Sánchez provoca un aumento de los precios de la gasolina con su subvención
Las gasolineras subieron sus precios entre 0,7 y 3,52 céntimos tras la bonificación del Gobierno, debido a un deficiente diseño de la medida.
"Las medidas ya adoptadas nos han permitido reducir la inflación entre 2 o 3 puntos". Así de contundente se mostraba este miércoles Nadia Calviño en el Congreso de los Diputados, cuando se reunía con los parlamentarios socialistas para hablar de economía de cara al Debate del Estado de la Nación que se celebra la próxima semana. Sin embargo, el descuento de 20 céntimos por litro a las gasolina ha salido muy caro a los españoles.
De hecho, los niveles de precios de los carburantes en España se han consolidado por encima de la media de los países de la Unión Europea y de la eurozona desde la entrada en vigor de la medida, cuando antes de ella se situaban tradicionalmente por debajo del promedio.
Todo, porque las estaciones de servicio han respondido a la bonificación aprobada por el Gobierno con una subida media de precios que oscila entre los 0,7 céntimos por litro en el caso de la gasolina y de 3,52 céntimos para el diésel, según un estudio elaborado por Esade.
"En ambos productos son las gasolineras con precios más bajos las que han reaccionado con mucha mayor fuerza al cambio de política, incrementando sus precios. Esto ha supuesto una compresión de la distribución de los precios. Específicamente, en el caso del gasóleo, las gasolineras más baratas llegaron a aumentar su precio entre cinco y ocho céntimos por litro", revela el informe.
Además, las gasolineras independientes, aquellas sin contrato de exclusividad de suministro con un operador al por mayor de productos petrolíferos, son las que han capturado una mayor parte de la bonificación, mientras que las distribuidoras minoristas, que forman parte de la red de las grandes compañías, lo han hecho en menor medida.
"Un fallo de diseño" en la medida
La causa principal que manejan los autores del estudio es que esta situación se debe a "un fallo de diseño" de la medida del Ejecutivo con respecto a las estaciones de servicio independientes. "El sistema de anticipos implementado por el Gobierno para dotar de liquidez al sector se ha revelado insuficiente en el caso de las gasolineras independientes con menores precios, lo que ha podido llevar a que aumenten sus precios para poder garantizar dicha liquidez", apunta el análisis.
En esa línea, los autores consideran que las grandes compañías "pueden permitirse llevar a cabo esta estrategia de no subir precios, o incluso bajarlos ligeramente en el caso de la gasolina 95" dado que cuentan con los márgenes de sus actividades de refino así como con precios previos superiores respecto a las estaciones de servicio independientes.
"Este abaratamiento relativo de las gasolineras operadas por operadores mayoristas respecto al resto del mercado nos parece especialmente preocupante a medio y largo plazo, puesto que entendemos que puede minar la competencia en el sector", advierte el informe.
Las gasolineras adelantan 35.000 euros mensuales
Y es que, uno de los principales puntos de fricción con el sector de las estaciones de servicio estuvo vinculado a los anticipos que debían recibir las gasolineras. De hecho, todavía a finales de junio la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) pedía al Ejecutivo que agilizase los pagos de las cantidades anticipadas para "no poner en peligro la estabilidad financiera de las gasolineras que operan en España".
Aesae expone que, según sus cálculos, las gasolineras están adelantando en torno a 35.000 euros mensuales, "lo que supone una merma importante en su liquidez y, en muchos casos, al no disponer de esta, una búsqueda de financiación externa en entidades financieras", lo cual deriva en un endeudamiento y unos costes financieros por los que no reciben contraprestación.
En este contexto, la propuesta de Esade consiste en "extender y mejorar el diseño del sistema de anticipos a estaciones de servicio independientes" para garantizar que estas no necesiten recurrir a alzas de precios para tener liquidez a corto plazo.
La subida de precios ha absorbido ya la bonificación e, incluyendo la ayuda, los carburantes ya son más caros que en marzo, cuando se implementó la medida
Este estudio ha visto la luz en un momento en el que los carburantes han sobrepasado la barrera de los dos euros por litro, aunque contando con la bonificación, el precio medio del litro de gasolina la semana pasada era 11 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros), antes de que se comenzara a aplicar el descuento, con lo que el encarecimiento registrado por este carburante desde entonces ha absorbido totalmente la ayuda.
Igualmente, en el caso del diésel, al aplicar la rebaja de los 20 céntimos por litro, su importe sería unos seis céntimos superior al precio que marcaba a finales de marzo (1,837 euros por litro).
Así las cosas, las peores previsiones se han cumplido y tal y como vaticinaban los expertos, la bonificación a los carburantes se ha convertido en un fiasco más del Gobierno, pues solo ha conseguido una subida de los precios a costa de vaciar las arcas públicas.
Sin embargo, el Ejecutivo saca pecho y asegura que seguirá implementando más, ya que considera que éstas han sido un éxito, aunque la escalada de precios sigue imparable y el miedo a que las gasolinas lleguen a los 3 euros es algo que los responsables de las estaciones de servicio ya han puesto sobre la mesa.