Sánchez quiere que la OTAN proteja Ceuta y Melilla con medio Gobierno en contra

La situación de Ceuta y Melilla es uno de los puntos clave que se debatirán en la cumbre de la OTAN que arranca esta semana en Madrid. Será este jueves cuando centrará la discusión en 'la vecindad sur'. El Gobierno ha hecho especial esfuerzo en este debate sobre las amenazas procedentes de África, tanto por la presencia de Rusia en países como República Centroafricana o Malí como por la inestabilidad y terrorismo en la zona del Sahel, pero el salto a la valla del pasado viernes ha vuelto a poner a las ciudades autónomas en el punto de mira.

En su argumentario, el Ejecutivo ha recalcado en todo momento que es plenamente consciente de la amenaza que plantea Rusia al llamado flanco este y por tanto es solidario con estos países, como lo demuestra su participación en las misiones de la OTAN en esta zona, pero ha subrayado la necesidad de tener protegida también la frontera sur por si ocurriera allí algún incidente.

De hecho, el presidente ha señalado este lunes en una entrevista en La Vanguardia, que "para España es muy importante que ese concepto estratégico incluya el flanco sur, es decir que tome seriamente en consideración los riesgos que para la estabilidad y la seguridad de Europa se pueden generar desde el Sahel, en el África subsahariana, donde Rusia está reforzando su presencia", ha dicho Sánchez.

Por ello, la seguridad en Ceuta y Melilla se plantea vital. Sin embargo, lo que el Ejecutivo no se plantea, es reivindicar la modificación del Tratado de Washington para incluir expresamente la protección de las ciudades autónomas por parte de la OTAN, como reclaman algunos partidos.

El Gobierno sostiene que las ciudades autónomas ya están protegidas como parte de España y no necesitan ningún estatus especial, pero no hay que perder de vista que Marruecos ha dejado claro que no reconoce la soberanía española sobre dichos enclaves.

En este punto las alianzas geoestratégicas resultan vitales y el giro de Sánchez respecto al Sáhara occidental parece fundamental para entenderlas, pues Marruecos se ha convertido de un tiempo a esta parte en uno de los principales socios de Estados Unidos, y España no quiere perder la posibilidad de ganar influencia aunque para ello genere una crisis diplomática con Argelia.

Podemos carga contra la política exterior de Sánchez

Sin embargo, medio Gobierno ya se ha manifestado en contra de la Alianza Atlática y desde Podemos, además, han aprovechado el salto a la valla del pasado viernes, en el que según las autoridades marroquíes fallecieron al menos 23 migrantes, para cargar contra la política exterior de Sánchez.

Podemos señala incluso que el momento de este asalto "no es casual" y que se produce días antes de la Cumbre de la OTAN en Madrid, donde se hablará de la frontera sur y de aumentar el gasto militar. "No se puede permitir el uso de los derechos humanos y de las personas ni como monedas de cambio ni como medida de presión y coacción", ha señalado la formación.

De hecho, ha ido más allá y ha insistido en que "pasar por encima del derecho internacional vendiendo, entre otros, los derechos del pueblo saharaui y confiar en gobiernos que vulneran sistemáticamente los derechos humanos tiene consecuencias. Lo venimos defendiendo desde el principio: el cumplimiento del derecho internacional es y debe ser innegociable", ha enfatizado Podemos.

Así, el 'fuego amigo' se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza de Sánchez de cara a la Cumbre de la OTAN, tal y como ha señalado este lunes el coordinador general del PP, Elías Bendodo. "Uno se puede defender un tiempo del fuego del contrario, pero del fuego amigo, no sales vivo, te acaba devorando. Y eso es lo que le pasa a Pedro Sánchez, ha entrado en la trinchera, tiene el fuego contrario del que defenderse pero tiene el fuego amigo en contra, su propio Gobierno. De ahí es muy difícil que salga", ha avisado.