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Las "patatas calientes" que Feijóo encontrará a su llegada a Génova 13

El presidente gallego hereda disputas aún por resolver sobre la presidencia popular en comunidades como Extremadura o País Vasco, así como debates sobre candidatos, como en Aragón

Feijóo con el aún presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, al que se le busca relevo

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E. M.

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El próximo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no se va a encontrar con una balsa de tranquilidad a su llegada a la calle Génova. Muchos territorios autonómicos tienen pendiente también sus congresos, y con ello disputas, debates o relevos de los actuales líderes. Unas patatas calientes que el gallego deberá afrontar y, sobre todo, cerrar con habilidad y mano izquierda en aras de la tan deseada unidad del partido.

En Extremadura todo el mundo da por hecho la salida del que fuera único presidente del PP del gobierno autonómico de esa región, José Antonio Monago, que aún dirige el partido regional y ejerce de líder de la oposición. Su imagen está amortizada más allá de que el casadismo tampoco contara con él. Ahora bien, la presidencia del PP de Extremadura tiene varios pretendientes y parece encaminarse a un congreso con varios candidatos.

El alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, ha expresado que va a presentarse pase lo que pase. En su día, aún bajo las órdenes de Teodoro García Egea, desde Génova se apuntaba a la concejala cacereña María Guardiola como candidata.

Pero los cambios en el PP nacional han frustrado el deseado congreso extremeño. La nueva dirección del PP de Feijóo deberá ver si acuerda una candidatura con los mencionados o con un tercero para evitar unas primarias con división.

En el PP vasco, la solución de Carlos Iturgaiz fue un parche de urgencia tras la salida de Alfonso Alonso a escasas fechas de las elecciones vascas por las discrepancias con Génova, pero en el PP vasco ya hay movimientos para forjar otra candidatura o simplemente pedir que Iturgaiz no continúe.

La vuelta a la escena pública de Alfonso Alonso defendiendo la necesidad de un congreso urgente con otro candidato hace prever tambores de guerra en un PP vasco donde la unidad no ha sido la tónica general y por donde han pasado muchos líderes sin encontrar la tecla que les permita remontar sus descendentes resultados electorales.

En Cantabria, la actual presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, no contaba con la confianza de Génova, y todo hacía indicar un congreso contra otra candidata potente: la alcaldesa de Santander, Gema Igual.

La salida de Casado y la llegada de Feijóo puede ser un aliciente para evitar el choque de trenes en el PP cántabro -que tampoco ha sido un ejemplo de unidad-, pero la nueva dirección de Feijóo deberá hilar fino.

Otras patatas calientes para Feijóo son decidir la continuidad o no de Alejandro Fernández al frente del PP de Cataluña, cuestionado por los malos resultados electorales pero respetado como un referente en el Parlament contra los independentistas.

Y la patata del PP de Aragón, con un presidente del PP, Jorge Azcón, que es además alcalde de Zaragoza, por lo que la candidatura a las elecciones autonómicas podría recaer en otra persona si Azcón decide seguir como alcalde. Un decisión difícil sobre la que no hay nombres aún y que deberá afrontar Feijóo.