Maura, fue expulsado manu militari de Guatemala acusado de fomentar el desorden. CICIG languideció hasta cerrar. En su haber, entre otros, haber puesto contra las cuerdas al expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina por presuntos sobornos precisamente vinculados al caso Pérez Maura.

Iván Velásques.

Villarejo, que pisotea el historial de Velásquez presentándolo como un conseguidor, asegura haber activado diversos poderes contra él en Colombia. Y se jacta de tener contactos con los servicios de inteligencia de dicho país.

“¿Qué hemos conseguido? Se le ha aislado respecto al mínimo apoyo que tenía en Colombia, con una asociación de fiscales que le estaban apoyando”. Casualmente, Velásquez sufrió espionajes y seguimientos ilegales por servicios de inteligencia colombianos. Los denunció ante la justicia, que le dio la razón.

En su afán de desacreditar a Velásquez ante Pérez Maura y acaso justificar los altos costes de la operación Villarejo asegura que Baltasar Garzón, quien niega toda relación con este caso, ya es conocedor de cómo hacer llegar el dinero a dicho comisionado del CICIG para aplacarlo. “Una de las queridas que tiene el Iván [Velásquez], una tal Cecilia, junto con el hijo son los que tiene el triángulo de captación de recursos para acercarse a él que es lo que le dijo al Mago [Garzón]”.

Redondo resume la dura posición negociadora de Velásquez: “Conclusión, que lo único que me proponen es que te entregues [en alusión al presente Ángel Pérez Maura] y que una vez que te hayas entregado que les cuentes lo que sea y con eso ya empezaríamos a negociar. Les dije que eso no iba a ocurrir. Comuniqué todo a eso a Pepe [Villarejo] y por eso se abre la vía de la que os estamos hablando”.

La otra vía, según desarrollan durante la entrevista, se vincula a estrellarlo contra la Audiencia Nacional de la mano de Garzón y Delgado mientras presuntamente el exjuez le torea hasta que rebaje sus pretensiones jurídicas y económicas. Los Pérez Maura no cuestionan entonces el relato de Villarejo sobre el exjuez. Ni le piden pruebas de su implicación, aunque después se han sentido engañados. Garzón y Delgado lo han refutado tajantemente.

La ventaja del excomisario es que narra una realidad que no puede ser comprobada por sus clientes. Villarejo apostilla: “La impresión que tenemos es que el tal Iván [Velásquez] quiere negociar determinadas circunstancias, no sé si económicas, a través de la querida o el hijo, o de algún otro tipo desde una posición más de ventaja de la que ahora tiene. Y para eso ha hecho este quiebro absurdo, sin ninguna base jurídica, para que en lugar de ofrecerle lo que se le ofreció, algo razonable, pedir el oro y el moro”.

Esta parte del guión de Villarejo grabado tiene dos lecturas: a nadie de los reunidos le parece mal pagar (sobornar) al denunciante, siempre que no sea mucho. Pero tampoco se ofrece prueba alguna de que el dinero supuestamente ofrecido al denunciante según Villarejo obedezca a una voluntad real de cobrarlo por Velásquez.

Sirve, eso sí, como telón de fondo para que quede claro que librar a Pérez Maura de un viaje esposado a Guatemala tiene un alto precio que, obviamente, debe salir del bolsillo del empresario.