Los Goya “se olvidan” de la política y del “no a la guerra” con Sánchez presente

Nueva gala de los Goya sin presencia de los líderes del Partido Popular y con un baño de masas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz. Ambos fueron recibidos en Valencia en una gala cargada de simbolismo y referencias políticas. Todo, como suele ser habitual, en una ceremonia que se ha alargado casi cinco horas.

Según Moncloa, la presencia de Sánchez en la gala ha servido para “mostrar su apoyo” al cine español. En declaraciones a la prensa, el líder del Ejecutivo ha asegurado que el cine español “es mucho más que marca España… Traslada una imagen pero además es una industria nos alimenta intelectual y espiritualmente”.

Una industria que, aunque coincida con la pandemia de coronavirus, que ha hecho que muchos espectadores todavía no hayan vueltos a las salas, sigue estancada en la pérdida de ingresos constante. A ello hay que sumarle la precariedad de muchos trabajos dentro de la industria, y eso que buena parte de ella está subvencionada por el sector público.

Sobre esa precariedad se ha referido precisamente Sánchez en declaraciones a los medios, diciendo que “ahora que estamos superando la pandemia se está recuperando la industria del cine y la cultura. Hay que reivindicar su entereza y dar el apoyo de las instituciones públicas para que tenga un futuro mucho mejor de lo que hemos tenido en los dos últimos años”. Una “recuperación” del cine español muy cuestionable.

Y es que solo en 2021, el número de asistentes a las salas de toda España superó con creces la del número de asistentes en 2020, pero hay que tener en cuenta que ese año la población estuvo obligada a guardar cuarentena y aislamiento domiciliario por tres meses.

Una gala en la que hasta el propio presidente Pedro Sánchez ha reconocido que no ha visto todas las películas; ha disfrutado de 'Mediterráneo' y, "por supuesto", 'Maixabel' y tiene pendiente 'El buen patrón' y "la película de Almodóvar", es decir, 'Madres Paralelas’.

"Ahora que estomas recuperando la actividad económica es un buen momento de reivindicar la industria cultural y reconocer la entereza de sus trabajadores", ha dicho para asegurar que el compromiso de todos tiene que estar que estar presente con una industria que hace "reír, llorar y sentir". "Tenemos un gran cine”, ha apuntado.

Ni rastro del “no a la guerra”

En plenos movimientos de tropas por parte de las principales naciones del mundo entorno al conflicto entre Ucrania y Rusia, con España movilizan efectivos, cazas y fragatas “no ofensivas” en la zona, el mundo del cine español se ha “olvidado” de mencionar su “no a la guerra”.

Una bandera “antibélica” que alzaron en 2003, durante la presidencia de José María Aznar, pero que no han sacado en esta ocasión frente a Pedro Sánchez, quien ha apuntado ya que se posicionará en el diálogo sin descartar acciones militares en el marco de la OTAN. Ni una sola palabra a favor de la paz en esta gala de los Goya en Valencia.

Ni siquiera se han referido al resto de políticas económicas del Gobierno, y eso que en el acto, además de Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, también estaba el ministro de Cultura, Miquel Iceta. Ni siquiera hubo reproches o el más mínimo comentario típico hacia el Gobierno para que baje el IVA de las salas de cine. Ni tampoco para que baje los impuestos a los autónomos.

Todo lo contrario. El espectador solo pudo presenciar el silencio, las risas de los actores y directores y las actuaciones más controvertidas, en las que se pudo escuchar desafinar a media profesión y, sobre todo, mucha sonrisa entorno a una industria que baila la música de una ideología muy concreta.