Sánchez se humilla ante sus socios y solo logra que le despedacen y amenacen

La fractura entre el Gobierno de coalición, formado por el PSOE y Unidas Podemos, y los socios de investidura con Esquerra Republicana (ERC), PNV y Bildu a la cabeza, ha alcanzado este jueves su punto álgido. La intervención de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados tratando de explicar los espionajes de Pegasus y oficializando la cesión del CNI a los secesionistas, no ha convencido a la coalición “Frankenstein”.

Los socialistas pensaban que ofreciendo una reforma de la ley de secretos oficiales y una nueva normativa que controle al CNI podrían asegurarse los apoyos de los independentistas, pero éstos no han “tragado” con sus “milongas”. Son palabras textuales del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha señalado que el pleno monográfico sobre Pegasus de este jueves ha sido una oportunidad “perdida” en la que Sánchez solo ha contado "cuentos" en un ejercicio, asegura, de falta de "empatía" con las personas espiadas.

Desde la formación separatista le han exigido más explicaciones y poniendo encima de la mesa un ultimátum al Gobierno, avisando de que no pueden seguir "chantajeando" a su formación “constantemente". "¿Qué ha venido a hacer?", ha soltado Rufián al presidente nada más subir a la tribuna.

Una pregunta que también le ha formulado la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, mientras que desde el PDeCAT, Ferran Bel, le ha reprochado que con su actitud ha "empeorado" la situación provocada por el espionaje a independentistas. Los tres partidos han dejado claro que el Gobierno no está dando los pasos adecuados para reconducir la crisis y que no basta con las reformas legales anunciadas por Sánchez ni con el cese de Paz Estaban al frente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Para contentar a los independentistas, estos mantienen como principal exigencia la cabeza de la ministra de Defensa, Margarita Robles, insistiendo en que, pese a que Sánchez presume de presidir un Gobierno "transparente", el PSOE sigue vetando una comisión de investigación en el Congreso sobre este tema, y han hecho hincapié en que el Ejecutivo debe aclarar si el espionaje que no contaba con control judicial procedía de elementos descontrolados de las 'cloacas' del Estado.

Bildu ha acusado al Gobierno de espiar a nada menos que a sus socios parlamentarios, como si fueran narcotraficantes o yihadistas, con "las mismas técnicas" que usaron sus predecesores para espiar a adversarios políticos

De hecho, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, considera que el caso de "los espionajes" con el sistema 'Pegasus', tanto a Gobierno como a los independentistas tiene "más implicaciones" de lo que se ve "en la superficie" y requiere más aclaraciones y más reformas porque, según ha avisado, "un cierre en falso" no va a ayudar al Gobierno.

Más dura ha sido la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, que ha acusado al Gobierno de espiar a nada menos que a sus socios parlamentarios, como si fueran narcotraficantes o yihadistas, con "las mismas técnicas" que usaron sus predecesores para espiar a adversarios políticos y ha rechazado el "acto de fe" que les plantea Sánchez, instándole la "investigar, aclarar, depurar responsabilidades" y a "limpiar las cloacas" y a dejar claro quién ordenó las escuchas si no fue Moncloa.

Por su parte, Sánchez en su turno de réplica se ha limitado a atacar, de nuevo, a PP y Vox. "Cuando está el Partido Popular la ecuación siempre es la misma, en el gobierno corrupción y en la oposición crispación", ha dicho dirigiéndose a Cuca Gamarra, al tiempo que decía a Vox: "Ustedes pueden llamarme autócrata, asesino, y otras barbaridades que me dice, pero no pueden hablar de democracia y respeto".

Además, ha asegurado a sus socios que "no hay un estado profundo". "Este gobierno respeta la independencia del poder judicial, a diferencia de los anteriores" y ha insistido en que "las leyes se tienen que cumplir y esto vale tanto para el Gobierno como para otras fuerzas políticas de la Cámara".

Así, pese al asistir al vapuleo y chantaje de los socios, ha puesto la otra mejilla, para ponerse a disposición de la Generalitat para seguir dialogando "cuanto antes", puesto que "España es un país abierto, democrático, con gente que respeta la pluralidad y la discrepancia ideológica" y ha asegurado que "respeta", aunque no comparte, la frase de la diputada de la CUP, Mireia Vehí, al asegurar que "lo volverán a hacer".

Podemos esconde los cuchillos y muestra su cara amable a Sánchez

Quien sí ha apoyado a Sánchez en el pleno sobre Pegasus ha sido su socio de coalición, Unidas Podemos. Después de meses de críticas, choques internos y acusaciones desde la bancada morada, ahora la formación de Ione Belarra y la de Alberto Garzón (Izquierda Unida) ha dejado de lado las exigencias en las que pedían la cabeza de su compañera de Gobierno, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y han apoyado a Sánchez.

Eso sí, le han exigido "más valentía" en la agenda legislativa, limpiar "las cloacas" y lograr avances en la mesa de diálogo en Cataluña para dejar un "legado", para lo cual es necesario "escuchar y sumar”. Lo ha dicho el presidente del grupo parlamentario confederal, Jaume Asens, durante su intervención, donde ha señalado que Sánchez ha sido valiente al anunciar nueva medidas tras el escándalo de Pegasus.

También ha reiterado que fue tajante al aprobar los indultos a los condenados por el 'procés', pero también ha demandado que hace falta más para garantizar la impronta del Ejecutivo progresista durante la legislatura.

"En democracia se dialoga con los adversarios, no se les espía", ha lanzado Asens para alertar que Pegasus tiene implicaciones graves en cuanto a la separación de poderes, dado que se ha intervenido comunicaciones de cargos del poder legislativo y denota que hay un "problema con el Estado profundo”, ha señalado.

Sin embargo, Asens ha censurado la actitud de la derecha ante el caso Pegasus. Y es que en su opinión ponen en primer lugar su visión "pequeñita de España" por encima de la democracia y las leyes. "Para la derecha el problema no es que exista una trama de espionaje político, sino que salga a la luz (...) quieren imponer un silencio mafioso y de eso Feijóo sabe un poco", ha espetado el dirigente de Unidas Podemos.

Asens (Podemos): ""Para la derecha el problema no es que exista una trama de espionaje político, sino que salga a la luz (...) quieren imponer un silencio mafioso y de eso Feijóo sabe un poco"

También ha cargado duramente contra el líder del los populares, Alberto Núñez Feijóo, aseverando que se le ha caído la "careta de moderado", al reprocharle que busca un "silencio mafioso" el espionaje a dirigentes independentistas, mientras que ha acusado a Vox de "humillar" a las personas con discapacidad tras las declaraciones del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo.

En este sentido, ha desgranado que el anterior mandato del PP será recordado por los "porrazos y la cárcel" en el conflicto catalán, mientras que está se sustenta en el diálogo, aunque matizando que este principio no es un fin en sí mismo sino un medio para lograr objetivos. Por tanto, ha proclamado que se requieren progresos en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat.

Feijóo ve “decepcionante” el mitin de Sánchez en el Congreso

Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado de "decepcionante" esa comparecencia de Sánchez, porque han estado centradas en "pedir disculpas" a los independentistas”. "No se puede vivir de rodillas todos los días. El presidente del Gobierno de España no puede pedir disculpas por el funcionamiento legal y motivado de los Servicios de Inteligencia", ha proclamado Feijóo desde Albacete.

Feijóo ha afirmado que había escuchado las explicaciones de Sánchez a través de la radio y que la primera parte parecía un diputado de la oposición que estaba haciendo el discurso de "una moción de censura contra el Gobierno de hace cuatro años".

Además, ha señalado que la segunda parte del discurso de Sánchez no era explicar "el lío" que se ha montado con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y por qué ha cesado a Paz Esteban, sino "intentar reconstruir sus alianzas con los independentistas" y "pedirles disculpas de por qué" los Servicios de Inteligencia "habían interceptado sus comunicaciones, siguiendo las instrucciones del propio presidente del Gobierno".