Sánchez tensa aún más las costuras de "Frankenstein" con su visita a Mohamed VI
El presidente no espera a consensuar una posición de Estado con Feijóo sobre el candente asunto del Sáhara y viajará a Marruecos este jueves para culminar su polémico vuelco de Estado
Moncloa sigue con su política de hechos consumados con el polémico asunto del Sáhara. Sin esperar a la cumbre entre Pedro Sánchez y el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para consensuar supuestamente la agenda de Estado, el Gobierno ha anunciado este martes su próximo paso tras el vuelco en la posición española sobre la antigua colonia.
Sánchez viajará este jueves a Marruecos para reunirse con Mohamed VI con la intención de zanjar la crisis diplomática entre los dos países y marcar el inicio de la nueva etapa en la relación bilateral, según ha anunciado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. pese al terremoto político que ha causado Moncloa con su giro radical sin consultar al Parlamento.
Sánchez viajará acompañado para la ocasión por el propio ministro de Asuntos Exteriores, quien canceló la visita que él mismo iba a realizar a Rabat el viernes pasado para preparar el desplazamiento del presidente a raíz de la llamada telefónica entre este y el Monarca alauí.
El cara a cara entre Mohamed VI y Pedro Sánchez que se repetirá este jueves en Rabat.
Mohamed VI invitó a Sánchez, y también a Albares, a viajar "en los próximos días" a Marruecos y le trasladó su "alto aprecio" por la respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental que le trasladó el presidente del Gobierno en su cuestionada carta del 14 de marzo que ha abierto un cisma en la coalición Frankenstein.
Los dos países han expresado su voluntad de iniciar una nueva etapa en la relación, dejando atrás la crisis suscitada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y por la postura histórica del Ejecutivo español respecto al Sáhara.
La visita de Sánchez, la segunda que realiza como presidente tras la efectuada en noviembre de 2018, se produce en esta ocasión en pleno Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, lo que la confiere un cariz especial. De hecho, se espera que Mohamed VI y el presidente del Gobierno compartan el iftar, la cena con la que se rompe el ayuno mantenido durante toda la jornada.