Cerrar

Estupor en Exteriores: "Tres ministros achicharrados y todo está patas arriba"

Diplomáticos muestran en ESdiario su estupor e indignación con la deriva de la política exterior dictada desde Moncloa bajo el "ordeno y mando" de Sánchez. "Somos el hazmerreir".

Laya y Albares: dos ministros de Exteriores achicharrados en un año.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Estupor, hartazgo, indignacion son palabras que recorren en estos días despachos de diplomáticos, las embajadas de España en todo el mundo y los pasillos de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Tres ministros achicharrados en poco más de dos años y una política exterior “patas arriba” que ha logrado desquiciar por igual a socios que a adversarios de nuestro país. Ese es el legado de Pedro Sánchez desde su llegada a La Moncloa.

Porque según las fuentes diplomáticas consultadas por ESdiario, a José Manuel Albares ya se le da por amortizado. “Su situación es insostenible. Su crédito es cero”, enfatizan las citadas fuentes.

El durísimo ataque de Argelia tildándole de “piromano, amateur y pseudodiplomatico” le ha convertido en el hazmerreir de una zona tan decisiva en la influencia exterior española como el Mediterráneo, el Magreb y Oriente Próximo.


Sánchez y Albares en el Congreso, en el último pleno sobre el vuelco en el Sáhara la pasada semana.


Eso y los recelos que en Estados Unidos ha provocado Albares con sus bandazos en Latinoamérica. Y eso que, según se encargan de resaltar los diplomáticos consultados por este periódico, Albares firmó a su llegada una purga brutal de altos cargos nunca antes conocida.

Literalmente echó a todos los diplomáticos nombrados por su antecesora Arancha González Laya. Si Josep Borrell fue víctima de las necesidades de Sánchez con Esquerra, Laya lo fue de las urgencias del presidente con la Justicia por el turbio y rocambolesco caso Ghali.


Albares ya está en el cadalso de la que parece nueva crisis de gobierno tras el previsible cataclismo de Sánchez en Andalucía. El actual ministro se irá y llegará otro plenipotenciario del presidente para decir amén a sus improvisaciones sin consultar previamente a los funcionarios que llevan décadas en el Servicio Exterior.

Pero la frase más se escucha en la carrera tiene visos de perdurar mucho más en el tiempo: “Esto es un desastre”.