Estupor total en Exteriores por el sabotaje de Podemos a la "operación Biden"
Semanas lleva la diplomacia española engrasando la imagen que más ansía Sánchez: una reunión "sentado" con el presidente de EEUU. Pero el ingente esfuerzo del PSOE ha chocado con su socio.
Del sainete que el Gobierno está protagonizado en estos últimos días con la importantísima cumbre de la OTAN en Madrid a finales de este mes, hay otra víctima colateral del caos en La Moncloa: la viabilidad de la fotografía que más ansía Pedro Sánchez desde su llegada a la Presidencia, de la que justo se cumplen ahora cuatro años.
Porque el presidente había puesto a trabajar a pleno rendimiento a su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que engrase por fin la cita bilateral pendiente con Joe Biden. Que está cada vez más lejos tras el ataque de los socios de Sánchez a la OTAN.
Desde hace meses, desde que se supo que Madrid albergaría la cita de la reorganización de la Alianza Atlántica, Sánchez había diseñado un plan en varios frentes para lograr por fin que el presidente de EEUU no le vuelva a dar esquinazo, más allá de los brevísimos saludos protocolarios que de él ha recibido. Con notable y pública frialdad.
Menos de un minuto y en un pasillo. Toda la atención que Sánchez ha logrado del presidente de EEUU.
En convencer a la Casa Blanca está dedicado hace tiempo el embajador de España en Washington, Santiago Cabanas. Y desde Madrid los ministros Albares y Robles a través de sus permanentes contactos con sus homólogos Antony Blinken y Lloyd Austin, con quienes preparan la cumbre que albergará el IFEMA.
Y cuando todo parecía bien encarrilado ha llegado el boicot público y desatado de Podemos a la OTAN, del que según fuentes diplomáticas confirman a ESdiario, la embajada americana en Madrid “ha tomado buena nota”. La embajadora Julissa Reynoso está a tanto de los plantes y declaraciones de los ministros de Podemos, que ya están en la lista de sospechosos habituales del Departamento de Estado.
Cabe recordar que una de sus primeras entrevistas nada más tomar posesión de la legación diplomática la tuvo Reynoso con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Una primera toma de contacto que coincide con los recelos que desde el minuto uno ha provocado en Washington la presencia de Podemos en el Gobierno por sus evidentes lazos con el populismo latioamericano y su financiación desde Cuba y Venezuela.
Y en Moncloa, como hizo este martes la propia portavoz del gobierno, Isabel Rodríguez, comienzan a ponerse la venda antes que la herida. Porque en Exteriores ya han avisado que ven alejarse cada hora que pasa la soñada cumbre bilateral Sánchez-Biden.
Y nadie quiere vender humo con el antecedente del ridículo planetario del líder del PSOE e Iván Redondo en la esperpéntica cumbre del pasillo. “Todo es bochornoso con Podemos”, sentencia a este periódico un veterano diplomático con destino en Exteriores.