Sánchez retrasa la bajada de precios y los transportistas intensifican su lucha

Después de que Bruselas diese el visto bueno a España y Portugal para aplicar una rebaja del precio de la luz por pertenecer a lo que se denominó “isla energética”, el Gobierno de coalición ha bajado a la tierra y ha dado un nuevo mazazo a todos los sectores económicos del país.

Y es que el Ejecutivo ha anunciado que esa bajada de precios no será inminente, y aseguran que se tomarán su tiempo para aplicarla. Un jarro de agua fría que ha comunicado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien ha señalado que esperan hacer operativa en "tres o cuatro semanas" esa "excepción ibérica”.

Ribera ha explicado que lo acordado este viernes en el Consejo Europeo "es una orientación política" y que lo que se introdujo es "una habilitación para que la Comisión conozca y autorice el mecanismo que España y Portugal deben remitir en principio esta semana”.

"La Comisión necesitará unos días, unas semanas para comprobar que todo es correcto o recomendarnos introducir mejoras y calculamos que en tres o cuatro semanas podremos tener un pronunciamiento de la Comisión sobre aquello que estamos proponiendo y hacerlo inmediatamente operativo", ha señalado la vicepresidenta tercera en una entrevista en el canal 24 horas de TVE.

Ribera sobre el aplazamiento de la bajada de la luz: "Calculamos que en tres o cuatro semanas podremos tener un pronunciamiento"

La ministra socialista ha subrayado que van a introducir "un sistema del pago del gas como corresponde": "Hay que pagar el gas en todo caso pero queremos que ese precio del gas no sea el precio al que se pague el resto de la electricidad que se produce, que tiene un precio más barato. Lo que haremos es separar el gas del mecanismo de formación de precio”.

Un acuerdo para tomar medidas para rebajar los precios de la energía en España "era imprescindible” aunque no ha hablado de la primera propuesta de Sánchez en la que quería que este sistema se cambiase para toda Europa, algo que ha fracasado estrepitosamente.

Mientras, los paros de los transportistas se intensifican

Mientras el Gobierno de coalición se apresura en felicitarse y darse palmadas en la espalda por el visto bueno de Bruselas a la bajada de precios de la luz, los transportistas siguen reclamando una bajada de los precios de los carburantes, los cuales siguen en máximos históricos. Por ello, la Plataforma en defensa del transporte convocante de la huelga que ha paralizado buena parte del sector desde hace dos semanas ha decidido intensificar sus acciones.

Después de que el Gobierno llegase a un acuerdo con el Comité Nacional del Transporte, con el cual se bajarán hasta 20 céntimos de euros por litro de gasolina, y de que la Plataforma en huelga reclamase una reunión con el Ejecutivo, Sánchez decidió ceder este viernes y hablar con los representantes de los convocantes.

Una reunión en la que no se llegó a ninguna solución y que ha aumentado el descontento entre la Plataforma, quien ha salido a las calles nuevamente a protestar contra el Gobierno de coalición y su inacción. Según ha difundido en un comunicado su presidente, Manuel Hernández, “no estamos pidiendo limosnas, las ayudas que nos quieren dar no es la solución de nada”.

Manifestaciones por toda España que, una vez más, han sido más intensas en Madrid, donde la Plataforma ha interrumpido el tráfico en algunas partes de las carreteras regionales de la comunidad. La marcha, que ha salido del estadio Wanda Metropolitano, se ha desarrollado sin incidentes y ha contado con el apoyo de varios dirigentes de los principales partidos de la oposición, entre ellos el líder de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, quien ha respaldado la marcha asegurando que los transportistas “tienen todo el derecho del mundo a reivindicar el pan de sus hijos”.

Ortega Smith: "Aunque eso cause evidentemente unos perjuicios al resto de españoles, lo asumimos como parte que somos de compatriotas que estamos sufriendo a este Gobierno"

"Aunque eso cause evidentemente unos perjuicios al resto de españoles, lo asumimos como parte que somos de compatriotas que estamos sufriendo a este Gobierno. Son gente sana, son gente que quiere trabajar, que quiere vivir, pero que ya no puede más. No puede llenar el depósito porque, si llena el depósito, sus hijos no comen, así que les decimos que adelante, que entre todos lo vamos a conseguir”, ha recalcado.

También ha señalado que estos trabajadores "no son la extrema derecha delincuente y fascista que dice la ministra (Isabel Rodríguez)", sino "los que traían el pan en medio de la pandemia" o cuando el país sufría la tormenta Filomena, pero, con la gestión del Gobierno y después de las protestas de agricultores y ganaderos, ahora son los transportistas los que ya "no aguantan más”.

"Lo que ocurre es que estamos hartos los españoles de este Gobierno de sinvergüenzas que se ha echado en manos de los enemigos de España, que es incapaz de solucionar ninguno de sus problemas y que pretende arruinarnos para luego ponernos de rodillas, como si se tratase de la Cuba castrista o de la Venezuela de Maduro, y hay que decirle muy claro que en España hay dos cosas que son intocables, nuestra nación y nuestra libertad", ha añadido.