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La sombra del "pucherazo" coloca al Congreso en la peor situación desde el 23F

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, está en el foco de la polémica por no plantearse la posibilidad de que el diputado del PP enmendara el error.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet

Publicado por
Andrea Jiménez

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Lo ocurrido este jueves en el Congreso de los Diputados con la aprobación de la reforma laboral debido a un error en la votación telemática de un diputado del PP deja a la Cámara en una de las peores situaciones que ha vivido en los últimos años. La sombra del 'pucherazo' planea sobre la votación una vez que la presidenta, Meritxell Batet no ha querido hacer nada para corregir el error, lo que ha permitido al Gobierno sacar adelante una norma que no cuenta con el verdadero respaldo parlamentario.

De hecho, el diputado popular Alberto Casero se personó en la Cámara para poder emitir su voto de forma presencial tras el error informático y la presidenta no le dejó hacerlo pese a que el reglamento interno del Congreso deja claro que la Mesa puede permitirlo si así lo considera necesario.

Sin embargo, no se hizo así. Batet impidió al PP enmendar el error, dando por buena una votación que tumbaba la convalidación de la reforma laboral, una vez que los dos diputados de UPN, cuyos votos creía tener amarrados el Gobierno, rompieron la disciplina del partido y votaron en conciencia.

Tanto es así, que se juegan su permanencia en el partido. Según ha dicho el líder de UPN Javier Esparza en una entrevista en Onda Cero, lo que ha ocurrido es "inexplicable e inadmisible", por lo que van a "analizar lo que está ocurriendo. Es gravísimo, estoy tremendamente dolido más allá de lo personal porque la imagen no se ajusta a lo que es nuestro partido, a los valores y a los principios".

"Pucherazo"

Pero el esperpento que se vivió en el Congreso es mayúsculo. Tanto es así que la palabra 'pucherazo' no deja de repetirse. "A #Pucherazo Sánchez lo conoció la mayoría de los españoles cuando instaló una urna ilegal detrás de una cortina en Ferraz para engañar a sus compañeros de partido. Hoy, después de tres años de estafas, atropellos y delitos, ¿¿¿ nos sorprendemos de su #PUCHERAZO ???", ha recordado el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch en su cuenta de Twitter.

"Nuevo y gravísimo ataque socialista a la soberanía nacional. PUCHERAZO", ha sido el escueto mensaje de Santiago Abascal, líder de Vox, cuyo partido ha asegurado que recurrirá a los tribunales si es preciso, ante la actitud de Batet.

Por su parte, desde el PP la sensación es similar. La de que el PSOE ha utilizado su poder en la Cámara para sacar adelante una norma que sobre el papel no tiene suficientes apoyos, y han recordado otra situación parecida que se vivió en el Senado.

"Pensé que nunca vería una cacicada igual a la de la presidenta del Senado, Llop, anulando la votación del IVA de peluquería 2 días después de la votación Me equivoqué. Ayer hubo una cacicada mayor. Esta vez de la presidenta del Congreso, Batet. Un tongo", ha escrito Javier Maroto en su perfil en redes.

El PP ha pedido una reunión urgente de la Mesa del Congreso y ha anunciado que recurrirá ante el Constitucional lo que considera un "fraude democrático" y un atropello de las instituciones"

Por ello, a última hora de este jueves el PP ha exigido a Batet una reunión urgente de la Mesa del Congreso. En el escrito, el Grupo Popular reclama la reunión urgente para tratar por qué la Presidencia del Congreso no convocó a la Mesa del Congreso tras la solicitud de miembros de la dirección del GPP para abordar la petición del diputado Alberto Casero de "anular el voto telemático realizado por él y recibir la consiguiente autorización para votar presencialmente la derogación o convalidación" del real decreto.

En este contexto, el líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado que su partido recurrirá a la Mesa del Congreso y al Tribunal Constitucional el "fraude democrático" para "imponer la aprobación" del real decreto ley sobre la reforma laboral. Según ha recalcado, es un "atropello a las instituciones" que no se puede tolerar.

Sin embargo, desde el Gobierno prefieren mirar hacia otro lado en incluso se llegan a jactar de lo ocurrido. "Ha habido justicia divina", ha dicho el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al respecto, al destacar lo que considera "malas artes" por parte de los diputados de UPN.

Y es que, parece que eso es lo único que parece preocupar en Moncloa, que ha cargado contra ellos al reconocer que hizo a UPN "un llamamiento a la responsabilidad y al sentido de Estado" y que desde el Gobierno negocian "de buena fe" y "convencidos de que las personas" que "ejecutan" los acuerdos son "decentes".

"Lo demás es anecdótico", ha dicho Bolaños, para añadir que "los errores son semanales, siempre hay un error. Forma parte de la normalidad parlamentaria" y ha asegurado que "aceptar con deportividad las reglas del juego".

Pero lo que no dice Bolaños es que las reglas del juego están escritas, y Batet podía haber permitido al diputado del PP enmendar su error, pero prefirió no hacerlo, dando oxígeno a un Gobierno que veía como su norma estrella estaba a punto de irse por el desagüe.