Sánchez y Rubiales promocionan en Catar vino y jamón por 2,4 millones

El Gobierno y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han llegado a un acuerdo para que la selección española promocione “Alimentos de España”, una marca que busca llevar a todo el mundo el buen nombre de los productos nacionales, a cambio de 2,4 millones de euros.

El acuerdo al que ha llegado el Ministerio de Agricultura y el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, supondrá que los jugadores promocionen productos típicos como el vino con el jamón de cerdo ibérico, sin embargo, uno de los lugares donde tendrán que hacerlo será polémico. Y es que, según dice el propio Gobierno, la selección española promocionará los alimentos españoles en lugares como Qatar, donde se disputará el mundial de fútbol este mismo año, aunque en éste país de mayoría musulmana no se coma jamón ni se beba alcohol (ya sea vino o cerveza). Dos de los productos que en la propia web de "Alimentos de España" se promocionan en portada.

El contrato tiene por tanto una parte “polémica”, ya que según recoge el propio Ejecutivo, se promocionarán estos alimentos en “encuentros deportivos y acciones relacionadas con la Selección Nacional Absoluta Masculina, Selección Nacional Absoluta Femenina”, incluidos los de Qatar.

El acuerdo alcanzado durará hasta septiembre de 2023 y tiene por objetivo, según Moncloa, “impulsar la colaboración entre ambas instituciones (Ministerio y RFEF) en la divulgación de los valores de los alimentos y la gastronomía”. Un acuerdo que, además, llega justo semanas después de que saliesen a la luz los audios entre Rubiales y Gerard Piqué hablando de comisiones para llevar la Supercopa de España a Emiratos Árabes.

Una polémica por la cual el Gobierno no ha tomado represalias contra la RFEF ni contra su presidente, Luis Rubiales. De hecho, el Consejo Superior de Deportes (CSD) solo ha calificado esos contratos como "obscenos", "poco éticos" o "antiestéticos", en palabras de su presidente, José Manuel Franco, aunque, a la hora de la verdad, el socialista se ha limitado a decir que desde la Administración no se puede hacer nada.

"La RFEF es una organización privada que no recibe subvenciones públicas y no tenemos ni facultad para auditarles”, ha señalado el CSD. Ahora, se sabe que lejos de reprender a la RFEF y a su presidente, el Gobierno ha pagado 2,4 millones a la federación para dicha promoción.