La “trampa” de Díaz con el empleo que explicaría por qué baja la temporalidad
El Banco de España alerta de la posibilidad de que la temporalidad de los contratos esté bajando con la reforma laboral como consecuencia directa de la pérdida de empleo
Durante la primera semana de mayo, el Gobierno de coalición salió en tromba a celebrar los datos del paro del mes de abril, que habrían sido positivos después de mucho tiempo. Sin embargo, ya se ha desgranado en numerosos artículos que la alegría de Yolanda Díaz derivada de reducción de la temporalidad podría ser en vano, puesto que, en gran medida, ésta se habría producido por la eliminación de los contratos temporales por fijos-discontinuos.
Un cambio en la tipología del contrato que no se refleja en la realidad de los españoles, o eso dicen los expertos e informes de organizaciones. Y ahora, se le suma un nuevo “golpe” al Gobierno con un informe publicado por el Banco de España en el que advierte de que a reducción de la temporalidad en el mercado laboral español experimentada en los últimos meses "podría provenir tanto de la sustitución de empleo temporal por fijo como de la destrucción de empleo temporal”.
A través de su 'Informe Anual de 2021’, el organismo considera que aún es pronto para evaluar el impacto de la reforma laboral, en vigor desde finales de diciembre, considera que el análisis de sus efectos debería incluir, entre otras dimensiones, su impacto sobre el empleo.
"Responder a esta cuestión exigirá disponer de un periodo amplio sobre el que analizar las dinámicas de creación y destrucción de empleo", apunta la institución que, en cualquier caso, subraya que algunos estudios para otros países que han realizado reformas laborales similares en el pasado evidencian que estas habrían tenido "un cierto coste" en términos de creación neta de empleo.
El Banco de España tira de las orejas también a Yolanda Díaz, por la precariedad instaurada en el país y que supone una mayor incertidumbre sobre la evolución futura de las rentas de los trabajadores afectados, afectando no sólo en sus decisiones de gasto, sino también a su bienestar emocional, a la formación de nuevos hogares y a la natalidad.
El Banco de España reconoce que desde la aprobación de la reforma laboral, "la contratación indefinida se ha acelerado significativamente y la contratación temporal se ha reducido", pero insiste en que aún ha pasado poco tiempo para valorar su impacto.
La institución recuerda que la reforma ha introducido límites más estrictos a la utilización de los contratos temporales, restringiendo la duración máxima de los contratos formativos, eliminando el contrato de obra y servicio y permitiendo a las subcontratas y empresas de trabajo temporal (ETT) utilizar el contrato fijo-discontinuo. Por contra, señala que la reforma no ha contemplado medidas para hacer más atractiva la contratación indefinida.
El Banco de España advierte a Díaz: hay que repasar la reforma laboral
Por todo ello, el organismo ha pedido que los legisladores analicen si la reforma "induce a una mayor o menor rotación en el empleo"; qué tipo de desarrollo profesional presentan los trabajadores que iniciaron su carrera laboral en una ETT; y cómo ha afectado a los tipos de puestos de trabajo disponibles, pues ello a su vez tiene efectos sobre la clase de empresas que se crean y su productividad.
Y es que las sospechas de que la reforma estrella de Díaz podría afectar al paro haciendo subir tu tasa anual son muy elevadas: el Banco de España advierte de que "existe literatura" que apunta a que una mayor limitación de la temporalidad incrementa la productividad empresarial, pero "a costa de un mayor desempleo”.
El organismo da por hecho que los españoles “perderemos poder adquisitivo”
En su informe, el Banco de España vuelve a reclamar un pacto de rentas con "compromisos plurianuales" entre los agentes sociales para impedir que se desencadene una espiral de incrementos de precios y de costes, así como que eviten fórmulas de indexación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguarda y tomen referencias que excluyan los costes energéticos, como la inflación subyacente.
En este sentido, en el actual contexto de inflación, la institución pide a sindicatos y empresarios que "acepten" que, a escala agregada, "la pérdida de poder adquisitivo del conjunto de las rentas de la economía es inevitable”.
”La naturaleza de la perturbación exige que empresas y trabajadores acepten, respectivamente, una moderación de sus márgenes y una cierta pérdida de poder de compra de sus salarios en proporciones que habrán de ser determinadas mediante el diálogo social. Un hipotético intento por parte de unos y otros de mantener la capacidad adquisitiva de sus rentas actuales no garantiza el éxito para uno u otro colectivo y, a escala agregada, comporta los costes asociados a una tasa de inflación elevada, como son pérdidas de eficiencia y aumentos de la desigualdad", advierte.