La otra reforma estrella de Sánchez se tambalea tras la rebelión autonómica
La modificación del sistema de financiación autonómica es una de las cuentas pendientes para Sánchez pero muy pocos creen ya que vaya a llevarse a cabo.
La reforma de la financiación autonómica es otra de las grandes normas que Sánchez quiere llevar a cabo, pero también es una piedra en su zapato pues cada una de las comunidades, independientemente del color político intenta arrimar el ascua a su sardina para obtener un trozo más grande del pastel.
De hecho, la mayoría de comunidades autónomas se han mostrado escépticas a que la reforma del modelo de financiación autonómica pueda salir adelante durante esta legislatura, ya que consideran que, con la primera propuesta de Hacienda en base al criterio de población ajustada y dada la complejidad del asunto, este nuevo sistema no estaría listo en los dos años que quedan.
Incluso el propio Sánchez lo sabe y por ello, no incluyó en su Plan Normativo para el año 2022 la reforma del modelo de financiación autonómica, aunque el pasado 3 de diciembre el Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, remitió a las comunidades autónomas su propuesta para reformar el modelo de financiación autonómica en base al criterio de población ajustada, que era el que pedían las regiones infrafinanciadas como la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.
Una vez hecho este movimiento, el pasado lunes 31 de enero, las comunidades de régimen común y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla trasladaron a Hacienda sus alegaciones a esta propuesta, en las que mantenían sus críticas al planteamiento del Gobierno central.
El Gobierno marca el ritmo
Tras esto, las comunidades autónomas entienden que la pelota está en el tejado del Gobierno y Montero tiene que convocar cuanto antes el Consejo de Política Fiscal y Financiera para iniciar el debate entre todas las regiones, que culminaría con un proyecto de ley que tendría que ser también refrendado por la mayoría de las Cortes, lo que, a día de hoy parece más que complicado.
Pero no solo por la complejidad de sumar los apoyos en una cuestión tan espinosa, sino porque, además, ejecutivos autonómicos como los de Andalucía, Cantabria, Asturias, Castilla-La Mancha, Canarias o Murcia, entre otros, ven inviable que en los dos años que quedan de legislatura se pueda reformar finalmente el modelo de financiación autonómica.
Por ello, ya hay gobiernos, como el andaluz que han reiterado la necesidad de la creación de un fondo transitorio que aporte algo de financiación 'extra' a las comunidades que se consideran infrafinanciadas. Una medida que no es nueva, y que ya descartó Hacienda en enero, pero que a la vista de las circunstancias, consideran imprescindible.
Un "enfrentamiento" entre regiones
Aun así, fuentes del Gobierno de Murcia, una de las comunidades que pedían que primara el criterio de población ajustada, creen que la propuesta de Hacienda busca crear un "enfrentamiento artificial" para tener "una excusa" con la que volver a meter en un cajón la reforma del sistema de financiación.
Es más, consideran que el planteamiento de Hacienda "parece un primer paso destinado a precisamente hacer fracasar cualquier intento de reforma del modelo", viendo imposible que salga adelante esta legislatura, por lo que insisten en pedir un fondo de nivelación mientras se acomete esta reforma.
En parecidos términos se expresan también fuentes del Gobierno de Andalucía, al que no le gusta "ni la letra ni la música" y creen que es insuficiente la propuesta de Montero, concluyendo además que "esto es una apertura en falso del debate de reforma del sistema".
La proximidad de las elecciones hace que muchos líderes autonómicos duden que Sánchez quiera lanzarse al ruedo con un tema tan polémico
Por ello, señalan que, "a este ritmo y con tan poca iniciativa por parte del Gobierno en esta cuestión", es imposible que se apruebe en esta legislatura, recordando además que el año que viene hay comicios generales y, según dicen, el Ejecutivo central no se pondrá a pelear con las comunidades con las urnas tan cerca.
Pero no solo hay comunidades gobernadas por el PP que creen que no saldrá adelante esta reforma en lo que queda de legislatura, regiones lideradas por los socialistas tampoco creen que en estos dos años se vaya a consumar un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común.
Es el caso, por ejemplo, del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, que esta misma semana ha garantizado que "no va a haber" reforma de la financiación autónoma en lo que queda de legislatura y que el proyecto ya se abordará en la siguiente.
También desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, fuentes de la Consejería de Hacienda señalan a Europa Press que no se va a reformar el modelo de financiación esta legislatura porque "para ello tiene que haber tranquilidad política y estamos en plenos procesos electorales, por lo que no parece que sea el clima más adecuado".
Por su parte, el presidente de Asturias, Adrián Barbón, se reunió también con su homólogo de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, del PRC, y, en una rueda de prensa conjunta, señalaron que no creen que la reforma del sistema de financiación autonómica salga adelante en esta legislatura a la vista de la complejidad del asunto y de que la primera propuesta del Ministerio de Hacienda no ha satisfecho a "ninguna" comunidad.
Por todo ello, ambos ven "muy difícil", "casi imposible", según Revilla, que la reforma del sistema de financiación vaya a culminar en los dos años que queda de legislatura. "Y casi hasta me alegro porque si va a salir algo que va a encrespar a una parte de España ya tenemos bastantes temas polémicos para añadir uno más", opinaba el cántabro.
También hay algunas comunidades autónomas que, aunque no dicen explícitamente que no saldrá adelante en esta legislatura, creen que esto es algo que no depende exclusivamente de los ejecutivos regionales, sino que también implica a los partidos políticos. Es el caso, por ejemplo, de la Comunidad Valenciana, que señala que ahora depende, una parte de las CCAA, "y sobre todo de los partidos políticos", intentado alejar el problema del tejado de Sánchez.
Sin embargo, aunque no lo digan en público todos saben que, en este caso, las autonomías tienen las manos atadas y que será el propio Sánchez el que decida si quiere abrir finalmente la caja de los truenos para reformar la financiación autonómica, si de verdad tiene intención de hacerlo, y si en el caso de llevarlo a cabo no termina por utilizarlo en beneficio propio en unas elecciones.