Bildu clama por la "soberanía y paz” con Marlaska redoblando los acercamientos

Como cada Domingo de Resurrección, localidades y pueblos del País Vasco y Navarra en manos de Bildu y PNV celebran el conocido como “Aberri Eguna”, o la celebración del “día de la patria”. Una jornada en la que el sector independentista vasco exige al Estado la independencia de estas regiones y el fin de la política de dispersión de los presos etarras.

Una jornada en la que Bildu redobla sus mensajes exigiendo a Sánchez la “soberanía” del pueblo vasco en actos que este año llevan por título “República vasca. Paz, soberanía, democracia”. Este año, el dirigente de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, condenado por vinculaciones con ETA, ha estado presente en un acto en Navarra.

Allí, los integrantes de la formación independentista han leído un manifiesto en el que han señalado que "a pesar de los diferentes intentos que ha habido por eliminar a Euskal Herria, el pueblo vasco sigue muy vivo”, al mismo tiempo que han reclamado que ambas regiones sean consideradas como naciones independientes.

"Tras la demostración durante la pandemia de la falta de soberanía para gestionar los problemas del día a día, ahondar en la paz y la democracia en más imprescindible que nunca ante la situación actual de guerra y el ascenso a nivel mundial del autoritarismo”, han señalado en el acto. Hasta estas manifestaciones han acudido también representantes de Esquerra Republicana, Junts per Cat, las CUP y el Bloque Nacionalista Gallego.

En este acto, también se ha hecho mención a la política de dispersión del Gobierno, diciendo que todos los presos deberían seguir sus condenas en cárceles vascas. Algo que poco a poco está llevando a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez, con Fernando Grande-Marlaska a la cabeza.

El ministro del Interior ha ido “cediendo” ante los etarras acercándolos a prisiones vascas, rompiendo el acuerdo de dispersión de los últimos casi 40 años. De los acercamientos masivos más importantes fue el de principios de 2022, cuando la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, acercó a cárceles del País Vasco a siete presos de ETA, cuatro de ellos con delitos de sangre, haciendo un tato de 96 traslados.

En total, 75 presos etarras, con cinco libertades condicionales y nueve traslados no materializados, cumplen condena en el País Vasco. Algo que ha despertado la indignación de las víctimas: la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) denuncia que en un año se podrá hablar del "fin total de la dispersión", ya que todos los condenados por los crímenes de ETA estarán en prisiones del País Vasco y Navarra. Desde junio de 2018, el Gobierno ha aprobado 295 traslados correspondientes a 202 etarras, de los que 96 han ido a prisiones del País Vasco y otros 16 de Navarra.

Por su parte, el PNV ha hecho sus propios actos desmarcándose de los de Bildu, aunque han exigido también mayor independencia para el País Vasco. Sin embargo, el Lehendakari, Íñigo Urkullu ha leído un discurso mucho más europeísta que en otras ocasiones: “Hoy se acentúa la necesidad de fortalecer la gobernanza compartida con una aplicación seria del principio de subsidiariedad en base al espíritu fundacional europeo: Ser una Unión entre Pueblos”.

Urkullu ha realizado este discurso en la Plaza Nueva de Bilbao en un multitudinario acto político en el que también ha intervenido el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, encabezando la delegación de los principales dirigente del partido.

Urkullu se ha mostrado también convencido de que se va a superar la actual crisis, "no con recetas mágicas ni con utopías de modelos-paraíso", en referencia a quien se presentan en Euskadi con la nueva receta mágica del "neoliberalismo". "Menos impuestos y menos Estado. Esto significa ayudar al que vive bien, para que viva mejor. Menos impuestos supone menos recursos generales, menos servicios públicos, menos sanidad, menos educación y menos protección social. No es nuestro modelo", ha dicho.

Por otra parte, ha criticado a quienes vuelven con el "nuevo internacionalismo socialista, un modelo basado en que la Administración Pública lo ocupe todo". "Gasto público para todo como si los recursos fueran infinitos. No, el dinero viene de la aportación de todas y todos vía impuestos", ha aseverado.

Por ello, ha apuntado que lo que corresponde es gestionar "con rigor y previsión, con un modelo de desarrollo humano colectivo basado en la justicia social". "Nuestro modelo es trabajo, esfuerzo, gestión honesta y responsable, con los pies en la tierra. Nuestro compromiso social y humanista es que Euskadi sea lo más cohesionada socialmente posible", ha constatado.

"Nos dirigimos a la sociedad con la verdad por delante, sin infantilismos, sin falsas promesas, sin recetas mágicas sacadas de la chistera". "Vamos a superar la crisis con los valores, compromiso y solidaridad de Euskadi, con esfuerzo y sacrificio", ha agregado, para llamar a la colaboración público-privada "asumiendo cada cual su responsabilidad".