El Frente Polisario da un portazo a Sánchez y rompe relaciones con España
La decisión llega tras el apoyo del Gobierno de España al plan de autonomía del Sahara planteado por Marruecos y el último desplante de Exteriores “borrando del mapa” las fronteras
El bandazo del Gobierno de España en el conflicto del Sahara ha culminado este sábado con el Frente Polisario anunciado su decisión de suspender los contactos con el actual Gobierno español. Una postura que llega después de que Sánchez mostrase su apoyo al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, territorio reclamado por Rabat desde que España abandonó el territorio.
Así lo ha indicado en un comunicado la Secretaría General del Polisario, donde ha explicado que "a la vista de los pasos concretos" que ha dado el Gobierno de Pedro Sánchez, han decidido suspender los contactos con el Ejecutivo español para desmarcarse "de utilizar la cuestión saharaui”.
“El Frente Polisario decide suspender sus contactos con el actual Gobierno español (...) en el marco de míseros tratos con el ocupante, y hasta que se adhiera a las resoluciones de legitimidad internacional que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a respetar las fronteras de su país tal como son reconocidas internacionalmente", ha detallado el Polisario, quien ha asegurado que España "tiene responsabilidades" hacia el pueblo saharaui y ante Naciones Unidas, ya que "es potencia administradora" de la región, y de que sus responsabilidades persistan.
Esta decisión del Frente Polisario llega después de que el propio Ministerio de Asuntos Exteriores “echase más leña al fuego” eliminando la frontera que separa el Sahara de Marruecos. Lo ha hecho en el mapa oficial subido a la web del Ministerio en manos de Jose Manuel Albares y que certifica que España da por hecho que Rabat tiene la soberanía del territorio saharaui.
El Frente Polisario: "Decidimos suspender los contactos con el actual Gobierno español (...) en el marco de míseros tratos con el ocupante"
Un hecho que no ha sido mencionado por el PSOE, único partido que ha apoyado la decisión tomada por Sánchez después de que este jueves todos los grupos parlamentarios sin excepción votasen en contra del reconocimiento unilateral de Marruecos como país con derecho a controlar el Sahara.
Otro de los puntos críticos de este movimiento de Exteriores es el reconocimiento de la integridad territorial de las ciudades de Ceuta y Melilla, algo que no ha quedado reflejado por escrito en los acuerdos alcanzados esta semana por el Gobierno de España y Marruecos, pero que “se da por hecho” desde Moncloa.
Precisamente sobre esta cuestión se ha pronunciado el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, quien ha destacado como un paso a favor de la "generación de confianza" mutua entre España y Marruecos que las últimas visitas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Ceuta y Melilla no hayan generado "rechazo" en el país vecino.
"La españolidad de Ceuta y Melilla está fuera de toda duda", ha afirmado Lobato en una entrevista a Europa Press, al tiempo que ha indicado que Sánchez la ha reafirmado al visitarlas recientemente, en un gesto que a su juicio tiene una trascendencia importante debido a la "poca presencia histórica" de los presidentes del Gobierno españoles en las ciudades autónomas.
Para Lobato, las relaciones internacionales se basan en "la generación de confianza mutua" y por tanto el hecho de "no haber generado ningún rechazo" en la visita a las ciudades autónomas, supone "un paso en esa dirección", ha afirmado. "¿Que no está puesto por escrito en las declaraciones? Pues quizá. Pero los gestos en diplomacia son claves y los de estas semana han sido evidentes", ha sostenido.
Todo lo contrario piensan en el Partido Popular: su coordinador general, Elías Bendodo, ha señalado Sánchez con este bandazo y con la posterior visita al Rey de Marruecos este jueves "lo que ha hecho el Gobierno es intentar enmendar una ilegalidad, que fue la llegada a España del líder del Polisario".
"El presidente tiene que entender que la política exterior no es cuestión de una persona ni de un partido, sino de un país que tiene su soberanía en el Parlamento. Fue a Marruecos sin apoyo. La posición es de absoluta debilidad y, evidentemente, Andalucía, como frontera sur de Europa, necesita y quiere seguir manteniendo y retomar una muy buena relación con dicho país", ha subrayado.