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Abascal mueve ficha primero y pide a Mañueco la presidencia de las Cortes de CyL

Vox fija su posición apelando a sus resultados del 13-F y anuncia que acudirá a la ronda con el candidato a la reelección con una primera exigencia: asumir el cargo que ocupó Cs en 2019.

Abascal, junto a su candidato el 13-F, Juan García Gallardo.

Publicado por
J.R.V

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Eclipsada la actualidad nacional por el tsunami político que ha estallado en el seno del PP, Santiago Abascal mueve ficha en el laberinto postelectoral del 13-F. Así, Vox iniciará las negociaciones con el Partido Popular tras las elecciones celebradas en Castilla y León este domingo pidiendo la Presidencia de las Cortes regionales, igual que la ostentó Ciudadanos en la pasada legislatura.

Fuentes del partido liderado por Abascal han reiterado este jueves su derecho a no ser "ni más ni menos que nadie" tras haberse hecho con 13 procuradores en las Cortes de Castilla y León y un 17 por ciento del voto.

Esto, a su juicio, les da "el derecho y el deber" de formar parte del próximo Ejecutivo y hacerlo además en la misma proporción que tuvo la formación de Inés Arrimadas en la pasada legislatura, como ya han insistido durante los últimos días tanto Abascal como su candidato, Juan García-Gallardo.

Pero también quieren que esa representación se refleje en la Mesa de la Cámara regional, que debe constituirse en las próximas semanas y será el preludio para las posteriores negociaciones para la investidura.

En cualquier caso, fuentes de Vox insisten en que su entrada en el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco "no es negociable" y no temen que un bloqueo en las negociaciones pueda llevar a la repetición de las elecciones.

De hecho, su presencia en el Ejecutivo en la misma proporción en la que ha estado Ciudadanos es su única línea roja en la negociación, en la que después están abiertos a dialogar con el PP sobre sus reivindicaciones en materia de derogación de determinadas leyes que consideran ideológicas, reindustrialización, natalidad o ganadería y agricultura.

"Primeros contactos"

Durante los últimos días ya ha habido algún contacto entre dirigentes de Vox y del PP en Castilla y León, en ningún caso entre las direcciones nacionales de los partidos, y los de Abascal ven a Mañueco más prudente y proclive a un acuerdo que en Génova -a la espera de lo que suceda tras el incendio con Isabel Díaz Ayuso-, por lo que esperan que este sea posible.

Desde Vox, de hecho, reconocen asistir con sorpresa a las discrepancias internas entre los populares y llegan a calificar al partido de Casado de "jaula de grillos", a lo que se suma el escándalo citado sobre una presunta investigación a la presidenta de la Comunidad de Madrid.


Casado, Feijóo y Mañueco, en el Comité Ejecutivo del PP que ha analizado la hoja de ruta para la investidura en Castilla y León.


Estas mismas fuentes de Vox comparan la situación incluso con las negociaciones fallidas entre UPyD y Ciudadanos para una alianza, que fueron el inicio de la caída del partido de Rosa Díaz y auge de la formación liderada por Albert Rivera.

Según sus cálculos, hasta un tercio de los votantes del PP se sienten próximos a los postulados de Vox y no entenderían que se negara una negociación, pudiendo provocar un importante trasvase de voto en próximas citas electorales.

Mañueco despeja una incógnita

Mientras, Fernández Mañueco ha descartado este jueves la posibilidad de que se vaya a producir una repetición electoral y ha insistido en su apuesta por sacar adelante un Gobierno "sólido, fuerte, en solitario y para cuatro años".

Así lo ha asegurado en la rueda de prensa en la que ha detallado el calendario negociador que liderará el PP, como ganador de las elecciones autonómicas del 13 de febrero, en el que el partido autonómico llevará las riendas del diálogo con los partidos que han obtenido representación parlamentaria porque tiene "las manos libres y la mente abierta" en su premisa de que Castilla y León "es todo y está por encima de todo".

"Programa, proyecto y gobierno", ha resumido Mañueco que ha insistido en que basará la negociación en el programa de gobierno con 1.000 medidas con el que se presentó a las elecciones del pasado domingo a partir del que quiere obtener un pacto parlamentario que sustente ese gobierno "con una sola voz" formado por gente con experiencia para que sea "una piña al servicio de esta tierra".