Los presos fieles a ETA reciben ayudas económicas, jurídicas y sanitarias
El Gobierno consiente una extorsión que frena los arrepentimientos. La red proetarra financia a los duros y castiga los críticos.
La trama Kalera Kalera investigada por la Audiencia Nacional no sólo coordina los homenajes a expresos etarras y agiliza con cargos del Ministerio del Interior sus progresiones. También gestiona una multiplicidad de ayudas financieras, jurídicas, sanitarias, inmobiliarias, etc., a presos y excarcelados.
Sólo exige una condición al beneficiario: no romper con el colectivo de presos de ETA (EPPK). Implica no condenar su violencia. Esta extorsión frena deserciones y arrepentimientos: el preso fiel al plomo vertido recibe ayudas, el arrepentido se ve solo para rehacer su vida sin otro currículo que el criminal. Sólo la red proetarra garantiza pensión al asesino jubilado.
La antigua cúpula etarra chantajea a placer a sus reclusos. Ya no precisa amenazar con tiros en la nuca al desertor. Dispara al bolsillo. Y esto permite a los custodios de la fe etarra mantener el mismo control sobre sus presos que ejercía la banda cuando asesinaba.
La vieja guardia de ETA no se limita a dar ayuda ocasional a sus presos fieles. Es constante y variada. Un protocolo interno lo aflora.
Pero entonces la justicia e Interior perseguían tales redes de control etarra en las cárceles. Hoy no sucede esto. Y es una de las motivaciones que animarán la manifestación convocada por la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) el próximo 26 de marzo en Madrid.
Las vías por las que la vieja guardia etarra compra a sus presos es variada. Con motivo de la fiesta de la patria vasca el dirigente de Kalera Kalera, Antonio López Martín, ordena que se envíen 50 euros a todos los presos etarras del Puerto de Santa María.
Ángel Luis Ortiz, el hombre de Marlaska y perejil de todas las salsas con el entorno proetarra.
Y, al mismo tiempo, maneja sus progresiones en toda España. “Me ha llamado Iñako para pedirle a Ortiz [supuestamente el secretario general socialista de prisiones, Ángel Luis Ortiz] que acepte [la prisión de] Zaballa el 104.4 del preso Chus Martín”.
Este artículo del reglamento penitenciario reza así: “Los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad”.
Los gestores proetarras logran que, tras una operación quirúrgica en Bilbao, le alarguen el permiso a este recluso y sin custodia policial. Para no estropear el éxito, uno de los miembros de la red advierte: “No se puede detener la movilización, pero que ni se les ocurra acercarse al hospital”.
Hay que vencer sin meter el dedo en el ojo. No está nada mal lo ya conseguido: que el bueno de Chus Martín, con sólo 48 años de condena por terrorista, pueda operarse y recuperarse en un hospital de su agrado como un ciudadano más y sin control alguno.
El exconsejero vasco Joseba Azcárraga, el enlace de los presos con el Ministerio de Marlaska.
La vieja guardia de ETA no se limita a dar ayuda ocasional a sus presos fieles. Es constante y variada. Un protocolo interno lo aflora. “La izquierda abertzale y la asociación Etxerat asume la responsabilidad con respecto al colectivo de presos políticos vascos. Asistencia jurídica, económica, sanitaria y política a prestar principalmente a cada miembro del EPPK”.
El chantaje es nítido: los gurús de ETA amenazan con retirar al desertor todas sus ayudas.
Y muestra su crudeza cuando un preso de ETA quiere desvincularse de la causa. El protocolo es tajante. “Tras la decisión de Iban de abandonar el EPPK por decisión propia arranca el protocolo. ¿Qué significa exactamente esto en este caso?
-Nos corresponde retirar su foto de los terrenos que pertenecen a la izquierda abertzale.
-Se le retira el apoyo económico mensual, Gara, Abogados, etc.
-La izquierda abertzale-Senideak (asociación para la defensa de los presos). Serán retirados [sus nombres] de todas las listas.
¿A partir de ahora qué?
-Iban decidirá si quiere abrir vías de contacto con otros agentes (Sare, EH, Bildu) o, detrás de la actitud mostrada por Iban, la izquierda abertzale a pesar de no compartir su decisión, la respeta. Si mantiene una postura adecuada, el EPPK no hará pública la decisión (como ha ocurrido en otros casos). Eso sí, se le informará internamente a cada uno de los miembros que compone el EPPK. Una vez que Iban sea excarcelado, la izquierda abertzale no le hará ningún ongi etorri/recibimiento”.
El chantaje de los guardianes
El chantaje es nítido: los gurús de ETA amenazan con retirar al desertor todas sus ayudas. Incluso proclamar públicamente su traición para que el populacho abertzale sepa cómo tratarlo. No es un héroe que vuelve, es un traidor. Si a esta extorsión de la gestora proetarra se suma su eficacia para lograr excarcelaciones…el abandono del club de presos fieles a ETA se convierte en acto heroico.
Cartel de la AVT con la convocatoria de la manifestación contra el trato de favor a los etarras.
La transmisión con el Gobierno de Sánchez está bien engrasada. Joseba Azkárraga, portavoz de una red de apoyo a excarcelaciones, pregunta a esta trama qué debe pedir al secretario general de prisiones, Ángel Luis Ortiz. “Tengo una reunión con Ángel Luis. ¿Tenéis alguna cosa concreta que os interese traslade?”.
Cosecha un alud de peticiones de traslado de presos de ETA para que no estén solos y se les acerque a Euskadi. Rechazan recibir por whatsapp el acta de la cita de Azkárraga con Ortiz. Prefieren una vía que no deje pruebas.
Los liberadores de etarras son agradecidos: “Estimado Ángel Luis [Ortiz, secretario general de Prisiones]. Me dirijo a ti aun sabiendo que todavía ostentas el cargo en funciones para trasladarte nuestro agradecimiento por la progresión de grado de Zigor Zurbe”.
Pero Julen Arzuaga, imputado por sus ayudas a presos de ETA en 2008 y candidato de Bildu, aprovecha para pedir más al responsable de prisiones socialista. “Tal vez el ambiente no sea el más idóneo, pero valoraríamos muy positivamente el movimiento [acercamiento a Euskadi] de Orbe en la lógica de otros movimientos que habéis realizado”. Lógica implacable: como ya nos habéis ayudado, seguid haciéndolo.
Durante años esta trama avisa de todas las excarcelaciones o regresos del extranjero de etarras. Incluso pide la confección de pancartas. “A través tuyo podemos hacer el cartel”. Y animan el cotarro de bienvenidas: “Ha estado 23 años en las celdas oscuras del enemigo. El pueblo no olvida a sus gudaris. El 27 de julio estaremos en casa de Baldo. Es el momento de enseñarle nuestra solidaridad, amor y agradecimiento”.
Kalera y la "línea dura"
Es la vía de reconciliación del aparato proetarra: honrar al dirigente de ETA José Javier Zabaleta, con cinco asesinatos a sus espaldas.
Otro día el mártir que regresa ha sufrido 34 años de residencia en Venezuela. Un castigo terrible frente a tres asesinatos imputados a su comando. También se invita a honrar a un preso que visita su casa porque ha nacido su hijo. Es crucial que reciba “el merecido recibimiento”. Se avisará del horario. Garikoitz Etxeberría está condenado a 28 años. Fabricaba explosivos para que otros padres no pudieran visitar nunca a sus hijos.
El arrepentido se ve solo para rehacer su vida sin otro currículo que el criminal. Sólo la red proetarra garantiza pensión al asesino jubilado.
Kalera está con la línea dura. Ensalza el carácter de víctima de María Soledad Iparraguirre, Anboto, condenada a 122 años. Ordenó el asesinato de un comandante del Ejército de Tierra, Luciano Cortizo.
Dirigió cinco años los comandos legales, y luego el cobro del impuesto revolucionario. Pero es víctima porque “tuvo que llevar faja cuatro meses en prisión” tras ser operada. Nunca mostró arrepentimiento. Y es portavoz de los presos fieles, el EPPK. Los investigados son un museo del culto a los héroes del tiro a la nuca: guardaban 204.832 imágenes de homenajes a etarras.