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Cs desaparece: este es el plan de Arrimadas para salvar sus restos y no dimitir

El número dos del partido naranja, Edmundo Bal, ha adelantado la hoja de ruta para reflotar la marca que comenzará con el entierro del actual nombre. Muchos le miran como la alternativa.

Inés Arrimadas y Edmundo Bal.

Publicado por
J.R.V

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A primera hora en Espejo Público, Inés Arrimadas ha confirmado su intención de aferrarse a su cargo de líder de Cs pese al nuevo cataclismo electoral en Andalucía. Unas pocas horas después, uno de los grandes favoritos para sucederle, ha adelantado los planes de actual cúpula naranja para tratar de reflotar los restos del naufragio.

El portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, ha asumido este martes que la "marca" de su formación está "muy quemada" y por ello es necesario un proceso de refundación en el que incluso ha dejado abierta la puerta a la posibilidad de cambiar el nombre del partido.

"Somos muy conscientes de los problemas que tiene nuestra marca, está muy quemada y tenemos que lanzar medidas para una renovación o refundación", ha aceptado en rueda de prensa en el Congreso dos días después de los malos resultados cosechados en las elecciones al Parlamento de Andalucía.


Según ha explicado, el objetivo de este proceso es ofrecer una propuesta atractiva a todos los ciudadanos que se definen de centro o liberales y que esté lista para las elecciones autonómicas y municipales de mayo del próximo año.

"Comité técnico de expertos"

En ello está trabajando ya un comité técnico formado por expertos encargado de poner sobre la mesa posibles propuestas y soluciones, que incluirán una consulta sobre los "liderazgos" del partido, como ya avanzó su presidenta, Inés Arrimadas; a quien Bal ha trasladado su apoyo.

Esa consulta podría ser adelantar las primarias para la presidencia del gobierno o celebrar una reunión de máximo nivel, pero siempre respetando los estatutos, que no contemplan la opción de que la presidenta se someta a una cuestión de confianza interna.

El portavoz parlamentario de la formación también ha reconocido que un cambio de nombre del partido es una opción que "sobrevuela" la cabeza de todos los dirigentes y ha sido abordada incluso con otros partidos liberales europeos para conocer su experiencia.

"Tenemos un comité técnico que está estudiando la fórmula para poder dar soluciones al proyecto político, renovar el proyecto político y si hay que cambiar de nombre se cambiará y si no, nos seguiremos llamando Ciudadanos", ha argumentado añadiendo que a él personalmente le "encanta" ese nombre.

Poner el partido "patas arriba"

Ese comité de expertos, del que no forman parte los dirigentes del partido, será también el que apunte la fórmula a través de la que se materialice este proceso, siempre cumpliendo los estatutos del partido y cuyo objetivo final es "poner patas arriba" la formación.


"Vamos a cuestionarnos todo pero vamos a seguir siendo el partido liberal español", ha resumido Bal, que ha adelantado que antes del verano habrá ya dos reuniones "de mucha gente" para aportar ideas. En cualquier caso, ha subrayado que quienes decidirán el rumbo final serán los afiliados.

"Los expertos van a proponer, los juristas daremos opinión, pero el partido va a salir adelante porque sus militantes van a decidir el futuro", ha asegurado.

Bal cree que el espacio político que ocupan los naranjas es necesario, pese a que en España haya poca tradición de partidos liberales y parezca necesario "identificarse con ser rojos o fachas". A su juicio, hay un número considerable de ciudadanos que no se ubican en ninguno de esos dos espacio y apoyan ideas de centro que pacten con cualquiera de otras dos opciones "siempre que sea bueno para España".