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Sánchez se pone en guardia ante Feijóo: su "PP amplio" descoloca a La Moncloa

La llegada del presidente de la Xunta a la presidencia del PP preocupa y mucho en el núcleo duro del Gobierno. El argumentario para estigmatizar al líder de la oposición ya no sirve.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.

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"Yo no vengo a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez", enfatizó este miércoles Alberto Núñez Feijóo al oficializar su paso adelante para dirigir el PP. "Si sus aliados de coalición le fallan, no se preocupe, recorreremos juntos este camino", le había espetado horas antes la líder provisional popular, Cuca Gamarra, al presidente del Gobierno en el debate sobre la guerra en Ucrania.

Expectación e inquietud. Estas son las dos palabras que en La Moncloa provoca la inminente llegada de Alberto Núñez Feijoo a la cúpula del PP y a la simbólica jefatura de la oposición, estatus que Felipe González concedió en 1982 al derrotado en las urnas Manuel Fraga. “Es un animal político experimentado y con colmillo. Un hueso duro de roer”, reconocen a ESdiario fuentes del Gobierno.

Las mismas fuentes que se afanan en destacar las “correctas y cordiales” relaciones que Sánchez mantiene con Feijóo en su calidad de presidente de la Xunta. Relaciones engrasadas en estos últimos meses por la gestión de la pandemia y las cumbres telemáticas de presidentes, en las que el jefe de la Xunta ha sido uno de los más activos junto con Isabel Díaz Ayuso y el lendakari Íñigo Urkullu.

En el entorno de Sánchez son muy conscientes de que el PP “va a cambiar” con Feijóo y, añaden, “nosotros tendremos que cambiar nuestra relación con el PP”. Por el momento, Sánchez está decidido a dar tiempo a Feijóo para su aterrizaje nacional y maneja retrasar el Debate de la Nación hasta junio o julio para evitar que Santiago Abascal aparezca como líder provisional de la oposición e, incluso, de la derecha parlamentaria.

Una escena que repetirá en abril, pero ya con Feijóo como líder del PP y jefe de la oposición.

Lo que sí pretende el líder del PSOE es meter prisa ya a Feijóo para que el nuevo PP acepte renovar el CGPJ. Se lo afeó a Casado en su despedida en el hemiciclo y le lanzó el mensaje al presidente gallego este lunes en su entrevista en TVE. Guante recogido, porque el favorito para el congreso del 2 de abril en Sevilla ya ha confirmado este jueves su disposición a llegar a esos pactos de estado con el jefe del Ejecutivo.

Por lo demás, Moncloa se prepara para unos cara a cara en el Senado mucho más exigentes para Sánchez. “Feijóo no es Maroto”, advierten a este diario fuentes del grupo parlamentario socialista.

Pero lo que más preocupa en Moncloa es el PP amplio que Feijóo ha avanzado con descentralización territorial y más protección y autonomía para sus presidentes regionales.

Porque son precisamente Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco -y el propio presidente de la Xunta-, con sus aplaudidas gestiones, la alternativa de gobierno más visible frente a la jaula de grillos de la coalición Frankenstein.

Porque además el Gobierno va a tener imposible a partir de ahora estigmatizar a los populares -como ha tratado de hacer hasta ahora- presentándolos poco menos que como unos rehenes de Vox y una “anomalía” en el centroderecha en Europa.

Sánchez ha puesto ya las pilas a sus más estrechos colaboradores en La Moncloa. Feijóo exige un nuevo plan de contingencia porque las urgencias para el PSOE aprietan ahora más que antes.

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