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Sánchez blinda su lista de incesantes subidas fiscales que ahogan al ciudadano

Pese a la inflación y al haber pasado una pandemia, el Gobierno socialista sigue con su empeño de asfixiar al contribuyente y recaudar más que nunca.

Montero y Sánchez

Publicado por
Miguel Centeno

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El Gobierno de Sánchez sigue a contracorriente con el resto de Europa, y es que mientras los demás países luchan por bajar los impuestos en esta dificil situación, España va por el lado contrario y buena parte del sablazo ha afectado de forma generalizada a las clases medias y bajas del país, esas a las que el Gobierno presume de proteger.

Incrementos como el del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas, de las primas de seguros, del Impuesto de Matriculación y el famoso Hachazo a los planes de pensiones: en 2021 ya redujeron el límite de aportaciones individuales que se podían desgravar los partícipes en el IRPF desde 8.000 a 2.000 euros anuales. En 2022, el límite lo han bajado todavía más: 1.500 euros. Todos ellos han dejado muy tocadas a las clases medias y bajas de la sociedad.

Por último para la población en general, el Catastrazo y la subida del Impuesto a los plásticos no reutilizables, que hace temblar al sector de alimentación y bebidas y que todavía no ha entrado en vigor, dejan una visión muy pesimista sobre el futuro.

Por otro lado, la Comisión Europea da por hecho que el Gobierno seguirá cumpliendo su compromiso y aprobará de aquí al primer trimestre de 2023 la gran reforma fiscal que viene anunciando casi desde el inicio de la legislatura y cuyo objetivo es elevar los ingresos por impuestos en España para aproximarlos a la media de la UE, lo que le exige generar decenas de miles de millones de euros de nueva recaudación.

La UE ha advertido a España de que del cumplimiento de este compromiso depende el pago del siguiente tramo de fondos Next Generation. La reforma debe completarse para finales de año, a la vez que se deben aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

En lo político, las cuentas públicas del año que viene son las que más preocupan a Sánchez. Hay pocos incentivos para que sus socios se las quieran aprobar. En un año electoral, municipales y autonómicas en mayo, generales en diciembre, es más que probable que Unidas Podemos ponga reparos a la negociación y que ERC se quiera apartar del "Gobierno del Estado" para marcar perfil combativo.

Subidas a las rentas más altas

IRPF: La subida del IRPF de dos puntos porcentuales en las rentas del trabajo de más de 300.000 euros deja aEspaña como uno de los países que más impuestos cobra a las rentas altas.

Rentas de capital y ahorro: para las rentas de capital y ahorro superiores a 200.000 euros, la subida ha sido de tres puntos, hasta el 26%.

Patrimonio: el Gobierno aprobó en 2021 un aumento del último tramo del Impuesto de Patrimonio hasta el 3,5%, que es el que está por encima de los 10 millones de euros. Aunque este tributo está cedido a las CCAA, el Ejecutivo quiere armonizarlo.

Subidas a autónomos y empresas

Autónomos: las cuotas que pagan los autónomos a la Seguridad Social se han elevado solo este año aproximadamente entre 5 y 21 euros al mes dependiendo de la base por la que coticen. José Luis Escrivá planea seguir encareciendo la cuota en 2023-2025 hasta 550 euros al mes.

Socimis: el Gobierno ha impuesto un castigo fiscal a las socimis del 15% cuando antes de 2021 tributaban al 0%.

La tasa Google: el impuesto sobre determinados servicios digitales grava con un 3% los ingresos que las multinacionales tecnológicas obtengan.

Tasa Tobin: el impuesto sobre transacciones financieras grava con un 0,2% las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros. Tanto esta tasa, como la de Google, han supuesto un fracaso recaudatorio para Sánchez.

Sociedades: Es una de las subidas "estrella" de 2022. Los Presupuestos Generales del Estado de este año incluyen un tipo mínimo del 15% en sociedades que afectará a empresas con facturación superior a los 20 millones de euros.

Inflación: este año, los beneficios que se está embolsando con la inflación a costa del IRPF, el IVA o las gasolinas podrían rondar los 10.000 millones de euros.