La agonía de Cs: Igea se atrinchera, Rivera sentencia y Arrimadas enmudece
El nuevo tsunami electoral del partido naranja destapa el clima interno irrespirable y las contradicciones de sus líderes, con su fundador ajustando cuentas y dando la puntilla a su proyecto
Ciudadanos perdió la noche de este domingo 11 de sus 12 diputados en Castilla y León, una nueva debacle para el partido que lidera Inés Arrimadas. Horas después, en el día de la resaca y del frío análisis de los resultados se ha hecho presente de nuevo Albert Rivera y ha resonado el silencio significativo de su sucesora.
Arrimadas no salió tras el escrutinio a valorar los resultados públicamente ni tampoco lo ha hecho este lunes. No ha concedido ninguna entrevista en ningún medio para evaluar el resultado electoral y las consecuencias para su partido. Sólo un tuit en el que, por cierto, Arrimadas no hace atisbo de autocrítica pese a perder el 90% de lo escaños en la región.
“Convocaron elecciones buscando una mayoría absoluta y borrar al centro liberal español. Nada de eso ha sucedido. Nuestro proyecto resiste en Castilla y León en un escenario fragmentado y somos más necesarios que nunca en toda España. A seguir trabajando”, es el mensaje que lanzó Arrimadas, una especie de consolación por haber sacado un escaño y no perder la representación, sin tener en cuenta que se ha dejado 11 diputados por el camino. Y desde entonces, silencio.
En lugar de Arrimadas, ha ejercido de portavoz Daniel Pérez -vicesecretario del partido y diputado en Aragón- que ha considerado que “nos intentaron destruir, pero hoy hay un Cs mucho más fuerte y unido que antes”, obviando la debacle en diputados.
Rivera elogia a Ayuso como referente liberal
Quien sí ha hablado y con notable claridad, como si previera lo que iba a suceder tras la noche electoral, es el exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, apartado del mundo político pero que ha vuelto a ser noticia tras rescindir el contrato que tenía en un despacho de abogados.
Rivera ha reaparecido este fin de semana para dejar claro, en un reportaje en El Mundo, que el verdadero proyecto liberal ya no es el Ciudadanos de Arrimadas -como presume ella-, sino el proyecto de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Rivera con esto deja sentenciado a su partido.
Quien también ha hablado es el candidato y único diputado que ha quedado en Castilla y León, que pese a reconocer que los resultados “son malos”, también se aferra al escaño y al premio de consolación de, al menos, haber mantenido la representación y no quedarse a cero como en Madrid.
Eso sí, la maldita hemeroteca ya ha salido a recordarse que el propio Igea pedía responsabilidades y dimisiones cuando Ciudadanos pasó de 54 escaños a 10 en el Congreso. Ahora es él el que se encuentra en esa tesitura. Lejos de reconocer su fracaso, dimitir y regresar a su plaza de médico, el exvicepresidente naranja parece querer atrincherarse en su solitario escaño.
Igea sigue con su mensaje de crítica a los populares por adelantar las elecciones "para intentar eliminar a Cs" y por un supuesto pacto con Vox.
"El PP hará lo que más interese a sus siglas y no a los ciudadanos" o "el PP ha fracasado queriendo sacar de la vida política de Castilla y León a Cs", son las frases que ha repetido en varios programas de televisión, unido a su ofrecimiento a pactar para evitar la entrada de Vox cuando en campaña dijo que no llegaría a ningún acuerdo con el popular Alfonso Fernández Mañueco. Ahora recula y se ofrece. El problema es que su único diputado queda como muy poco relevante para posibles pactos.