Page entra en pánico y se aferra a la oferta de Feijóo que desprecia el PSOE

El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha lanzado entre una de sus primeras propuestas que se deje gobernar en las próximas elecciones a la lista más votada, una forma de poner en un brete al PSOE en caso de que el PP sea el más apoyado en las urnas. La propuesta, desdeñada desde el sanchismo, ha encontrado sin embargo un significativo aliado entre los socialistas: el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Barón de barones socialista.

El apoyo de Page a la propuesta de Feijóo no es casual, sino que se produce al calor de los últimos sondeos en la región que preside y que dan una mayoría al centro derecha. O lo que es lo mismo, la suma de PP y Vox podría arrebatarle el gobierno de la Junta a los socialistas. La única forma de evitarlo, sería, curiosidades del destino, que el PSOE aceptara el guante lanzado por Feijóo.

Según la última encuesta, el PSOE de Page sería la lista más votada, con el 38,6% de los votos y 15 diputados, con un PP pisándole los talones al conseguir el 35% de los sufragios y 14 parlamentarios y un Vox que llegaría al 13% del voto y 4 diputados.

La suma de los populares y los de Santiago Abascal sobrepasaría en 4 diputados a Page y llevaría al popular Paco Núñez al gobierno de Castilla La Mancha, perdiendo además el PSOE una de las regiones talismán que más tiempo ha gobernado -toda la democracia salvo los cuatro años de María Dolores de Cospedal-.

Por ello, Page ha vuelto a insistir este miércoles en una entrevista en la COPE que se estudie la opción planteada por el líder del PP de que gobierne la lista más votada, “lo ideal sería un acuerdo entre grandes partidos para que no vuelva a producirse una sucesión interminable de elecciones y de bloqueo político por no poder formar Gobierno. Lo más razonable es que el segundo más votado apoye al primero”, ha explicado el presidente socialista.

Además, el presidente de Castilla La Mancha ha defendido el bipartidismo frente a los nuevos partidos como Podemos y Vox, señalando que “los partidos nuevos no querían eliminar el bipartidismo, querían quitar a dos partidos para estar otros dos, pero el PSOE no se ha dejado”, a lo que ha añadido que “Vox es el competidor del PP, y del mismo modo que Podemos quiso quitar al PSOE, ahora le toca a los populares aguantar la embestida del partido de Santiago Abascal”.