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Villarejo: Garzón y Delgado ayudaron a parar la extradición de Pérez Maura

TERCERA ENTREGA DE LOS AUDIOS DE VILLAREJO: El policía garantizó que el exjuez les ayudaba: “se ha metido Lola (Delgado) en la reunión de la AN, y había hecho una oferta al denunciante".

José Manuel Villarejo.

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Durante la entrevista en 2017 de los hermanos Álvaro y Ángel Pérez Maura con José Manuel Villarejo y socio Rafael Redondo, uno de los empresarios, presumiblemente Ángel, amenazado por la extradición, pide detalles sobre la implicación en el caso en su favor del exjuez Baltasar Garzón y la fiscal Dolores Delgado, hoy fiscal general del Estado.

El audio de su relato, destapado por ESdiario hace una semana, aflora que Pérez Maura sólo sabe de su supuesta intervención, negada tajantemente por Garzón y Delgado, lo que le detalla Villarejo. No tiene un contraste real, directo. Debe fiarse de lo que le narra Villarejo. Y se fía.

No obstante, al cabo de casi una hora, cree llegado el momento Ángel Pérez Maura, a tenor del diálogo, de pedirle a Villarejo que se moje y dé detalles de la implicación del prestigioso y caro letrado. “¿Entonces en las reuniones de aquí, el mago le ve, está con él, le acompaña…?”

Villarejo le interrumpe: “Le ayuda. Le ayuda en las relaciones en lo que él quería. Le ayuda a tener en una lugar de tener una reunión fría a tener una reunión más razonable con lo que es la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Villarejo garantizó que Garzón les ayudaba: “se ha metido Lola (Delgado) en la reunión” de la AN, y había hecho una oferta al denunciante".

Redondo interviene para añadir un dato crucial: “No solamente eso. Es que la Lola es la que se mete en la reunión… Y la Lola es la novia de Balta (Garzón)”.

Villarejo le regaña: “Bueno, joder, es una amiga.

Redondo prosigue con la venta comercial al cliente: “La Lola es la fiscal jefe de extradiciones y yihadismo, que comimos con ella”.

Ángel Pérez Maura vuelve a interesarse: “¿El que le ha hecho la oferta que le parece poco razonable y que tu crees que está intentando mejorar su posición negociadora es Balta?”

Villarejo: “Es el Mago (Garzón), como estaba previsto. Como ya se hizo en su día”.

El cliente sigue buscando detalles del trabajo hecho por el Villarejo team: ¿El objeto de la reunión en la Audiencia Nacional es sólo eso?

Villarejo: “El objeto de la reunión de la Audiencia Nacional es para ver cómo está el tema. El (Velásquez) no había venido y quería saber qué había pasado, por qué no se había adoptado ninguna medida contra este señor (Pérez Maura), que quienes eran los abogados, un poco insinuando que cuánto había pagado por el trato especial. Entonces, obviamente le dijeron, mira aquí en España esto no funciona así. Esto se ha analizado y visto todas las cosas”.

El excomisario escenifica la sorpresa de Velásquez en su supuesta cita ante la fiscalía: “Es que es la primera vez que nos ocurre, es que esto no es normal. Nosotros pedimos unas medidas mientras estábamos pendientes”.

El excomisario desarrolla la estrategia desplegada supuestamente con la ayuda de Garzón y Delgado y que ambos niegan. “Entonces, le provocan la reunión con el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, que es nuevo.

Es una persona que se está valiendo de toda la infraestructura que tiene la Audiencia Nacional. El que está ahora es el que estaba de fiscal jefe de Madrid. Tu tema lo lleva la Audiencia Nacional. La reunión se mantiene con el fiscal jefe (de la Audiencia Nacional) y con la responsable de todo el tema de extradiciones y de yihadismo, que es esta María Dolores (Delgado), Lola, que es muy amiga mía, muy tronca, y muy amiga de Balta (…) Es cuando tienen la reunión y dice no te preocupes que te vamos a ayudar, que te vamos a ayuda, bla, bla. Claro cuando el otro se va de la reunión se queda María Dolores con el fiscal jefe y le dice mira, ni puto caso. Esto no es así. Yo confío en Javier Zaragoza. Si tomó esa decisión, yo me fio y lo habló tal y cual es porque era lo correcto”.

Según Villarejo, aunque los aludidos han negado tal encuentro, Delgado no sólo dio argumentos legales contra la extradición en dicha reunión en la Audiencia Nacional. La fiscal “amiga” apuntó que Villarejo avalaba esta posición, según la versión expuesta por el comisario.

“El tema viene de esta mano. Obviamente, me señala a mí (Villarejo). Tú sabes que esta gente jamás nos ha complicado la vida cuando nos han dicho que una cosa es seria y automáticamente no adopta ninguna medida (cancelar la libertad de Pérez Maura o extraditarlo)”.

El excomisario narra que Velázquez se puso bravo, pero fue reconducido en la supuesta cita con los fiscales: “Como el tipo estaba queriendo forzar la situación, es que voy a hacer una reclamación formal, directa y por escrito. Y le dijeron, pues hazla. Le ofrecieron el despacho del fiscal jefe. ¿Oye quieres escribir, quieres tal? ¿Traes algo ya para que nosotros lo cursemos”.

Villarejo anota que Garzón está al tanto de tal cita fiscal y tiene ya su propio diagnóstico del resultado. No detalla cómo conoce su contenido.

“La impresión que tiene el mago (Garzón), que insisto me la ha transmitido a mí por teléfono porque no le he visto porque estaba fuera, pero tengo que verlo…La impresión que no da es que como el Mago (Garzón) lo que le ha transmitido es macho aquí no tienes nada que hacer, esto es una mierda.

¿Por qué no llegas a un acuerdo, quedamos bien, y a cambio no te quedas con las manos vacías, y vamos a tener detalles etc.? La impresión que le da a él, que me va a confirmar, es que quiere dar la falsa impresión de que tiene algo sólido, fuerte y consolidado y en base a eso negociar desde una postura que, según él, era demasiado blanda”.

Mientras Garzón y Delgado refutan la veracidad del relato grabado de Villarejo, ninguno de los implicados rebate su existencia. Esto genera un choque de trenes judicial: si fue relevante investigar el papel del fiscal Ignacio Stampa en esta causa, exonerado ya de toda culpa, ¿no es crucial despejar la invocación, falsa o no, de estas ayudas y amistades vertidas por el principal imputado de Tándem sobre la hoy fiscal general del Estado y su pareja?

El uso de tales apellidos ilustres, como mínimo, le ha permitido hacer caja al excomisario. Y formula acusaciones que suelen juzgar intolerables en cualquier escenario político, jurídico o mediático.

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