Feijóo y Moreno se hacen la foto juntos que provoca pánico en Moncloa

Felices, entre abrazos y aclamados por los suyos a ritmo de Bruce Springsteen. Así han irrumpido Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno en la Junta Directiva Nacional del PP, celebrada este martes en Madrid, donde han analizado la aplastante mayoría absoluta del partido en las elecciones andaluzas. Un éxito que, según Moreno, "es de todos", pero ha pedido al PP que tenga los pies en la tierra, que no pierda el contacto con la calle ya que ese es el modelo que llevará a Feijóo a la Presidencia del Gobierno, mientras en Móncloa cunde el pánico al ver el desastre que se avecina.

Feijóo ha recogido el guante lanzado por el presidente andaluz y ha asegurado que "hará los deberes", pues está convencido de que el domingo fue el triunfo de la moderación, ya que "es posible otra forma de hacer política, con una campaña limpia, en positivo, con balance de gestión, sin insultos, y sustituyendo cada descalificación del adversario por una propuesta" frente "a la vieja política del populismo".

Y es que, a juicio del líder gallego, "el horizonte político está cambiando" y se ha ofrecido para liderar una alternativa de "mayorías y centrada" en España porque los ciudadanos reclaman otra forma de hacer política distinta a la de Pedro Sánchez. "Nuestro objetivo sigue siendo unir a todos aquellos que creen en España y creen que España merece y necesita un Gobierno mejor", ha asegurado Feijóo.

En su discurso, ha señalado que van por el "buen camino" y ha emplazado al Gobierno a "reaccionar" ante la situación económica que vive el país. En cualquier caso, ha dicho que si no lo hace, el PP seguirá ofreciendo "alternativas" que respondan a las "problemas" de la gente, mostrando además un proyecto "fiable" y "creíble".

Y es que, para el líder popular, la política en España necesita "más gestión" y "más capacidad para resolver los problemas de los ciudadanos, que "ya no toleran más cortinas de humo para desviar la atención".

"Con una constelación de minorías se puede llegar al Gobierno y resistir un tiempo en él pero no se puede gobernar y mucho menos gobernar un país como España"

Además, ha recordado que a la vista de la deriva del Ejecutivo de Sánchez, "la política necesita volver a la centralidad, la unión y la construcción de proyectos amplios porque con una constelación de minorías se puede llegar al Gobierno y resistir un tiempo en él pero no se puede gobernar y mucho menos gobernar un país como España", ha enfatizado, aludiendo sin llegar a nombrala, a la coalición Frankenstein que sostiene a Sánchez y que poco a poco se va desmembrando.

Eso sí, Feijóo ha pedido a los suyos no caer en "triunfalismos" ni "autocomplacencias, máxime cuando España vive una "crisis muy profunda". Eso sí, ha aprovechado para criticar que el PSOE, en su análisis electoral, caiga en el error de "negar la realidad para escapar de ella".

Pero antes de que el presidente del PP tomase la palabra, Juanma Moreno ha atribuido el "éxito" logrado el domingo a todo el Partido Popular, con Feijóo "a la cabeza", y ha augurado el cambio político en España.

"Este éxito que hemos tenido es un éxito tuyo, ha dicho dirigiéndose a su líder, de la dirección nacional, de todo el Partido Popular y de todos los ciudadanos que quieren un cambio en España", según ha dicho Moreno, quien ha agradecido al presidente nacional que haya sabido "interpretar Andalucía perfectamente, que no es fácil, viniendo del norte".

Ha insistido en que el "éxito" del domingo es de todo el partido y de los españoles que "creen que puede venir un porvenir y un futuro mejor y que se puede hacer política de otra manera". "Y eso lo personaliza Alberto Núñez Feijóo, con su estilo, con una forma de entender la política desde la tolerancia y con capacidad para entender a la sociedad plural y diversa que tenemos en España".

Y es que, esa será la receta del PP de cara a llegar a La Moncloa, la mesura y la centralidad, para volver a congregar a los votantes que un día eligieron a otras opciones, pero también a los socialistas desencantados con un Sánchez enrocado que no ve la realidad.