El silencio de Marlaska en el espionaje de Pegasus levanta suspicacias en el PP
El control de las comunicaciones no solamente compete al CNI, sino también al Ministerio del Interior. Y entre los populares más veteranos se recuerda el escándalo de SITEL.
En plena ola de especulaciones sobre quién es el responsable del supuesto espionaje a miembros del Gobierno, que incluye al presidente Pedro Sánchez y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, según ha informado este lunes el ministro Félix Bolaños, y que sobre el que muchos apuntaban al CNI dependiente del ministerio de Defensa, los nuevos datos están levantando sospechas tanto en el PP como en el propio entorno de Robles acerca de un silencio muy destacado: el del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
En el ministerio de Defensa no están dispuestos a que Robles sea la única quemada por este caso y aunque el CNI depende de ella, recuerdan que los cuerpos policiales dependientes de Marlaska también pueden trabajar con sistemas de escucha y con el propio programa Pegasus tan en boga estos días.
González Pons apunta
El vicesecretario del PP y eurodiputado, Esteban González Pons, ha recordado este lunes un dato relevante sobre el control de las comunicaciones en el aparato del Estado.
Cuando las sospechas por espionaje se centraban en el CNI por el caso de los políticos independentistas, y cuando con el último giro se ha recordado que el espionaje a Sánchez se produjo durante la estancia en España del jefe polisario Brahim Ghali, González Pons ha lanzado una reflexión: “La seguridad de las comunicaciones del Gobierno no es competencia del CNI. Alguien que está muy callado tiene que empezar a decir algo”, responde a un periodista que apuntaba a la dimisión de la directora del CNI como salida a la crisis del espionaje.
Una evidente referencia al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que por ahora se ha escapado de la quema en este espinoso asunto. González Pons asimismo se ha preguntado que “¿en qué reuniones estuvieron los teléfonos infectados? Si lo cuentan que lo cuenten todo”, dejando entrever que el Gobierno no está ofrecienmdo todos los datos.
Por cierto, no es la primera vez que González Pons se enfrenta a un caso de espionaje de un Gobierno socialista. Fue en su día el azote del entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por el sistema de escuchas SITEL, que se consideraba ilegal y que los socialistas supuestamente usaron durante la etapa de Rodríguez Zapatero en Moncloa. Una polémica que acabó incluso con Rubalcaba amenazando a diputados del PP con un “yo veo y oigo todo lo que haces y dices”.
Desde Vox,su líder Santiago Abascal ha señalado directamente a Sánchez y su “narcicismo”. “Con tal de acaparar una portada hace gala de su incompetencia y de nuestra vulnerabilidad ante el resto del mundo", ha lamentado Abascal, tachando al líder del PSOE de “el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro” y apuntando a la teoría de un supuesto espionaje de fuera.