Sánchez rompe el consenso histórico con el Sáhara para volver de vacío
La declaración rubricada por España y Marruecos no contiene alusiones a Ceuta y Melilla y desde el PP ya aseguran que el único logro de Sánchez es "entregar el Sáhara" a Rabat.
Sánchez sobre su plan sobre el Sáhara. Más de cuarenta años de política exterior consensuada se fueron a la basura para obtener a cambio una declaración conjunta en la que poco o nada se ha avanzado, más allá de una reapertura progresiva de las fronteras, que se habían clausurado por la pandemia. Ni rastro de la integridad territorial española, ni rastro de Ceuta y Melilla, reclamadas por Rabat, en la declaración rubricada por el presidente y Mohamed VI.
Aunque los altos mandatarios han pactado que se celebre la pospuesta Reunión de Alto Nivel (RAN) antes de que termine el año, las dos ciudades autónomas han quedado fuera de cualquier compromiso, pese a que Sánchez ha insistido en que "la soberanía del territorio nacional de España está fuera de toda duda, incluidas Ceuta y Melilla".
Fuentes gubernamentales defienden que España no necesita que Marruecos reconozca las dos ciudades autónomas como tampoco otras ciudades de la península y esgrimen que el Gobierno no tiene que hablar de la integridad territorial con ningún país.
En todo caso, el presidente del Gobierno y el monarca marroquí han pactado que "los temas de interés común serán tratados con espíritu de confianza, a través de la concertación, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados", apostando así con dejar atrás la crisis suscitada, entre otras cosas, por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España y la entrada masiva de inmigrantes en Ceuta registrada un mes más tarde.
Se reactiva el 'Paso del Estrecho'
Por lo que se refiere a cuestiones más tangibles, se ha decidido el restablecimiento "inmediato y gradual" de las conexiones marítimas y de pasajeros hasta la apertura de todas las frecuencias así como iniciar los preparativos para la operación 'Paso del Estrecho'.
Asimismo, han pactado que la normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de
personas a nivel terrestre, lo que incluye Ceuta y Melilla aunque no aparecen mencionadas en ningún momento, y marítimo.
Por otra parte, España y Marruecos van a reactivar "el grupo de trabajo sobre delimitación de espacios marítimos en la con el objetivo de lograr avances concretos". Se trata, ha dicho Sánchez, de "mantener discusiones de buena fe en el marco de la Convención de Naciones Unidas del Derecho del Mar". "Esta es una muy buena noticia para los conciudadanos de Canarias", ha resaltado.
Así las cosas, el presidente ha defendido que es "un momento histórico" en la relación y ha tachado de "hito" el contenido recogido en la declaración conjunta que constituye la hoja de ruta que va a guiar la nueva fase en la relación "basada en la comunicación permanente y el respeto mutuo".
Sin embargo, esta declaración conjunta en la que no se nombra las dos ciudades autónomas, unido al reconocimiento expreso de Sánchez del plan de Marruecos para el Sáhara, considerado expresamente "como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo" no es más que una entrega del Sáhara a Mohamed VI.
Así lo ha considerado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que en una entrevista en la Cadena Ser donde al ser preguntado expresamente si el comunicado conjunto entre España y Marruecos le parece un resultado aceptable del viaje de Pedro Sánchez a Rabat, ha respondido "no" de forma contundente y ha señalado que Sánchez lo único que ha hecho es "lo normal" porque era "costumbre" que el primer país al que viajaba un presidente del Gobierno era Marruecos, algo que el presidente no hizo.
Y es que, a juicio de Feijóo hablar con el país vecino es "lo normal", como han hecho otros Gobiernos en el pasado, recordando que con Rabat tenían una "buena relación de amistad" pero con el Gobierno de PSOE y Podemos, no ha sido así.
De hecho, ha recordado que el Ejecutivo "ha roto el orden diplomático" y la entrada en España del líder del Frente Polisario de forma "ilegal", hechos que enfadaron a Marruecos, y por ello ha concluido que una vez que "se monta el follón de todos conocido, para resolverlo le entregamos a Marruecos el Sáhara".
"¿Realmente pensamos que hemos avanzado algo en nuestra posición inicial?" "¿Ha merecido la pena engañar a todo el mundo y que la política de Estado se convierta en la política de un hombre en España?""¿Ha merecido la pena acabar con 45 años de consenso en tre todos los partidos del arco parlamentario español?""¿Ha merecido la pena que el presidente se vaya a ver al rey sin un apoyo?" "¿Qué ha ganado España?", se ha preguntado.