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Sánchez mima a Junqueras con más cesiones para reconducir la legislatura

El Gobierno firma su enésima cesión al independentismo evitando reclamar el 25% de castellano en las aulas para asegurarse los apoyos de ERC y chocando con el Supremo por los indultos

Oriol Junqueras y Pedro Sánchez

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Miguel Centeno

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Después de que los independentistas de Esquerra Republicana redoblasen sus ataques al Ejecutivo amenazando con romper los apoyos parlamentarios en el Congreso si no se aprobaba una ley sobre el uso del catalán, Sánchez ha culminado su enésima cesión y ha contentado al secesionismo.

El Gobierno ha dado luz verde para que el PSC se sume al independentismo y arrincone al castellano con una nueva ley sobre el uso del catalán. De hecho el ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha celebrado este miércoles la decisión socialista diciendo que la nueva ley "se resume" en que prevé la enseñanza y uso curricular y educativo del catalán y del castellano. Como si se tratase de una ley equitativa, cuando ésta no obliga en absoluto al uso obligatorio del castellano en los centros, tal y como obligaba la sentencia del Tribunal Supremo, al menos en un 25%.

"Estoy totalmente de acuerdo. Es lo que queremos. Es lo que necesitamos”, ha señalado el titular de Cultura, destacando que "bienvenido sea el acuerdo sobre el aprendizaje de las lenguas en la escuela”. Y bienvenido sea, de paso, el apoyo parlamentario del secesionismo, esencial para mantener a Sánchez en la Moncloa.

En los mismos términos se ha referido el portavoz de los socialistas, Felipe Sicilia, quien ha señalado en declaraciones a TVE que "una vez se ponga en marcha el acuerdo en Cataluña sobre el catalán y el castellano”, el cual ha valorado como positivo, “se va a ver cómo se consigue que los alumnos y alumnas de Cataluña conozcan y dominen perfectamente ambas lenguas”.

Una cesión que ha sido denunciada por el Partido Popular, que considera que incumple la sentencia del 25% del Supremo. De hecho ha sido el propio Alberto Núñez Feijóo tras su toma de posesión como senador este miércoles, el que ha cargado contra el PSOE por ese acuerdo PSC-ERC.

Detrás de esta cesión, Feijóo no tiene dudas en que solo hay una explicación “personalista”: “El señor Sánchez solo busca poder estar unos meses más en el Palacio de la Moncloa”, ha señalado el líder de los populares. "Un 25% de clases en castellano es lo mínimo a lo que un alumno catalán tiene derecho, lo mínimo. Yo soy mucho más partidario del equilibrio de las lenguas. En Galicia el 50% de las asignaturas son en castellano y el 50% son en gallego. Eso es el equilibrio y el bilingüismo cordial”, ha ahondado.

Pero Feijóo va más allá, y advierte de que este movimiento de los socialistas en contra del propio Tribunal Supremo tiene consecuencias muy graves para la democracia, ya que se ha "pactado eludir el cumplimiento de una sentencia que simplemente establece la cooficialidad de las lenguas en una comunidad bilingüe”. Una total “vulneración del Estado de Derecho”, que para Feijóo muestra la falta de cumplimiento de las sentencias y las leyes por parte del Ejecutivo, dando como resultado “la erosión de las instituciones del Estado”.

Una cesión insuficiente: Aragonés quiere más.

Pero lejos de contentar a los independentistas de ERC, esta cesión del Gobierno de Pedro Sánchez al partido liderado por Oriol Junqueras, no ha hecho más que rearmar a los secesionistas, que vienen de semanas de críticas feroces al Ejecutivo por el caso Pegasus y los espionajes a líderes de ERC y Junts. Y es que ni el cese fulminante de la directora del CNI, Paz Esteban, ni ahora el apoyo del PSC a la norma que esquiva la sentencia del Supremo sobre el uso del catalán han servido para contentar a Pere Aragonés.

El presidente de Cataluña, insaciable, ha elevado el tono nuevamente y ha asegurado que el diálogo y el proceso de negociación con Sánchez para resolver lo que ellos llaman el “conflicto catalán” no está yendo como esperaban, por lo que ha exigido al PSC con Salvador Illa a la cabeza, que “ayude para que avance”.

En otras palabras, Aragonés quiere forzar a los socialistas catalanes a que presionen en Moncloa para mayores cesiones: en la sesión de control del Parlament este miércoles, el presidente catalán ha despreciado la “mano tendida” de Illa para llegar a acuerdos en esta legislatura y le haya vuelto a pedir que abra un proceso de diálogo entre partidos catalanes. Es decir, que Sánchez ceda aún más ante el independentismo. Y lo ha resumido en una sola frase: “Usted puede que ayude en este ámbito”, ha espetado mientras miraba a Illa desde su escaño.

La revisión de los indultos, una “sorpresa” incómoda para el Gobierno

A todo ello se le suma que esta semana se ha conocido que el Tribunal Supremo revisará los indultos aplicados por el Gobierno de Pedro Sánchez a los líderes independentistas condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre. Una revisión que ha sentado como un “jarro de agua fría” en las filas socialistas.

La propia vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, se ha mostrado este miércoles “sorprendida” por esta decisión del Supremo. "A mí me resulta un poco sorprendente porque los indultos son uno de los elementos en los que el protagonismo lo tiene que tener el Ejecutivo", ha explicado en una entrevista en Telecinco, donde también ha matizado que tiene "respeto total" por las acciones judiciales. "Veremos cuál es el análisis", ha añadido.

Por su parte el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha defendido esa concesión de los indultos porque se cumplió “la ley a rajatabla”. En declaraciones a los medios en el Congreso, Bolaños ha sostenido que los indultos "son absolutamente legales" y que ademas, sirvieron para una "finalidad mayor", superar la "tensión insoportable" que se vivía en Cataluña, según ha indicado e iniciar una nueva etapa basada en el diálogo.

Además, Bolaños ha tratado de restar importancia a la decisión recalcando que la decisión del Supremo es solo una admisión a trámite y que no se trata de una decisión sobre el fondo del asunto y añade que el Gobierno no está preocupado “en absoluto”, pues lo que realmente le preocupa es que ERC vuelva al redil y apoye de nuevo al presidente.

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