Reverte se indigna con el sistema educativo y escribe su artículo más “salvaje”
El escritor ha destrozado a los políticos responsables de la educación en España en los últimos 40 años y describe un país “mediocrizado” por la ideologización
Arturo Pérez-Reverte se ha convertido en una de las figuras intelectuales más conocidas de nuestro país. Sus artículos, al igual que sus libros, son leídos a diario por decenas de miles de personas y, en uno de esos artículos en internet, ha dejado caer este lunes su máxima indignación.
En esa columna de opinión, publicada en la web de “Zenda”, ha denunciado la incapacidad de los políticos de los últimos años en confeccionar un sistema educativo de calidad. Y lo ha hecho con la máxima indignación posible, plasmando con palabras lo que muchos piensan: España ha sido condenada a la mediocridad por rebajar su nivel educativo.
“He dicho y escrito varias veces, en los treinta años que llevo firmando esta página, que si en España hubiese un juicio de Nuremberg sobre crímenes contra la Educación, o sea, un ajuste de cuentas con los responsables del disparate en que se han convertido nuestros colegios y universidades, faltarían sogas para ahorcar a tantos presidentes de gobierno, ministros y consejeros autonómicos del ramo que serían declarados culpables. Aunque echaran al asunto horas extras, los verdugos no iban a dar abasto. Y no me importaría aguantarles el cubata”, ha espetado el escritor.
“Quisiera oír a un fiscal enumerar sus desmanes y describir el triste paisaje que dejan detrás, el futuro que aún pretenden volver más chato y mediocre, la sucia contumacia con que se empeñan, no en elevar el nivel de los alumnos hasta la excelencia, sino en rebajar el nivel de la excelencia hasta la mediocridad. En ponerlo a la misma altura que tienen sus pobres, venales, corruptas inteligencias”, ha continuado diciendo Reverte.
Y es que para el escritor el gran problema de este sistema es el “que nadie se quede atrás”. Un mantra político que no lleva a otra cosa que a la mediocridad y rebajar el nivel general. “Mientras que hace tres décadas aprobaban siete de cada diez alumnos, hoy ninguna autonomía española baja de nueve (País Vasco 98%, Castilla y León 97%, Aragón 96%…). Cosa lógica si consideramos que la idea repetida de nuestra chusma gobernante era y sigue siendo que nadie se quede atrás. Que todos los chicos, dicen, tengan las mismas oportunidades. ¿Quién puede oponerse a eso? Pero en vez de estimular al alumno que lo merece para que se mida con los mejores, dándole todas las oportunidades, lo que incentivan esos imbéciles es la indiferencia y el mínimo esfuerzo, penalizando a los que de verdad estudian y luchan por conseguir la excelencia; reventando a los mejores y premiando a los vagos y los mediocres”, ha zanjado, enfadado, Reverte.