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Los datos que desmontan el negocio de los "anticarne" y las mentiras de Garzón

Sale a la luz el ínfimo impacto de las macrogranjas españolas y las enormes subvenciones que reciben algunos medios por publicar noticias en las que se ataca a la ganadería

Alberto Garzón

Publicado por
J.F

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Parece parte de la prehistoria, pero la polémica de Alberto Garzón y las macrogranjas supuso un durísimo ataque a la industria ganadera española. Unas declaraciones en las que el ministro de Consumo de Izquierda Unida aseguraba que parte de la carne que exportaba España al extranjero era de mala calidad porque venía de macrogranjas.

Desde ese momento, muchos ciudadanos se preguntaron qué es una macrogranja y cómo funcionan para que supongan tal peligro. Un miedo infundado por un ministro que se supone que tenía que velar por los productos que luego comercializa España. De esta noticia salieron numerosos estudios y publicaciones en las que se demostraron cómo la carne española es de gran calidad.

Pero ahora hemos conocido los datos concretos facilitados por el propio Gobierno en el que se demuestra que, directamente, no existen las macrogranjas en determinada producción de carne. En una respuesta del diputado Pablo Cambronero, Moncloa confirma que no hay granjas de más de 10.000 cabezas (las consideradas macrogranjas) de especies bovinas y caprinas en España.

En proporción, el propio Gobierno de coalición ridiculiza a su ministro de Consumo admitiendo que solo un 0,016% de las granjas ganaderas de España tienen más de 10.000 cabezas de ganado (pasando a considerarse "macrogranjas"). Y si vamos más al detalle, con la carne de cerdo, solo hay un 0,061% de granjas en España que exploten esta especie en macrogranjas. Y en la especie ovina, menos aún: un 0,012% del total.

Pero Garzón aseguró que una gran parte de la carne que exporta España procede de macrogranjas y, por tanto, es de mala calidad. Una mentira o, como a él le gusta llamarlo ya que justificó sus argumentos diciendo que los medios habían mentido en sus informaciones, "fake news".

¿Qué hay detrás de esas declaraciones en contra de la ganadería? Subvenciones a medios y mucho dinero en juego

No es ninguna novedad que el mundo está cambiando y, con él, la forma en la que los gobiernos y las empresas se unen para lograr objetivos comunes. Y no siempre con la mejor de las intenciones. En el año 2015, los 193 estados que conforman las Naciones Unidas aprobaron lo que se conoce como “Agenda 2030”.

Unos objetivos comunes de sostenibilidad y mejora de las condiciones de vida en el planeta para que éste no colapse con el paso del tiempo. Sin embargo, no todos los países están cumpliendo estos objetivos y compromisos. De hecho, este “pacto” ha servido para que muchos países hagan negocio con empresas estratégicas de diferentes sectores, siempre en connivencia con algunos medios de comunicación, según Libre Mercado.

Entre esos sectores estratégicos, están las tecnológicas internacionales. Empresarios como Bill Gates tienen acciones en numerosas empresas que dicen ser indispensables para este cambio. Entre ellas, el multimillonario posee parte de una empresa que crea carne mediante procesos tecnológicos sin depender de animales, según recoge Libre Mercado. Es la denominada “carne sintética”. Algo en principio ecológico, aunque ataca directamente los intereses económicos del sector cárnico.

Eso sí, los países menos desarrollados podrán seguir contaminando y teniendo explotaciones ganaderas intensivas. Porque la clave está, según recoge Libre Mercado, en los países desarrollados que puedan comprar y alzar un sector “ecológico” como el mencionado. En este punto entra en juego el papel de los medios de comunicación, encargados de “convencer a la población” para que cambien sus costumbres y su tendencia como consumidores.

Como en cualquier medio, si fuese publicidad, ésta estaría diferenciada. Pero sería probablemente menos eficaz. Por eso periódicos como “The Guardian” han optado por recibir subvenciones de organizaciones presentes en el sector de la carne sintética para publicar noticias “anticarne” o entrevistas como la de Garzón cuestionando la calidad de la carne de algunas explotaciones ganaderas.

Con ello generan rechazo al consumo de carne en un sector de la población. Todo a cambio de cantidades como las ofrecidas por Open Philanthropy, una organización que dice buscar “el bienestar animal” y lograr los “objetivos de la agenda 2030”. Esta organización otorgó al periódico británico, según publica Libre Mercado, 889.000 y 900.000 dólares en dos años consecutivos, 2018 y 2019, por publicar noticias a favor de la sostenibilidad y para “apoyar el periodismo sobre la ganadería industrial y la crueldad animal”, según este portal.

Pero si vamos más allá, veremos que Open Philanthropy no es una organización apoyada solo por ciudadanos corrientes. En ella participan las élites mundiales. Personas como Cari Tuna y Dustin Mostkovitz, confundador de Facebook y Asana y la Fundación Bill y Melinda Gates, según Libre Mercado.