Yolanda Díaz revela su jugada: absorber a un PSOE en caída libre

Yolanda Díaz es consciente del descalabro electoral que ha tenido la izquierda en Francia y quiere evitar a toda costa que pase lo mismo en España. Y en el PSOE también hay preocupación después de ver cómo los socialistas franceses no han obtenido en las urnas ni un 3% de los votos, quedando a las puertas de la extinción política.

Por ello, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha dado algunos detalles de lo que será su nueva formación política, o como ella lo suele definir, “plataforma”, con la que se presentará a las próximas elecciones generales. En una entrevista en el programa “El objetivo” de La Sexta, Díaz ha asegurado que su apuesta es la de sumar con otras formaciones en una candidatura única de izquierdas.

Un frente común “progresista” que la ministra de Trabajo ha dejado ver que podría incluir al PSOE, tal y como ha hecho en Francia el ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon. “Sumar gentes, diversidades, proyectos. Si sumamos, claro que hay futuro. Claro que es posible", ha destacado Díaz.

Eso sí, de momento la ministra de Unidas Podemos ha asegurado que no ha hablado con el PSOE sobre esta posibilidad, la cual se antoja complicada: "El PSOE tiene enormes dificultades para ello, pero en ese verbo sumar yo voy a estar”, ha recalcado.

"Yo no soy nada sectaria. No me defino por las siglas, me defino por los proyectos y las propuestas y cuando uno habla de propuestas y de proyectos se puede sorprender. Las personas y las siglas distorsionan demasiado”, ha terminado diciendo, aunque sin dar muchos más detalles de su proyecto de partido para las generales.

No es la primera vez que Díaz insinua sus intenciones de lanzarse al entorno socialista para ampliar sus opciones electorales aprovechando, además, la debilidad de Sánchez. El pasado mes de diciembre dejó claro que no busca aglutinar a los votantes que se colocan a la izquierda del PSOE, si no que quiere más.

"No quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo al PSOE esa esquinita. Eso es algo como muy pequeño y muy marginal. Yo creo que las políticas que despliego son transversales", explicó en una entrevista a 'Radiocable'.

Sánchez coloca a la vicepresidenta como posible aliada electoral, pero ella no se conforma y quiere absorber al electorado socialista, consciente de la debilidad del presidente

De hecho, es el propio Sánchez el que la coloca siempre en ese lugar, algo que ella misma rechaza. "Este debate, este presunto regalo que nos quisieron hacer. Fíjese, la extrema izquierda, no la quiero, nunca he trabajado así, con fetichismos ideológicos, y no lo voy a hacer", reiteró la también ministra de Trabajo para citar el caso de la sanidad pública, una materia que no es "ni de izquierdas ni de derechas, sino de la ciudadanía española".

Así, Díaz pone boca arriba sus cartas al demostrar que, pese al deseo de Sánchez de mantenerla a su izquierda, como muleta de cara a las próximas elecciones, ella apuesta directamente por fagocitar al electorado socialista.

Además, pese a que ha ido demorando su proyecto, la vicepresidenta ha confirmado que su "ruta" por España para escuchar a los votantes de izquierdas se realizará pronto porque “el protagonismo en este momento es de la ciudadanía y debe de serlo”. Además, pone fecha concreta al final del proceso de "escucha": "Cuando culmine todos los viajes que haré por todo el país y escuchar a mucha gente, claro que voy a tomar una decisión y será antes de final de año". Eso sí, si todo marcha según lo previsto y el presidente no se ve obligado, contra su voluntad, a adelantar las elecciones. Entonces, Díaz tendrá que mover ficha.