Tudanca trata de deslegitimar el pacto entre PP y Vox y llama a "ponerse en pie"

La reciente investidura del popular Alfonso Fernández-Mañueco como presidente de la Junta de Castilla y León y de Juan García-Gallardo, de Vox, como vicepresidente, ha sentado como un jarro de agua fría en la izquierda de la región y también a nivel nacional. Buena prueba de ello es que el PSOE y Unidas Podemos han desatado una campaña para tratar de infundir el miedo y deslegitimar el pacto de gobierno entre PP y Vox en la comunidad.

Sin ir más lejos, este martes, pocas horas después de la investidura, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, ha elevado el tono y ha llamado a "ponerse en pie" para “restaurar la confianza en la política y que los ciudadanos conozcan que hay otro camino" con el fin de evitar así que la "extrema derecha" de Vox "contagie" al PP. "Tenemos que ponernos en pie y ser muy conscientes de los riesgos que afronta el país", ha insistido en varias ocasiones.

Para los socialistas, que Mañueco haya evitado la repetición electoral, con el enorme gasto que acarrea y haya logrado un gobierno estable es síntoma de “contagio” porque permite que Vox acceda a los gobiernos de otras autonomías o incluso en el del conjunto del país.

Tudanca ha querido dejar claro este mensaje, metiendo miedo en una Declaración Institucional donde ha opinado que Mañueco "se ha quitado la careta". "El PP ha dejado de ser el PP, es otro, lo es sin complejos, tengo la sensación de que ayer Mañueco pudo decir lo que siempre quiso y no se atrevía", ha asegurado el líder del PSOE en Castilla y León, quien ha pedido a los 'populares' que viajen al centro y aporten "algo" para el interés general de España ante estos "duros" momentos.

"El interés general por España se esfumó diluido en un PP contagiado por la extrema derecha que, me temo, se les va a acabar llevando por delante, lo que sería una mala noticia para el PP y para el país", ha insistido Tudanca, quien ha lamentado que Castilla y León se haya convertido en el "experimento" de Vox para llegar al Gobierno de España y "poner en riesgo" la viabilidad de las autonomías, de los derechos de los ciudadanos y en "riesgo" los avances sociales.

Un discurso alarmista en el que se ha esforzado por querer transmitir su “preocupación”, asegurando que el 11 de abril de 2022 será recordado como un día "negro y muy triste" tras la investidura de Mañueco con el apoyo de Vox en la misma jornada en la que en Francia se hizo un cordón sanitario para aislar a lo que ellos llaman la “extrema derecha”.

Y, por su puesto, el socialista ha querido dejar claro que con este nuevo gobierno en la región, las políticas que llegarán a CyL serán "absolutamente peligrosas" para las mujeres, para los trabajadores o “para todos aquellos que necesitan el estado de bienestar para vivir”.