El miedo a un desastre nuclear enciende todas las alarmas en Europa

El mundo está en vilo después de que las autoridades de Ucrania hayan confirmado este viernes que las fuerzas rusas se han hecho con el control de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, horas después de un ataque con artillería que ha provocado un incendio en las instalaciones. El miedo a un desastre nuclear ha encendido todas las alarmas ante el peligro que entraña el ataque y los ministros de exteriores de la OTAN y de la UE ya debaten las nuevas medidas a tomar.

El titular español, José Manuel Albares, ha sido tajante. "No podemos permitir que nuestros ciudadanos vivan angustiados", tras el "inquietante asalto a una central nuclear", y ha insistido en que los gobiernos se están "adaptando a las nuevas amenazas" ya que "no tenemos que hacer nada que empeore las cosas. Es la guerra de Putin, es el único que la quiere".

Y en esa guerra, el ataque a la central nuclear más grande de Europa puede suponer un antes y un después, una vez que el ministro de Energía ucraniano, Herman Galushchenko, ha advertido de que "se está al borde de la mayor catástrofe provocada por el hombre en la historia de la humanidad" y ha agregado que "el agresor sigue dando golpes devastadores a Ucrania y no es detenido por los miles de víctimas".

"Hoy, quiere destruir el mundo. Con carros de combate y otra artillería pesada, ha disparado contra zonas cercanas a los reactores de la central de Zaporiyie, la más grande de Europa, entendiendo perfectamente las consecuencias catastróficas de estas acciones", ha denunciado a través de un comunicado publicado antes de la toma de las instalaciones.

Aunque la situación está controlada, si no se enfría el combustible nuclear de la central podría superar todos los accidentes previos en centrales nucleares, incluido el accidente de Chernóbil y el de Fukushima Daiichi

También, la Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania ha hecho hincapié en que el proceso de enfriamiento de la central "está garantizado por el diseño de los sistemas de las unidades, en línea con los requisitos de procedimiento para operaciones seguras", aunque "la pérdida de la posibilidad de enfriar el combustible nuclear llevaría a una liberación significativa de radiación al medio ambiente", ha detallado.

En esta línea, ha advertido de que "una situación así podría superar todos los accidentes previos en centrales nucleares, incluido el accidente de Chernóbil y el de Fukushima Daiichi". "Debe recordarse que, además de las seis unidades, hay una instalación de almacenamiento de combustible nuclear utilizado que, de sufrir daños por los ataques, liberaría radiación", ha zanjado.

Reunión de la OTAN y la UE

Por ello, ahora los grandes líderes mundiales están reunidos para abordar la situación y tal y como ha señalado el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, "todas las opciones están sobre la mesa", aunque todos han remarcado, al igual que Albares que "la OTAN es una organizacion defensiva para garantizar la unidad y la paz".

De esta manera, todo apunta a que de la reunión de esta mañana saldrán nuevas sanciones para Rusia, con la intención de seguir asfixiando su economía. Fuentes diplomáticas apuntan al cierre de puertos a barcos rusos o la aprobación de nuevas listas negras de oligarcas y colaboradores de Putin como las posibles próximas medidas.

Pero además, la Alianza Atlántica estudiará el despliegue de Fuerzas de Respuesta Rápida de la OTAN, unas unidades movilizadas por primera en una crisis de seguridad para redoblar la presencia de la organización militar en el flanco oriental.

A este efecto, se han desplegado ya 500 tropas francesas en Rumanía, como reacción aliada a la agresión rusa. Los efectivos franceses serán la parte central de estas unidades que se componen de hasta 40.000 tropas con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días.

Más sanciones para Rusia

Junto a ello, por la tarde tendrá lugar un Consejo de Asuntos Exteriores, que reúne a los Veintisiete, con la participación del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; y la ministras de Exteriores de Reino Unido, Liz Truss; y de Canadá, Mélanie Joly.

La idea es continuar a nivel de la UE la estrecha cooperación con la OTAN frente a la crisis y este paso llega días después de que los Veintisiete hayan acordado el envío de armas a Ucrania a través del Mecanismo Europeo de Paz, que sufragará por primera la entrega de equipamiento letal a un país en guerra.

Cisma en el Gobierno

Un envío de armas que en España ha supuesto un cisma en el seno del Gobierno, por mucho que desde el Ejecutivo lo nieguen. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha asegurado que el Consejo de Ministros extraordinario que se celebra este viernes no va a estar marcado por la tensión con los socios de Gobierno, que siguen considerando un error el envío de armas a Ucrania, y ha asegurado que el Ejecutivo "está a la altura del desafío".

"No hacer nada tendría consecuencias muchísimo peores", ha recalcado Maroto, que ha apuntado que España se encuentra en un momento de reactivación económica y que la guerra de Ucrania supone al Gobierno un "elemento más de incertidumbre" que, según ha asegurado, están gestionando "con determinación" y "pensando en el pueblo ucraniano".

Sin embargo, desde Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha insistido en que "enviar armas a Ucrania no va a parar a Putin, posiblemente sirva para alargar el conflicto o que haya una escalada bélica. Creemos que habría que poner el esfuerzo en las vías diplomáticas".

Unas vías diplomáticas que se han explorado durante semanas y que han sido dinamitadas por el propio Putin tras una invasión sin precedentes y que tras el bombardeado a la central de Zaporiyie ha acrecentado el miedo a un desastre nuclear de dimensiones incalculables.