Arrimadas se juega su último cartucho "encadenada" a Igea y a Sánchez
En Ciudadanos lo fian todo a que Tezanos por una vez tenga razón y sacar al menos escaños que podrían abrir la puerta al "pacto Frankenstein". Cero sería ir directos a la descomposición.
Ciudadanos ha puesto toda la carne en el asador en esta campaña. Quizá nunca habrían esperado que unas elecciones de Castilla y León fueran a significar tanto, sobre todo tras el fiasco sufrido en Cataluña y en Madrid, donde la formación directamente desapareció de la Asamblea. Ahora, Inés Arrimadas juega su último cartucho otra vez a todo o nada en Valladolid, y lo hace ligando su futuro al que en el pasado fue uno de sus enemigos internos, Francisco Igea.
Igea ha llevado el peso de toda la campaña en Castilla y León como el vicepresidente traicionado por el PP de Alfonso Fernández Mañueco que ahora clama por despecho. Para ello ha contado con innumerables visitas de la propia Arrimadas o de otros líderes naranjas como Begoña Villacís, con todos volcados en las redes, sabiendo lo mucho que se juegan.
Ahora Arrimadas lo fía todo al tirón que pueda tener el médico Igea y ese papel de despechado. Y, curiosamente, a que el CIS de José Félix Tezanos por una vez tenga razón, ese Tezanos y ese CIS que otras veces han despreciado y al que han pedido su dimisión.
El CIS es la encuesta que pone coloca a los naranjas, con la posibilidad incluso de alcanzar hasta 3 o 5 escaños. Por ello, con Igea a la cabeza no han dejado de mover la encuesta del CIS para levantar la moral de la tropa.
Pero si el CIS estuviera en lo cierto, Castilla y León podría asomarse a un gobierno Frankenstein con Luis Tudanca de presidente apoyado por Podemos y los pequeños partidos provinciales y de la España Vaciada.
Un escenario que pondría en una tesitura difícil a Ciudadanos al tener que elegir. ¿PP-Vox, o PSOE-Frankenstein? Por ahora, Arrimadas ha salido al rescate de Sánchez en asuntos cruciales como la reforma laboral... Y aunque ahora en campaña se miren más las diferencias, Arrimadas sigue atada por su intento de acercamiento al sanchismo.
El peor escenario para Ciudadanos, por supuesto, sería los cero escaños. La desaparición total de otra comunidad tras la catástrofe de Madrid o la irrelevancia actual en Cataluña.
Eso pondría el partido todavía más cerca de la carrera de la descomposición y muchos podrían exigir cabezas, empezando por la de la propia Arrimadas.