Calviño propone gastar más pese a los tambores de otoño negro en Europa
La vicepresidenta ha “presumido” de lo mucho que ha gastado el Gobierno de los fondos europeos y ha evitado hablar de más medidas de cara a la crisis que se prevé para final de año
La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha asistido este miércoles al Congreso de los Diputados para abordar en la reunión interparlamentaria los “logros” obtenidos por el Ejecutivo en estos meses de crisis en los que ha sido un mitin para limpiar la deteriorada imagen del Gobierno por los datos de inflación y de déficit público, ambos de los más altos de Europa.
Precisamente este último punto ha sido con el que Calviño ha iniciado su intervención asegurando que “ya hemos recuperado el déficit previo a la pandemia, con una senda fiscal que nos permitirá reducir el deficit por debajo del 3% en el año 2025”. “Es importante señalar que cuando hay un crecimiento económico tenemos que hace una buena gestión de lo público. Con la pandemia y el gasto extraordinario, el Gobierno ha estado a la altura de las circunstancias apoyando a los colectivos más vulnerables siendo el país que más dinero ha movilizado del plan de ayudas de Europa”, ha recalcado.
La vicepresidenta ha insistido en que España tiene que “absorber la deuda que hemos emitido porque no tenemos que dejar un lastre a las nuevas generaciones, pensando en las clases medias y los trabajadores”, algo que se antoja complicado, teniendo en cuenta que los tipos de interés ya son positivos y que, por tanto, que nos presenten dinero ya no sale gratis.
Aún así, Calviño también ha visto en esto último un aspecto positivo, ya que “la buena gestión de la deuda pública nos ha permitido alargar con los tipos en negativo la duración media de la deuda por encima de 8 años lo que hace que cada año solo refinanciemos el 15%, estabilizando nuestra fiscalidad, bajando la deuda incluso en este año, incluso con tipos de interés mas altos”. Lo que evita Calviño es contextualizar y apuntar que España mantiene un gasto público que endeuda a los españoles como pocos países en Europa.
Eso sí, ante este problema no hay de qué preocuparse según Calviño, ya que aún hay confianza en España y nos pueden dejar seguir endeudándonos, pues la prima de riesgo aún no es alta. De hecho, ha usado este argumento para atizar al Partido Popular. El mismo al que luego recurre para que vote a favor de aumentar el gasto militar.
“Las primas de riesgo han aumentado estas semanas a medida que se ha ido normalizando la política monetaria, pero los niveles son mas bajos que en 2008 y por debajo de cuando gobernaba el partido popular. Como saben muy bien, en todas las sesiones de control, verdaderamente estamos en un escenario de reacción rápida y de confianza de los inversores de la devolución de la economía española”, ha explicado.
Las medidas tomará el Gobierno con la llegada del “otoño negro”
Ante la llegada una temible crisis económica a partir de septiembre en toda Europa, Calviño ha querido echar de nuevo la culpa al covid y restar importancia a las opiniones de los organismo y expertos: “Al igual que con la pandemia, el shock externo, hay que responder con anticipación y con medidas que se vayan adaptando a las circunstancias”, es decir, gastando más.
Y es que la respuesta de Sánchez ante la crisis que se prevé es aumentar el gasto público con el segundo paquete de medidas contra la crisis. “Las medidas del primer paquete nos permitieron rebajar la inflación un 2 o 3%. Así como desplegar una red de protección a las clases más sensibles. España es de las grandes economías que mas recursos ha movilizado. Un 1% del PIB. Medidas eficaces que tienen un impacto enorme, como los 20 céntimos de descuento a la gasolina”, ha explicado.
“El escenario ha cambiado con la guerra de Ucrania. Una vez que Rusia rebaja la producción de gas y petróleo, prevemos una inflación más alta durante más tiempo, por eso hay un segundo paquete de medidas. (…) Estamos reduciendo el IPC en 3 puntos y medio con este segundo paquete de medidas, garantizando un reparto justo del precio de la guerra. Una respuesta ajusta y eficaz”, ha ahondado Calviño.
Por otro lado, la ministra de Economía ha sacado pecho de la medida del tope al gas, asegurando que en los próximos meses Europa elevará sus precios de forma considerable y en España menos gracias a este tope: “La medida del tope al gas ha permitido desacoplar el precio del gas de la evolución del mercado mayorista ibérico. Los datos dicen que la entrada en vigor de esta medida funciona con un impacto que irá siendo más importante a lo largo de los meses”.
Europa se prepara para lo peor
Sin embargo, esa parte positiva que el Gobierno quiere sacar a relucir cada vez que se anuncian nuevas previsiones o se revelan nuevos datos económicos, choca con lo que muchos organismo dicen: lo que queda de año y el 2023 serán tiempos de crisis económica considerable. Hasta el punto de que, el auge de los precios del gas podría llegar a ser solo uno de los problemas energéticos en Europa.
De hecho, las amenazas de Rusia de cortar el suministro total de gas de cara al invierno si no se levantan las sanciones económicas, han obligado a la Comisión Europea a poner en marcha un auténtico plan de emergencia energética de cara a finales de julio. En ese plan, destaca tener un proyecto de contingencia, con nuevas fuentes de energía o incluso mediante la movilización de gas por barco desde Estados Unidos.
Algo que podría aumentar considerablemente los precios. Pero la Unión Europea está dispuesta a hacer “lo que sea necesario” para evitar que el ataque de Putin con el gas paralice la productividad e incluso el día a día de los europeos de cara al invierno. "Nos tenemos que preparar para más disrupciones en el suministro de gas, incluyendo un corte completo por parte de Rusia. Hoy, 12 Estados miembros se ven afectados parcial o totalmente por reducciones en el suministro de gas. Es obvio que Putin sigue usando la energía como arma", ha recalcado la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen.
"Tenemos que asegurar que, en el caso de una disrupción total, el gas fluya hacia donde es más necesario. Tenemos que tener solidaridad europea y proteger el mercado único y las cadenas de valor de la industria", ha explicado a los periodistas en una rueda de prensa con cierto toque catastrofista en la que se despedía diciendo "como siempre, esperemos lo mejor pero preparémonos para lo peor. Nos queda un trabajo duro por delante”.
Y es que esa incertidumbre en el plano internacional hacen que también la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), esté alerta y, de cara al invierno, su presidenta Cristina Herrero, ha mostrado su preocupación por lo qué pasará con el suministro de gas, tras el corte por parte de Rusia, ya que podría darse una situación de "emergencia energética", que afectaría particularmente a otros países de la UE que son "principales socios" para España por lo que acabaría afectando también a nivel nacional.
De hecho, Herrero ha recordado que las previsiones del Banco Central Europeo (BCE) en su escenario central no contemplan la recesión, pero en un escenario más adverso en el que se advierte de que, en caso de embargo total en el suministro gas ruso a Europa, el PIB descendería un 1,7% en 2023.
Un punto de inflexión en el crecimiento de la economía europea que podría suponer el principio de un episodio de recesión que todos los organismos quieren evitar pero que parece que es un final más que posible. Y ante todo ello, el Gobierno mantiene una política económica donde prima el gasto público excesivo.