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Feijóo dará una gran sorpresa a Sánchez en el primer cara a cara en el Senado

El líder gallego quiere marcar la impronta del nuevo PP, centrado en la gestión y con un tono contructivo, con la intención de dejar al descubierto las carencias del presidente.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo

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Andrea Jiménez

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Feijóo y Sánchez se verán hoy las caras en el Senado, donde se vivirá el primer duelo parlamentario entre los líderes de los principales partidos. Un duelo que servirá para medir fuerzas, pero también para marcar la línea a seguir del nuevo líder de los 'populares', que apuesta por hablar de lo que importa a las familias, es decir, de la economía, sin estridencias y con un tono moderado, que sirva para aglutinar a un mayor número de personas en torno al PP, presentándose como la "alternativa" al actual Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.

Después de los "insultos" del presidente del Gobierno al PP tildándoles de "mangantes", el jefe de la oposición quiere exhibir una diferencia en "las formas" y "honrar el parlamentarismo", según fuentes de su equipo, en el que será el primer cara a cara entre ambos líderes.

Feijóo ha optado por el tema económico para su estreno para dejar claro que el PP está con los asuntos que preocupan a los ciudadanos frente a los temas con los que busca "distraer" el Gobierno. De hecho, la portavoz del partido, Cuca Gamarra ha subrayado que lo que quiere el PP es que "se hable de la España real" y "de los problemas que tienen los españoles".

"¿Considera el presidente del Gobierno que su Ejecutivo está a la altura de las necesidades de las familias españolas?", reza textualmente en la pregunta que Feijóo registró en la Cámara Alta y que pretende formular a Sánchez en el Pleno.

Una pregunta que muestra la intención del líder del PP, dejar claro que las políticas económicas del Gobierno no funcionan, una vez que la inflación ha vuelto a repuntar en mayo hasta el 8,7% por la subida de carburantes y alimentación, y recordar que su partido llevaba bajo el brazo otra propuesta que Sánchez rechazó en Moncloa.

Ese plan se estructura en cuatro bloques: bajada selectiva de impuestos a rentas bajas y medias a través de la deflactación de la tarifa, reducción del gasto político superfluo, eficiencia de la burocratización reduciendo ministerios y agilización en la ejecución de fondos. "Sánchez tiene en la bandeja de entrada, a un clic, un plan de país, sin logos que representa la oportunidad de mejorar la situación de los ciudadanos", dijo esta semana el responsable de Economía del PP, Juan Bravo.

El PP se opondrá a la prórroga del plan anticrisis

De hecho, el propio Gobierno es consciente de que no ha funcionado y por ello, quiere ampliarlo al menos hasta octubre, aunque desde Podemos piden que se prorrogue hasta final de año. Sin embargo, el PP ya ha avisado de que lo apoyará si no se atienden algunas de las propuestas que ha puesto encima de la mesa en su documento económico y que, a su entender, hasta ahora el Ejecutivo ha "ignorado" y "despreciado".

Por otra parte, el líder de los 'populares' también quiere marcar su carácter en el tono del debate. Quiere alejarse de las estridencias y confrontar con Sánchez desde la educación y el respeto, pese a que Sánchez, consciente de su debilidad, ha resucitado casos de corrupción y tildándo de "mangantes" a los miembros del PP.

Los 'populares' quieren huir del tono bronco y crispado lleno de insultos que está utilizando el PSOE para presentarse como alternativa de Gobierno

"Para el PP es tan importante el fondo como las formas; esto tendrá, sin duda, su respuesta en las urnas", ha avisado Gamarra, que ha señalado que los insultos del PSOE, -en referencia a las palabras de Manuel Pezzi, presidente del PSOE andaluz, que tildó a Feijóo de "tontopollas"-, denotan "la debilidad, los nervios y la desesperación del PSOE".

Y es que, en medio de la campaña electoral andaluza los nervios en Ferraz están a flor de piel. El PSOE no remonta en las encuestas, que ya no le dan la mínima posibilidad de formar Gobierno en San Telmo, y la presencia del presidente del Gobierno en los mítines del partido se convierte en un lastre para el candidato.

Sánchez ya no suma para los suyos, pero tampoco convence a los que le votaron en 2018 y 2019, ya que va perdiendo adeptos a pasos agigantados, mientras que Feijóo sigue al alza. Una tendencia que espera consolidar en los debates en el Senado, aunque Sánchez intentará por todos los medios huir de ellos, para no quedar en evidencia y que los debates terminen por ser la puntilla que le saque de Moncloa.

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