Juanma apuntilla a Sánchez y pone a Feijóo a las puertas de La Moncloa

Será este lunes 20 de junio cuando en los cuarteles generales de los partidos andaluces en Sevilla y en los nacionales en Madrid se analicen los números. Pero en estas horas inmediatamente posteriores a la cita con las urnas, es tiempo de las palabras y las frases. "Vuelco histórico, arrollador éxito del PP, terremoto en el sanchismo, fin de ciclo...", son las primeras que se vienen a la cabeza de millones de españoles.

Habrá análisis de todos los colores, tal vez algunas dimisiones, y habrá silencios atronadores en quien más ha sido interpelado a hablar este domingo, Pedro Sánchez.

Queda por ver, como ha sucedido tantas ocasiones anteriormente, si los barones socialistas y los dirigentes con peso interno se atreven, por fin, a decirle a la cara al inquilino de La Moncloa lo que llevan semanas diciendo en privado: que la estrategia de huida hacia adelante del presidente es, sencillamente, insostenible. Porque, ha quedado demostrado también este 19-J, Alberto Núñez Feijóo no es el rival político que fue Pablo Casado.

Tezanos, Lastra y Bolaños presentarán este martes el libro laudatorio de Sánchez. Está por ver si el PSOE mantiene la cita. O se transforma en el inicio del "duelo" por su funeral político

Este 19-J es todo un vuelco político. Juanma Moreno hizo de la mayoría absoluta un afán desde que convocó las elecciones… y los andaluces han estrechado firmemente su mano. El PP ha arrasado. La patada al Partido Sanchista en el culo de Juan Espadas se ha escuchado en toda España. Ojo, también en Cataluña y País Vasco, donde residen los avalistas principales del presidente del Gobierno.

Ferraz, Yolanda Díaz y su Frente Amplio; el Podemos de Pablo Iglesias; Esquerra, PNV y Bildu, y hasta el Compromís de la imputada Mónica Oltra, si así es su deseo, podrán seguir haciendo oídos sordos, claro, incluso dirán que todo va a seguir igual a nivel nacional desde este lunes. Cada cual puede autoengañarse como más le plazca, pero los síntomas de agotamiento y falta de credibilidad no pueden disimularse. La aventura Frankenstein ha tocado en Andalucía a su fin.

¡Tantas veces se ha negado, desde La Moncloa y Ferraz, el cambio de tendencia! Pues bien, Moreno, como antes ya ocurriese en Madrid con Isabel Díaz Ayuso o en Castilla y León con Alfonso Fernández Mañueco, ha puesto negro sobre blanco que los aires populares en este momento soplan de cola mientras el sanchismo tropieza y toma el mismo camino que ya firmó en 2011 el zapaterismo, es decir, volver a colocar al PSOE, por su desastrosa gestión, en una de esas situaciones de crisis que luego tardan años en superarse, si se superan.

Porque los barones socialistas -hirviendo este domingo sus teléfonos- saben que han hablado los andaluces. Pero con trazas de haberse simplemente adelantado, a lo que quieren decir una inmensa mayoría de españoles en las urnas municipales y autonómicas del año que viene.

La modernidad andaluza transversal de Juanma Moreno es su gran activo. En estas urnas ha reunido votos de todos los colores. La estrategia fijada por su jefe de campaña, Elías Bendodo, aprovechando las cualidades personales del “serenísimo” candidato, así como lo extendida que está en cualquier ámbito la tarea eficaz de estos difíciles años al frente de la Junta de Andalucía, han sido los ejes ganadores.

El objetivo está conseguido y ahora el coordinador general del partido podrá aterrizar en Génova 13 para consagrarse a llevar a La Moncloa a su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo.

Juanma Moreno, este domingo electoral ejerciendo su derecho al voto en Málaga.

Un Feijóo que desde este lunes está más cerca del poder y ha disparado aún más los desasosiegos de la acera de enfrente. El nerviosismo de muchos en el PSOE, pánico en los secretarios generales territoriales, es el realismo de quienes saben bien que, una vez se activa un tiempo de descuento, la marejada no tiene vuelta atrás.

Y es que el precipicio por el que han caído los socialistas andaluces en su gran caladero electoral y la tierra de Felipe González y Alfonso Guerra para ellos hace muy difícil que Sánchez siga siendo presidente del Gobierno. Incluso va a hacer que ese anhelo de estirar la legislatura hasta finales de 2023 sea un camino tortuoso. Un calvario. La parada previa en las municipales y autonómicas de mayo del próximo año seguramente teñirá de azul el mapa de España. Antes deberá dar la cara en su primer Debate de la Nación y, quien sabe, si el último...

La lección para Vox

Alguna mención cabe hacer de Vox. Muchos advirtieron a Santiago Abascal de los riesgos de colocar a una candidata como Macarena Olona. No quiso hacer caso. El pinchazo de los de Abascal, -una vez más la teoría de la "gestión de las expectativas" en política- aun habiendo subido en escaños, es claro.

Partieron de esas expectativas demasiado altas, las de entrar en el Gobierno y alcanzar los 26 diputados. Pues bien, una desafinada campaña de su número uno, mal aconsejada política y mediáticamente, los ha dejado en papel mojado en un territorio en el que preveían dar un salto adelante.

Pero, en fin, no perdamos el gran foco de la noche del 19-J. Otra con etiqueta de "histórica". El gran derrotado es Pedro Sánchez, por mucho que desde el complejo presidencial traten de desligarle de la debacle en una contienda en la que han empleado hasta doce ministros, además del presidente.

El castigo de los votantes ha sido enorme. El cuestionamiento de la deplorable labor gubernamental es mayúsculo. No caben tiritas para frenar la sangría de apoyos que sufre un PSOE sin identidad, abducido por un líder sin más proyecto e ideología que su propia supervivencia.

El terremoto del 19-J tiene epicentros variados. Uno muy importante en la sede del PNV. El gran facilitador del proyecto de Sánchez en la moción de censura lleva meses balbuceando que lo que ve... cada vez le gusta menos.

Sánchez, como de costumbre, seguirá anteponiendo sus intereses a los de su partido y a los de España. Sus ambiciones parecen estar por encima de temas como el coste de la cesta de la compra, el precio del gas o de la gasolina.

Y los mandatarios socialistas pueden seguir haciéndose trampas sobre el “efecto Feijóo” creyendo que acabará desinflándose. Normalmente, golpes como el de este domingo de junio... luego se hinchan.

Tezanos, ideólogo fundacional del sanchismo, tiene este martes una oportunidad de oro para explicar que sucede en el proyecto de su amigo y jefe de filas. Empieza a ser tóxico y su Manual de Resistencia reclama un capítulo anexo sobre lo sucedido este domingo en las urnas andaluzas.

Un terremoto político de impredecibles consecuencias. Con epicentros variados: uno muy importante en la sede del PNV. El gran facilitador del proyecto de Sánchez en la moción de censura lleva meses balbuceando que lo que ve... cada vez le gusta menos.