Las relaciones del marido de Calviño con los fondos europeos llegan al Congreso
El Gobierno tendrá que dar explicaciones en el hemiciclo después de que ESdiario desvelase que la empresa de su marido asesora a empresas para percibir el dinero de Europa.
El Gobierno tendrá que dar explicaciones en el Congreso de los Diputados por las relaciones del marido de Nadia Calviño a la hora de que las empresas accedan a los fondos europeos. Tras la exclusiva publicada por Francisco Mercado en ESdiario, el diputado del grupo mixto, Pablo Cambronero ha registrado una cuestión en la Cámara para conocer la influencia de la vicepresidenta primera, ya que como mínimo, a su juicio, "debería retirarle la competencia de estos 3.000 millones de euros".
En concreto, hace referencia a que el marido de la vicepresidenta, Ignacio Martínez de Lara, es directivo de la empresa Beedigital, dedicada a la digitalización que, además, se ofrece como agente digitalizador adherido, tal y como ha relatado este periódico, puesto que le permite actuar como ventanilla única privada ante Asuntos Económicos: tramita la ayuda, digitaliza la empresa, y recibe la subvención como peaje, más los extras no sufragables.
Así, el diputado sostiene que "sorprende que la principal responsable de la distribución de estos fondos tenga a su marido al frente de una empresa dedicada a estos menesteres", por lo que "como mínimo es moralmente reprobable y debería provocar la retirada de esta responsabilidad".
Además, recuerda que el "bono digital recae sobre el intermediario, es decir, sobre empresas como la de marido de la vicepresidenta", por lo que quiere saber si el marido de Calviño cuenta con "información privilegiada y ventajas" a la hora de obtener dicho bono.
Junto a ello, también a instado al Gobierno a exigir el cese o la retirada de la competencia en la distribución de esos fondos a Nadia Calviño" ya que existe "un manifiesto interés personal en los mismos".
Y dicho interés radica en la labor de Ignacio Manrique de Lara que, tan solo un día después de que Calviño presentase el Kit Digital, el programa de 3.000 millones de euros de fondos europeos para promover la digitalización de pymes y autónomos, a través de un consorcio que integraba Beedigital publicitó que quería convertirse precisamente en uno de los grandes 'digitalizadores' del programa.
El dinero de la UE de este fondo digital, en realidad, recae en el intermediario, como la empresa del esposo de Calviño. “El importe de las ayudas que se concedan mediante las correspondientes resoluciones debidamente notificadas a los beneficiarios, cuyo derecho al cobro se denomina «bono digital», será de 12.000 euros para el Segmento I; 6.000 euros para el Segmento II; y de 2.000 euros para el Segmento III. Dicho «bono digital» será cedido al correspondiente agente digitalizador en pago por los servicios prestados”. Más los costes extra no subvencionables.
El embudo creado por Calviño en favor de empresas como la de su marido es nítido: “El beneficiario deberá emplear la ayuda concedida, cuyo derecho de cobro se denomina bono digital, en la contratación de una o varias soluciones de digitalización del programa (…), formalizando para ello acuerdos de prestación de soluciones de digitalización con los agentes adheridos”.
De esta manera, la vicepresidenta ha gestado la ventanilla única para conseguir tales ayudas. Pero es privada y por ella aparece la figura de su marido. Y esto resulta atractivo para cualquier pyme incluso sin saber quién está detrás, pues un experto te digitaliza y se encarga de gestionar la ayuda, gracias a lo cual obtendrá su parte del pastel. Y en el caso de Calviño, el pastel se queda en casa.