Pánico en Moncloa tras la última deserción que crea taquicardias en Ferraz
153 escaños en la enclenque suma de la minoría gubernamental tras el portazo de la diputada morada Meri Pita. Y en semana, PSOE y Podemos perderán otro apoyo más.
La bancada socialista y la gubernamental, cada vez más precaria.
En los próximos plenos, cada votación va a provocar a la exigua minoría del Gobierno auténticas taquicardias. Porque el sainete de la votación de la reforma laboral, salvada in extremis por el error del diputado del PP, Alberto Casero, amenaza con repetirse.
La decisión de la diputada Meri Pita de abandonar Unidas Podemos y pasarse al Grupo Mixto va a dejar al Gobierno de coalición con un respaldo de solo 153 escaños, dos menos a los que tuvo en la investidura de Pedro Sánchez. Y además el próximo mes de junio perderá el apoyo de Nueva Canarias, su socio en el archipiélago, que cede el acta a Coalición Canaria, mucho más crítico con Moncloa.
Cuando Sánchez fue investido presidente en enero de 2020 contaba con 155 diputados, los 120 del PSOE más los 35 de Unidas Podemos, pero en el último año el grupo confederal ha perdido dos escaños, ambos de Canarias: Alberto Rodríguez, inhabilitado tras ser condenado por el Tribunal Supremo, y ahora Meri Pita, que ha dado un portazo con críticas a la dirección de Podemos.
La infartante votación de la reforma labora amenaza con repertirse por la precariedad de los apoyos del Gobierno.
El escaño de Rodríguez sigue vacío, ya que el ex secretario de Organización del partido sigue pensando que se lo han arrebatado y los siguientes de la lista no han querido asumirlo. El de Meri Pita se irá con ella al Grupo Mixto, donde ya hay otro disidente, Pablo Cambronero, que abandonó Ciudadanos en mayo de 2021 pero tampoco renunció al acta.
A la vista de lo ocurrido con el decreto ley de la reforma laboral, que se salvó de la derogación gracias al error de Casero, dos escaños menos pueden provocar algún quebradero de cabeza al Gobierno de coalición en esta legislatura de mayorías ajustadas.
Pero, además, en unos meses el Gobierno va a perder a uno de sus socios habituales, el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que en junio cederá su escaño por Las Palmas a Coalición Canaria -María Fernández es la siguiente en la lista- en virtud de los acuerdos que ambos partidos firmaron al presentarse en coalición en 2019. Y el Gobierno ya sabe por Ana Oramas que la posición de CC no es tan afín como la de NC.
