Un mensaje recorre como la pólvora los whatsapp del PSOE: "Estado de nervios"

La confianza con la que Pedro Sánchez asume cualquier reto ha acabado por romper los nervios a un PSOE que se ve ante un boquete electoral. Por ahora, nadie le ve salida. Ya hay dirigentes que lo confiesan abiertamente.

En ese ambiente, desde la misma cúpula socialista trasladan la desesperación por encontrar la clave que frene la sangría. Hay quienes temen incluso una entrada en tromba de Sánchez en Ferraz para introducir cambios radicales. Porque el líder es tan conocido por su mente fría como por la crueldad para hacer rodar cabezas en función de su personalísima conveniencia.

Sus filas son conscientes de que todo puede pasar en cualquier momento ante un imparable deterioro de imagen. Y ello dispara el estado de pánico interno. En La Moncloa aconsejan a la prensa hacer oídos sordos a "desahogos" y "opiniones personales".

Y es que haberlos, haylos. Más todavía cuando cada jornada trae consigo tales confusiones que ya es difícil separar qué hay de realidad en las especulaciones que atenazan al partido. Resulta irónico que, estando así las cosas, las órdenes que se den sean voluntarismos como "evitar venirse abajo" o "nada de dejarse vencer". Un manual de autoestima que invita más bien a la media sonrisa, ante el luto del partido.

Hay mucha expectación ante los anuncios que pueda hacer Sánchez la próxima semana en el Debate sobre el Estado de la Nación. Sin embargo, son escasos quienes apuestan por algún salto revolucionario para tratar de salir a flote. ¿Conseguirá el presidente del Gobierno remover el tablero con golpes de efecto?

Nadia Calviño ha reunido este miércoles a sus diputados y senadores para "adoctrinarles" sobre el argumentario frente a la crisis.

Pocos lo creen, de momento, aunque el optimismo permanente de Sánchez le lleve a confiar que el paso del tiempo traerá algo que le permita un desenlace favorable a sus intereses. Quimeras. Esa cita política, hablan fuentes monclovitas, va a servirle al menos para marcar territorio y agenda. Sin embargo, en su situación de extrema debilidad, puede ser un auténtico bumerán y dejarlo todavía más fuera de juego.

La Moncloa ha barajado distintas fechas para la celebración del debate y tampoco las ha tenido todas consigo a la hora de fijarlo los días 12, 13 y 14 de este mes. Por más que Sánchez "venda" interesadamente que ha unido su destino con Yolanda Díaz, las conexiones entre PSOE y Podemos son cada día más crudas, como entre los socialistas y ERC.

En este contexto, el jefe del Ejecutivo chapotea en la confusión política y económica, que genera incertidumbre en todos los ámbitos y mantiene alfombrado el camino de España por una situación socialmente explosiva que sólo promete ahondarse en otoño.