Sánchez se regala un acto de autobombo sin preguntas críticas ni respuestas
El presidente ha arrancado el curso con un mitin desde Moncloa y ha anunciado que las empleadas del hogar tendrán derecho a paro.
Ni respuestas ni debate. El acto del presidente del Gobierno para apuntarlar eso del 'Gobierno de la gente' ha sido otro intento más de los asesores de Moncloa de promocionar a Pedro Sánchez. Ciudadanos, cuidadosamente elegidos por las mentes pensantes de Ferraz, se han subido al atril para lanzar sus preguntas al jefe del Ejecutivo.
Todos los temas tratados figuran en la agenda gubernamental. Cambio climático, feminismo, pensiones o los derechos laborales de las empleadas del hogar han salido a la palestra de un acto conducido por la periodista Carme Chaparro y que ha servido para dar pie a otro de los habituales discursos presidenciales.
El acto no ha servido para que el presidente y los ciudadanos se interpelen en un debate, sino que los intervinientes han lanzado sus preguntas y sus reflexiones sin contestación posterior por parte de Sánchez. Solo tras el reguero de cuestiones, el presidente ha subido al atril para recordar aquello del "Gobierno de la gente" y la "política útil" y anunciar una medida: "Aprobar la norma que garantiza el subsidio de desempleo para las empleadas del hogar" y acabar así con "una injusticia inaceptable".
De hecho, y siguiendo con su discurso más electoralista con el que intenta reconquistar al votante más de izquierdas, ha insistido en que pretende combatir la percepción de que, en último término poderes que no se presentan a las elecciones son las que marcan las políticas públicas, es decir, que "el poder económico está por encima de las instituciones".
Sánchez: "Si hay un mercado que no funciona lo que hay que hacer es intervenirlo"
Así, ha vuelto a enumerar las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno, como la reducción de las tarifas del transporte o las bonificaciones a las gasolinas, porque por enésima vez ha recordado que hay que estar con los "pies pegados a la realidad" y que el Ejecutivo se dedica a "gobernar para la clase media y trabajadora".
Porque, de nuevo, Sánchez ha apelado a que no se puede dar la misma respuesta a la crisis que en 2008, donde había "personas condenadas a trabajos pobres y jóvenes muy bien formados tuvieron que marcharse". "No podemos reeditar esas políticas,", ha dicho, para apuntar que "vamos a seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales y la subida del SMI".
El presidente también se ha detenido en el cambio climático y en la crisis energética y ha asegurado que su intención es convertir a "España, por primera vez, en una potencia exportadora de energía verde y no tengamos que comprar petróleo ni gas". Además, ha promocionado la llamada "excepción ibérica", con la que asegura que "hemos ahorrado a los ciudadanos 2.000 millones de euros". "Si hay un mercado que no funciona lo que hay que hacer es intervenirlo", ha zanjado.
Así, ha reivindicado el compromiso del Gobierno en su lucha contra el cambio climático, ha reiterado la subida de las pensiones conforme al IPC, pues "la dignidad salarial también contribuye a llenar la hucha de las pensiones"; ha insistido en el carácter feminista del Gobierno; ha sacado pecho de su ley de eutanasia y ha vuelto a repetir el bulo de que España es el país "junto a Birmania",- aunque se refería a Camboya-, que más desaparecidos tiene en fosas comunes.
De esta forma, el inicio del curso político por parte de Sánchez ha sido solo un capítulo más de su campaña de promoción y autobombo, de cara a unas elecciones que se antojan difíciles para el PSOE. Un mítin más, pero en esta ocasión pagado con medios públicos y desde la institucionalidad que proporciona el atril de la Moncloa.