Sánchez vuelve al Congreso para 'celebrar' su victoria ante Yolanda Díaz

Pedro Sánchez ha regresado al Congreso de los Diputados. Pese a ausentarse este miércoles de la sesión de control al Gobierno, no ha querido perderse la sesión plenaria en la que se convalidará la reforma laboral, una convalidación que no contará con sus socios habituales, los que le llevaron a la Moncloa, y con los que ha negociado Yolanda Díaz obteniendo una negativa total.

Ni ERC, ni Bildu, ni PNV estarán al lado de la vicepresidenta, que se ha quedado más sola que nunca a la hora de conseguir apoyos para una reforma que ella ha defendido en el Congreso como "histórica". El bloque Frankenstein la ha abandonado, algo que se ve con satisfacción en el seno del PSOE, ya que le permite revestirse de moderado y alardear de la 'geometría variable' al colocarse más cerca de Ciudadanos, que de los independentistas, al menos por esta vez.

Además, el fracaso negociador de Díaz en esta cuestión es un motivo más de satisfacción en el PSOE, que se coló en el último minuto en la negociación con sindicatos y patronal con la intención de 'controlar' los pasos de la vicepresidenta y así, 'vender' como suyo lo que consideran el proyecto legislativo más importante del mandato.

De hecho, Díaz ha subido a la tribuna de oradores asegurando que afrontaba el proceso con "ilusión, porque estamos ante una norma decisiva, que tiene tras de sí una década de lucha" y ha interpelado a sus socios de la izquierda independentista recordando que su negativa, su pone un "aval" a la legislación laboral del PP, que a su juicio fue una reforma "unilateral que despreció y humilló al diálogo social".

Por ello, ha acrecentado su ofensiva en un intento desesperado de lograr su apoyo, y ha mostrado su "preocupación" al no lograr el respaldo que pretendía. "No he conseguido trasladar el contenido de esta ley porque solo he escuchado 'proyectos personales', 'humo', 'maquillaje', "que no cambiaba nada...", algo, que según ha dicho la "entristece".

Así, la vicepresidenta ha ido desgranando a lo largo de su intervención todos los cambios que se incluirán en la norma a la espera de una votación que se avecina de infarto. Salvo sorpresa mayúscula ninguno de los socios habituales del Gobierno respaldarán a Díaz, que verá como otros partidos más moderados del arco parlamentario darán su 'sí', aunque pese en el seno de Podemos.

De hecho, precisamente los morados no querían ni contemplar la posibilidad de que Ciudadanos se sumase a la reforma, como todo apunta que harán, junto a Más País, Compromís, Partido Regionalista de Cantabria, Nueva Canarias, Teruel Existe, Coalición Canaria, y PDeCAT, lo que permitiría, junto a PSOE y Podemos alcanzar 175 votos.

Tanto es así, que su marca en Cataluña intentó colaborar con la vicepresidenta lanzando un órdago a Pere Aragonés, amenazando con retirar su apoyo en la Generalitat si ERC no respaldaba a Díaz en la reforma laboral.

Los diputados de UPN han mostrado su discrepancia con la decisión del partido de respaldar la reforma laboral

Pero con una mayoría absoluta de 176, dependería ahora de UPN que pese a que desde la dirección del partido se confirmó el 'sí, ahora no parece tan claro. De hecho, este mismo jueves, los dos diputados de la formación, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, han mostrado públicamente su discrepancia con la decisión de su partido.

"Me cuesta mucho defender ante mis votantes una posición que no comparto", ha comentado el diputado al llegar al Congreso, horas antes de la ajustada votación sobre la convalidación o derogación de la reforma laboral pactada por los agentes sociales. Y preguntado si se plantea romper la disciplina, ha contestado reiterando lo mismo: "El partido ha dado una directriz y yo no la comparto", ha asegurado.

También ha sido crítico el otro diputado de UPN, Carlos García Adanero, quien considera que el apoyo al decreto es "un error tremendo", no tanto por el texto del decreto, sino por situar a su partido como salvavidas de Pedro Sánchez: UPN no debe apoyar a Sánchez, que es presidente con los votos de Bildu", ha dicho.

La popularidad de Yolanda Díaz se desinfla

Así, no será hasta primera hora de la tarde de este jueves cuando se conozca el resultado de una votación que si todo sigue según lo previsto, supondrá un fracaso de Yolanda Díaz. Su afán negociador se ha ido por el desagüe, mientras que Sánchez ve como la popularidad de la vicepresidenta se desinfla, y con ella, la posibilidad de que termine por convertirse en la 'lideresa' de ese frente amplio con el que insinuaba que quería llegar a las elecciones generales y restarle votos al propio PSOE.

Pero además, aunque no lo escenifiquen en público, en Podemos tampoco están especialmente tristes pues la irrupción de la plataforma 'yolandista' supondría borrar de un plumazo la marca morada en favor de un movimiento mucho más amplio. De hecho, el protagonismo de la vicepresidenta en las elecciones de Castilla y León es mínimo, casi nulo.

'Yolanda hará lo que quiera hacer' siempre han dicho los morados, pero pese al entusiasmo oficial, el varapalo que ha supuesto la falta de apoyos a la reforma laboral en el seno de la izquierda hace que su gran esperanza empiece a diluirse.