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La "Teodocracia": el objetivo de Feijóo tras la "trama armada" contra Ayuso

La unidad es primordial. Y ello, por doloroso que sea para algunos, entraña una dura censura a la etapa que se acaba. Se han traspasado líneas que jamás se deberían siquiera haber rozado.

Junta Directiva Nacional del PP, este martes.

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Todo el PP aguarda el paso al frente de Alberto Núñez Feijóo. Que tome el mando de Génova es el deseo de la práctica unanimidad de los casi 400 miembros de la Junta Directiva Nacional reunidos este martes en un hotel de Madrid.

La locura de las últimas semanas se reflejaba en el rostro de los dirigentes. La mayoría aún está digiriendo uno de sus trances más difíciles, pero espera que Feijóo traiga todas las respuestas preparadas para fijar el camino que deben seguir de ahora en adelante.

La unidad del partido es primordial, o el PP estará condenado. Y ello, por doloroso que sea para algunos, entraña una dura censura a la etapa de Pablo Casado. El Partido Popular ha traspasado líneas que jamás se deberían siquiera haber rozado.

De ahí que no tuviese sentido alguno la intervención de Casado. En fin, la forzó y fue su voluntad presentarse ante sus compañeros en lo que vino a ser una huida de la realidad. “Tengo que decirlo, la reacción que he tenido que sufrir es inédita en nuestra historia democrática y creo sinceramente que no la merezco ni la merecería ninguno de vosotros”. A juzgar por la contundencia de Isabel Díaz Ayuso, ya a puerta cerrada, estuvo muy lejos de resultar creíble.

Casado, este martes, ante el "tribunal" de la Junta Directiva Nacional del PP.

Las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid en defensa de su honradez y la de su familia, acompañadas de una solicitud de expulsión de quienes han buscado desacreditarla desde dentro, pone a las claras los tejemanejes ilegales con que se han comportado en Génova 13 de la mano del todavía líder del partido. “Isabel tenía todo el derecho a expresar cómo se siente”, trasladaba en privado el propio Feijóo. No hay duda.

Ojo, mafias hay en muchos lugares del PP, no sólo en el cuartel general de los genoveses. Y gran parte de ellas ya estaban incrustadas antes del casadismo, que ya es pasado.

Pedir responsabilidades a Teodoro García Egea y a sus cercanos por la trama armada contra Ayuso es un paso necesario. Lo ocurrido no se puede tapar con un acuerdo de cartón piedra. Porque en la nueva etapa los populares van a necesitar una inyección de liderazgo sensato y creíble. Han perdido mucho crédito. Ha habido una ruptura con sus electores.

Feijóo y los barones ya tienen los primeros deberes: revertir la "teodocracia".

Las obsesiones de Egea deben ser desterradas para siempre. Por supuesto. Al igual que haber convertido las siglas en una agencia de colocación de “los míos”. Hay que sepultar sin honores la llamada “Teodocracia”. Le ha hecho mucho daño al PP y ha perseguido a mandatarios que han aguantado en silencio, por lealtad a su partido, el terror de las “salas de guerra” repartidas por distintas sedes de España.

Pero, ojo, mafias hay en muchos lugares del PP no sólo en el cuartel general de los genoveses. Y gran parte de ellas ya estaban incrustadas antes del casadismo, que ya es pasado. Ahora toca cicatrizar las heridas sin tratar de ponerse de perfil tras lo ocurrido.

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