Universitarios de la UPM lanzan un plan pionero para combatir la España Vaciada

Un grupo de estudiantes y profesores de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid vinculados con el entorno rural han ideado un concurso destinado a alumnos de instituto para incentivar el regreso de los trabajadores a sus pueblos y desarrollar su carrera profesional.

“Queremos demostrar que es posible el uso de las tecnologías, igual en el ámbito rural que en el urbano. Que no por realizar una carrera técnica se debe abandonar el pueblo y que se puede despertar la afición por las nuevas tecnologías”, asegura a ESdiario María Guijarro, estudiante de cuarto curso de Ingeniería de Telecomunicaciones y miembro de Ruralízate, el grupo de profesores y estudiantes de la UCM.

Guijarro defiende convencida que “la tecnología es igual de implantable en el medio rural que en Madrid. Queremos desterrar la idea de que por estudiar una carrera técnica tengas que vivir en una gran ciudad. Nuestra intención es presentar a Madrid como un puente y no como un destino, que exista la posibilidad de atraer a personas a los pueblos y, por supuesto, a las empresas”.

Este grupo de ha analizado que el interés en las carreras técnicas ha decaído en los últimos años y desean crear cantera. “Podemos conseguir que la gente más joven se aficione por las carreras técnicas y la mejor manera, en nuestra opinión, es que se sientan involucrados en un proyecto real”, indica Guijarro.

En qué consiste el proyecto

Este proyecto, que nace en abril de 2021, está dirigido a alumnos de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato de la rama de Ciencias. Cada equipo está formado por entre tres y cinco integrantes y tienen que desarrollar una idea tecnológica que se pueda implantar en su propio pueblo.

“Tenemos iniciativas de todo tipo: desde ganadería y agricultura hasta comercio, turismo, eficiencia energética, tercera edad, etc. Nosotros les vamos a acompañar pero no les vamos a imponer límites, solos les marcaremos los tiempos. La intención es que los equipos lleguen a hacer un prototipo de su proyecto”, asegura María Guijarro.

Los centros que más se han involucrado pertenecen a regiones tradicionalmente rurales y que más están acusando la emigración hacia las grandes capitales. “Tenemos 18 equipos en esta primera edición de 7 provincias diferentes: Teruel, Soria, Ávila, Segovia, Cuenca, Guadalajara y Toledo”.

Los equipos no están solos sino que cuentan con mentores, alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid que les ayudarán, guiarán y, aunque la mayoría de las reuniones serán telemáticas, “intentaremos visitar al menos una vez a nuestro equipo”, puntualiza Guijarro, que asimismo es mentora de uno de los equipos participantes.