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Del Vaticano a Berlín: Díaz se une a Sánchez en el uso indiscriminado del Falcon

La vicepresidenta del Gobierno ha usado el avión oficial para todo tipo de actos nacionales e incluso internacionales de los cuáles Moncloa sigue guardando silencio

Yolanda Díaz

Publicado por
Miguel Centeno

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El uso del Falcon presidencial sigue siendo una de las cuestiones más secretas del Gobierno y por las que, aunque medios de comunicación y la propia oposición estén reclamando transparencia, Moncloa sigue guardando silencio, negándose a dar explicaciones y datos concretos de cuál es su coste total.

Un uso indiscriminado que Pedro Sánchez lleva disfrutando desde su llegada a la Moncloa en el año 2018 después de la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, y que ahora Yolanda Díaz ha decidido copiar. Y es que en los último 5 meses, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha viajado, al menos en cuatro ocasiones con este medio de transporte oficial. Algo que se podría entender si hay que cruzar el océano en grandes distancias, pero no es el caso.

En todos estos viajes, la ministra de Unidas Podemos ha copiado el patrón de actuación de Sánchez y ha evitado dar más información, según Moncloa, por motivos de seguridad, acogiéndose a una ley de seguridad nacional de la época de Franco. Sin embargo, los registros aéreos reflejan cuáles han sido esos viajes de la vicepresidenta.

Uno de los que más llamó la atención fue el de su viaje a la Ciudad del Vaticano para acudir a la audiencia con el Papa Francisco. Un encuentro en el seno de la fe católica de la que la ministra siempre ha renegado y que dejó declaraciones como la de que se emocionó al ver al Papa.

En esa visita, la titular de Trabajo y su equipo no terminaron de confirmar si se trataba de una cita institucional o a título personal, por lo cual de ser este último caso sería totalmente improcedente al haber movilizado recursos públicos que pagan todos los españoles. Sin embargo, es imposible saber el coste total de ese viaje (y del resto que ha disfrutado) ya que evita siempre la pregunta a través de los canales habilitados de transparencia.

Y es que tal y como preguntó el grupo del Partido Popular en el Senado, muchos ciudadanos quieren saber cuánto cuestan estos viajes y por qué se realizan, a lo que el Gobierno se ha limitado a contestar que no van a responder. El motivo: seguridad y operatividad.

Más adelante, el 27 de abril de este mismo año, la vicepresidente del Gobierno movilizó el Falcon para acudir a una reunión con dos ministros del Gobierno de Alemania, uno de ellos el vicecanciller y ministro de Economía y Protección Climática de la República Federal de Alemania, Robert Habeck.

Un encuentro en el que se supone que tratarían temas de transición ecológica y del cual poco se ha sabido, más allá de las declaraciones que ofreció la propia Díaz: “Ha sido un placer conversar con Robert Habeck, vicecanciller de Alemania, sobre la urgencia de una transición climática justa. El giro hacia la Europa verde y social no puede frenarse por la guerra. Es el momento de consolidar el sentido común expansivo surgido tras la pandemia

Sin embargo, resulta paradójico que para una reunión en la que se supone que se tratarán temas relacionados con la ecología y el medio ambiente, se haya tenido que desplazar por Europa en el medio de transporte más contaminante una ministra que defiende el uso del transporte público y la bicicleta para acudir a los centros de estudio o trabajo. Todo por la “sostenibilidad”. Menos para ella, o eso es lo que denunció la oposición al conocerse este viaje.

Trayectos nacionales, mejor en Falcon

Pero no serán los dos únicos desplazamientos de Díaz en Falcon en lo que llevamos de 2022: este mismo 14 de mayo, la vicepresidenta del Gobierno movilizó el avión oficial para ir, ni más ni menos, que a la investidura del nuevo presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alfonso Rueda, en sustitución de Alberto Núñez Feijóo.

Una toma de posesión a la que Díaz decidió acudir en avión tardando 1 hora (o incluso menos) eb lugar de tren, que aproximadamente tarda 3 horas y media, dos horas menos que en 2021, ya que recientemente se ha habilitado la Alta Velocidad en Galicia. Pero la ministra de Trabajo decidió optar por la opción más rápida y contaminante, desconocemos el motivo, puesto que se han negado a explicarlo.

Este último viaje ha sido denunciado por el diputado no adscrito en el Congreso, Pablo Cambronero, que pregunta al Gobierno si “así es como pretende dar el Gobierno ejemplo de no contaminación y taxonomía verde”.

“Mientras la agenda climática del gobierno provoca miles de medidas que parecen tener el objetivo de empobrecernos y de depender de otros países, los protagonistas de esa férrea defensa de la agenda climática usan compulsivamente el medio de transporte más caro y contaminante, y por si fuera poco son aviones privados que paga el contribuyente”, señala en su cuestión al Gobierno el diputado Pablo Cambronero.

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