Sánchez emponzoña los homenajes a Miguel Ángel Blanco con su entrega a Bildu
El reciente pacto presidencial con los abertzales para aprobar la Ley de Memoria Democrática ha embarrado un homenaje que debería aunar a todos los demócratas.
La entrega total de Sánchez a Bildu empaña por completo la conmemoración del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de la banda terrorista ETA. Sus constantes pactos y cesiones a la izquierda abertzale pesan como una losa entre las víctimas que aún recuerdan cómo el presidente del Gobierno reiteraba una y otra vez que jamás acordaría nada la formación.
Sin embargo, no ha sido más que otra de las engañifas del presidente que acogió de buena gana los apoyos abertzales para su investidura y poco a poco ha ido convirtiendo a Bildu en su socio prioritario.
No en vano, los abertzales han ido ganando terreno respaldando los proyectos legislativos del presidente. De hecho, gracias a ellos ha visto la luz la Ley de Memoria Democrática, que ha sido aprobada en el Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados después de el PSOE aceptase las enmiendas de Bildu y que suponen casi una revisión de la historia reciente, pues su ámbito de aplicación no se circunscribe únicamente a lo ocurrido durante la dictadura franquista, sino que va más allá, hasta 1983.
Por ello, cuando se celebran 25 años del vil asesinato del concejal del PP de Ermua, un suceso que conmocionó a España y que fue el inicio del fin de ETA, pues aglutinó a todos en torno a la lucha contra el terror, los ánimos están más encendidos que nunca.
De hecho, José Antonio Ortega Lara y María San Gil, expresidenta del PP vasco, leerán este viernes frente al Congreso de los Diputados un manifiesto en recuerdo de Miguel Ángel Blanco y contra la nueva Ley de Memoria Democrática, denunciando el "uso perverso" del aniversario de la muerte del concejal por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
La convocatoria ha sido lanzada desde NEOS, la plataforma impulsada por el exministro del Interior del PP Jaime Mayor Oreja, que ya explicó que le produce "rabia y tristeza ver cómo en el acto de los 25 años pueda intervenir Sánchez, que es la persona que ha pactado con ETA hace una semana la Memoria Democrática".
Mayor Oreja se refería así al homenaje de Estado que se celebrará este domingo, 10 de julio, en Ermua, donde Felipe VI presidirá un acto que ya llega envuelto en la polémica, una vez que la norma 'salvada' por los pro-etarras impone el relato de éstos y donde se olvida a las propias víctimas del terrorismo, lo que ha provocado que las principales asociaciones de víctimas se ausenten.
Tampoco estarán otros partidos como Vox esgrimiendo por boca de Santiago Abascal que "no acudimos a falsos homenajes a víctimas de ETA junto a los blanqueadores de ETA y junto a los socios gubernamentales de Bildu".
Y es que, Sánchez ha conseguido emponzoñar el trágico aniversario con sus pactos, a lo que hay que añadir la polémica surgida una vez que se conoció que Mari Mar Blanco, hermana del concejal asesinado, había sido vetada en la cita.
El alcalde de Ermua (PSOE), el socialista Juan Carlos Abascal, rectificó este miércoles su decisión inicial al permitir que Blanco tenga una intervención en el homenaje institucional a su hermano. La hermana del edil asesinado por ETA en 1997 le había remitido una carta pidiéndole reconsiderar su decisión, con copia tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como al lehendakari, Iñigo Urkullu.
No obstante, desde el PP han indicado que la Casa Real ha comunicado a la hermana de Miguel Ángel que finalmente sí podrá hablar en recuerdo de su hermano antes que hablen el lehendakari, el presidente del Gobierno y Felipe VI.
El PP se vuelca con su compañero asesinado
Por ello, el PP, que sí estará en el homenaje de Estado, por respeto a su compañero asesinado y al jefe del Estado, pese a Sánchez, se ha volcado organizando una serie de actos. De hecho, será la propia Mari Mar Blanco la que cerrará este sábado en Ermua el acto que el partido hará en recuerdo de su hermano, acompañada por el expresidente José María Aznar y el líder 'popular', Alberto Núñez Feijóo.
De esta forma, los presidentes "ceden ese protagonismo a la misma Mari Mar a la que el alcalde socialista de Ermua, primero, le negó poder pronunciar unas palabras en memoria de su hermano y, después, le pidió ver su discurso con anterioridad", según han señalado fuentes 'populares'.
El PP ha recalcado que "la censura previa no tiene cabida en una sociedad que ya ha clamado demasiadas veces por una libertad que se les negaba sistemáticamente a los ciudadanos en el País Vasco", han añadido las mismas fuentes.
Así las cosas, lo que debería ser un acto de recuerdo y homenaje y que debería aglutinar a todos los demócratas en contra del terror que impuso ETA, se ha visto empañado por culpa de las cesiones de Sánchez, que se ha aferrado a Bildu como si de un clavo ardiendo se tratase, pues tras el plantón ERC se ha convertido en su tabla de salvación.