Podemos usa al Rey como guinda para dejar malherida la coalición con Sánchez
Los morados se han convertido en la piedra en el zapato de Sánchez, pero él prefiere mirar hacia otro lado y mimar a Yolanda Díaz, consciente de que los necesita.
Podemos se ha instalado en la crítica constante, pero no a la oposición, como cabría entender en un partido que cada martes se sienta en el Consejo de Ministros, sino a su propio Gobierno. Los últimos movimientos de los morados, criticando al Rey, cuestionando el envío de armas a Ucrania, pidiendo que se deje de celebrar la cumbre de OTAN e incluso solicitando que rueden cabezas por el caso de las presuntas escuchas con Pegasus, colocarían al partido de Belarra más fuera que dentro del Ejecutivo, sin embargo, Sánchez hace oídos sordos y prefiere mantener a sus socios en Moncloa, aunque sea apelando al 'espacio de Yolanda Díaz', a la que prefiere mimar.
Y es que, la ofensiva podemita después de que Felipe VI hiciera público su patrimonio ha sido el colofón de un inicio de semana en la que los morados han salido en tromba para posicionarse contra Sánchez en cualquier ámbito, dejando a la coalición más malherida que nunca.
La secretaria general del partido, Ione Belarra, cerraba la jornada este lunes tildando de "maquillaje" el anuncio del patrimonio de Felipe VI y el decreto que el Gobierno va a aprobar este martes para dotar de mayor transparencia a la Casa Real, algo a lo que se sumaba la plana mayor de los morados, e incluso llegaba a decir que "democracia necesita que la ciudadanía pueda elegir al jefe del Estado".
Una fórmula manida hasta la extenuación por Podemos que siempre ha visto en la Monarquía una institución anacrónica con la que habría que acabar, algo ante lo que Sánchez siempre ha hecho la vista gorda, intentado sacar rédito de la modernización de la institución que de un tiempo a esta parte ha llevado a cabo Felipe VI.
Pero este no es el único foco de conflicto que deja a la coalición herida de muerte. Las presuntas escuchas a los independentistas también han agrandado las diferencias entre socialistas y morados ya que a Belarra no le ha temblado el pulso a la hora de exigir responsabilidades políticas, poniendo a la propia Margarita Robles en el punto de mira.
Robles, en el punto de mira
De hecho, aunque no ha dicho nombres, la secretaria general de los morados cree que dichos ceses o dimisiones tendrán que ver "con la investigación que se va a llevar a cabo y con toda la depuración de responsabilidades", pero una vez que el CNI está en todos los titulares, no resultaría extraño de Belarra apunte un escalón más arriba.
Sobre todo tendiendo en cuenta la guerra encarnizada de declaraciones entre la ministra de Derechos Sociales y la titular de Defensa a cuenta de la guerra de Ucrania. Una pelea diaria entre ambas en la que Belarra, pese a las bombas y las atrocidades que está cometiendo Putin, sigue insistiendo en su negativa frontal a enviar ayuda militar. "El pacifismo no es ninguna broma y ha demostrado a lo largo de la historia ser el camino más eficaz para construir sociedades más inclusivas y mejores”, señaló este lunes.
De hecho, el propio Pablo Iglesias ha espoleado a su secretaria general cuando este martes ha asegurado que la situación de la titular de Defensa es "insostenible", una vez que el diario El Mundo se haya hecho eco del malestar existente en el seno del CNI después de que Sánchez haya hecho descargar sobre ellos todas las explicaciones sobre los presuntos espionajes.
Pero para Iglesias, el hecho de que "funcionarios de la seguridad del Estado, en nombre del CNI, hablen con el periódico El Mundo para atacar al presidente del Gobierno" es un motivo para que sean "sancionados y apartados de sus responsabilidades de inmediato", por lo que concluye que "la situación de la ministra responsable es insostenible".
Además, y en esta misma línea, el partido morado, en boca de su portavoz, Isa Serra, ha afirmado que España tiene retos más importantes que acoger una cumbre "militarista", como la prevista por la OTAN en junio en Madrid, y no cree que sea razonable dedicar gasto relevante a este evento en la actual crisis.
Por el contrario, ha aseverado que el Ejecutivo, ante la actual situación generada por guerra de Ucrania, podría hacer "mucho más" si fuera anfitrión de una conferencia por la paz, como la que desplegó su partido recientemente.
Sánchez se pone de perfil
Así las cosas, con los morados cuestionando cualquier decisión de calado del Gobierno, han terminado por convertirse en un auténtico dolor de cabeza para Sánchez al que prefiere ignorar. El presidente deja a sus ministros, como la propia Robles, bregarse con los socios, intentando salir indemne de la pelea consciente de que, pase lo que pase, el espacio a su izquierda será determinante para sus aspiraciones de seguir en Moncloa.
Por ello, mima a Yolanda Díaz y por ello evitó referirse a Podemos cuando en una entrevista en Antena 3 señaló que las alternativas electorales pasan por "un Gobierno de coalición de la derecha con la ultraderecha, o un Gobierno de centroizquierda del Partido Socialista con lo que represente el espacio de Yolanda Díaz".
Sánchez mide cada una de sus palabras y pese a que Pablo Echenique salió pronto para zanjar que "el espacio de Yolanda Díaz es Podemos", su frase lapidariaque se lanzó a anunciar que retomaría su proyecto en los próximos días, porque a la vista de los hecho, Podemos está más que amortizado.