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Sánchez condena a los españoles a sufrir el verano más caro de la historia

La inflación no solo se ha comido un 10% de los ahorros y salarios de los ciudadanos, sino que condena a España a sufrir el verano más caro en la historia de la democracia

Pedro Sánchez

Publicado por
Miguel Centeno

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Con la pandemia, muchos españoles sufrieron el covid y otros tantos murieron, en parte, por la pésima gestión sanitaria del Gobierno. Pero una de las partes positivas de aquel encierro forzoso por el Estado de Alarma, que luego resultó ser ilegal según la Justicia, trajo una cosa positiva a los españoles: un ahorro forzoso.

Ahora, con la llegada de la guerra de Ucrania y el auge de precios en todo el mundo, las economías de los principales países están obligadas a responder con medidas certeras que mitiguen el impacto de la inflación. Algunos países lo están haciendo, como Francia, que ha reducido sus propias previsiones de inflación, llegando a un elevado 6,5%, aunque esperaba más de un 8,5%.

Otros, como España, pronostican a la baja y, cuando llegan los resultados oficiales desde el INE, restan importancia, desvían la atención o incluso destituyen a los responsables públicos que están detrás de los datos, como la última dimisión del presidente del INE tras las presiones de Moncloa.

Y es que el último dato de inflación en España deja una subida de precios del 10,2% con respecto al mismo periodo del año pasado. En otras palabras, 10 de cada 100 euros ahorrados durante la pandemia por los españoles, han sido literalmente fulminados, los peores datos desde 1985.

Y no solo por el auge del precio del gas o de los alimentos, ya que la inflación subyacente, aquella que no recoge los precios de la energía ni de la lista de la compra, confirma que todo ha subido en el día a día de los españoles, en concreto un 5,5%, de los peores datos de la historia de la democracia.

El Gobierno, por su parte, ve la solución en las subvenciones, como implementar un bono de 200 euros para familias con pocos recursos o ampliar el descuento de 20 céntimos por litro a la gasolina hasta final de año. Un descuento que ya ha quedado solapado por el auge de precios: esta semana, con el descuento incluido, la mayoría de estaciones de servicio de España venden la gasolina a 2 euros el litro, 30 céntimos más cara que cuando empezó la guerra en Ucrania, incluyendo, insistimos, el descuento del Gobierno.

Según datos de la propia Dirección General de Tráfico, se esperan 4,5 millones de desplazamientos en esta primera operación salida del verano, que va desde viernes 1 de julio hasta el domingo 3 de julio. Desplazamiento que, de media, según datos de la OCU, podría costar a los españoles hasta casi un 40% más. Lo que se traduce en desplazamientos más caros o, por el contrario, distancias más cortas a pueblos o localidades cercanas a las de residencia.

De hecho, el director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán ha alertado a El Español que no descarta “ningún escenario” y que este mismo verano "podríamos ver precios de 3 euros/litro”. “Ahora el problema lo tenemos con la gasolina. Es como la típica manta que si te tapas los pies te deja el pecho al descubierto. Las refinerías han maximizado su producción de diésel porque la demanda supera con mucho a la oferta y su margen de refino al procesar diésel es muy elevado, pero ahora viene el verano en el hemisferio norte y con él un incremento de la demanda de gasolina y no hay suficiente", ha recalcado.

Desde la oposición ya han reiterado que la situación económica es ya de “emergencia”: el vicesecretario de Institucional del Partido Popular, Esteban González Pons, ha afirmado que con datos como la inflación España está condenada al desastre y pide a Sánchez que se "baje de la nube y vuelva a España”. "Nuestro país está en una situación casi de emergencia económica y el Gobierno sigue negando la realidad y aplicando parches, no soluciones ni medidas estructurales que nos ayuden a salir de ésta", ha explicado en Telecinco.

Pero, a pesar de esas perspectivas terribles, los españoles tienen ganas de verano, de disfrutar de los días de vacaciones y de gastar un poco de lo que tienen ahorrado. Aunque cada vez es menos: según datos proporcionados por CaixaBank Research, la tasa de ahorro de las familias españolas va a bajar un 7% en los próximos meses, y más con el paso del verano.

Un dato que corrobora el propio INE, que calcula que los españoles están ya en una fase de endeudamiento, al rozar el 1% de gasto extraordinario en estos últimos meses, lo que quiere decir que, por primera vez en años, de media, gastan más de lo que ingresan mensualmente. Eso sí, la capacidad de ahorro, aunque mermada, se mantiene en algunos españoles.

Por ello, con ese dinero ahorrado, los españoles que puedan permitirse unas vacaciones comprarán mucho menos de lo que podrían haberlo hecho hace un año. O podrán comprar lo mismo, pero más caro. Y dependiendo de lo que se compre hay subidas absolutamente brutales.

Es el caso de los hoteles que han subido sus precios durante la temporada estival un 45,4% con respecto a la temporada pasada. De media, alojarse este verano en España cuesta 90 euros por noche, un 40% más que la temporada pasada, que, sumado al auge de precios de la hostelería, ocio y resto de negocios pertenecientes al sector turístico, han condenado a los españoles a quedarse sin vacaciones y, si deciden hacerlo, tirarán de ahorros en un amplio porcentaje con la vista puesta en septiembre, mes donde los economistas ya pronostican un auténtico hundimiento económico.

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