La presidenta de las juventudes del Partido Popular en el barrio madrileño de Tetuán ha conseguido lo que muy pocos han logrado hacer en años: entrar en la sede de la Unión General de Trabajadores (UGT) para leerles la cartilla a todos los líderes sindicales. Y es que, sin pelos en la lengua, Eli Vigil ha repasado las imposiciones morales de la izquierda y los aspectos negativos de los sindicatos que lastran la economía y las pequeñas y medianas empresas. . En un debate con diferentes políticos, sindicalistas y estudiantes, la popular ha empezado denunciando que un dueño de una PYME, por ejemplo una peluquería. “Juana tiene que pagar el local, la luz a 300 euros el kilovatio hora, que por cierto no veo ahí a los sindicatos protestando, y vergüenza les debería dar… Juana paga a dos trabajadores y seguro que le encantaría pagarles 2.000 euros. Pero es que si les paga 1.200 euros, paga 2.400… Porque 1.200 euros se van en impuestos”, ha espetado la popular. . Y la ristra de “zascas” no ha parado en su intervención: “¿Vamos a seguir contando mentiras? Es que me parece muy fuerte de la izquierda que no sepa cómo se crea un empleo. Lo único que saben crear es empleo público… 45.000 plazas más de empleo público para vender el dato a la gente y decir ‘mira qué bien, hemos creado 45.000 puestos de trabajo’. Pero es que no son reales. Son puestos públicos que los vamos a pagar todos los españoles”. . A lo que ha sumado el hecho de que UGT y CC.OO no paren de mencionar que hay que subir impuestos, sobre todo a los ricos. Algo que ha recriminado en persona a esos mismos sindicalistas: "No seamos hipócritas. ¿Me puedes sacar una estadística para que me puedas decir cuántos ricos hay en España? Ojalá tuviéramos la mitad de ricos que tienen en Estados Unidos. Es que no se puede ser tan limitado para explicar las cosas de una manera tan sectaria”. . “Sé que no estoy en la casa más amiga en este aspecto, pero ya que estamos en un sindicato, los sindicatos que tendrían que salir a defender a los trabajadores, no lo están haciendo. Los sindicatos que tienen un papel fundamental en la Constitución están defendiendo únicamente los ánimos partidistas de un partido en el Gobierno. Es una vergüenza”, ha terminado espetando.