Ayuso da a Sánchez de su propia medicina y homenajea a víctimas de la República
ESdiario accede al plan de Ayuso para localizar las fosas comunes del tren de Negrín, donde la República ordenó a 380 sublevados realizar trabajos forzosos dejando cientos de muertos
Este pasado mes de julio, el Gobierno aprobó con el respaldo de Bildu y los independentistas catalanes la nueva Ley de Memoria Democrática, que viene a modificar otros aspectos de la Ley de Memoria Histórica. Se supone que el fin último de la norma es buscar la paz y convivencia entre españoles “restaurante la memoria” de todos los represaliados por el régimen franquista. Aunque buena parte de la derecha ha denunciado que en el otro bando, en el franquista que ganó una de las contiendas más terribles vivida en nuestro país, también hubo represaliados por la República.
Una norma mediante la cual, después de que se produjera la Conferencia Sectorial de Memoria Democrática, se acordó distribuir desde el Ejecutivo fondos para que fueran las Comunidades Autónomas las encargadas de realizar actividades de memoria democrática en sus zonas. Y a Madrid le tocó, en concreto, 63.747,30 euros.
Y como esa Ley deja abierta la posibilidad de que se restaure el dolor de familiares que no han recuperado aún a sus seres queridos de cunetas, ha sido la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, la que ha propuesto que se haga justicia con una de las fosas comunes de represaliados por la República. Concretamente en un episodio tétrico: el del tren de Negrín.
Según recoge la propuesta de la CAM, a la que ha tenido acceso ESdiario, la idea es “reparar el dolor y sufrimiento de las familias” que no han encontrado aún los cuerpos de sus familiares, detenidos por la República y obligados a construir vías de tren para, después, ser asesinados.
Una propuesta que la propia Comisión y, por ende, el Gobierno central de Sánchez, han visto con buenos ojos ante la precisión y el detalle del plan del ejecutivo regional. De hecho, la Secretaria de Estado de Memoria Democrática ha aceptado sufragar el proyecto en su totalidad, sin que haya trasladado ni un "pero" al proyecto.
Tal y como recoge la Comunidad de Madrid, el llamado “Tren de los 40 días” fue un enlace ferroviario construido por la República durante la Guerra Civil Española con el fin de evitar el aislamiento que sufrió la zona centro peninsular tras el intento de toma de la capital por parte del Ejército franquista durante el otoño y el invierno de 1936-37, situación que produjo el corte de la mayoría de las comunicaciones ferroviarias y carreteras que llegaban o salían de la capital.
Varios son los nombres por los que se conoce actualmente a este ferrocarril. Común y popularmente se le llamó “Tren de los 40 días” por ser este el periodo proyectado para su ejecución. Oficialmente se denominó Ferrocarril Estratégico Torrejón-Tarancón, formando junto con el otro enlace ferroviario de nueva construcción, Villacañas-Santa Cruz de la Zarza, lo que se conoció como la "Vía Negrín".
Fue un ferrocarril de vida efímera, estando en explotación poco más de un año antes se ser desmantelado casi en su totalidad al poco tiempo de terminada la contienda. Este ferrocarril contó con 11 estaciones, 3 puentes, 16 túneles, numerosas obras de fábrica y un trazado de 91,3 kilómetros, de los cuales más de 78 transcurren por la Comunidad de Madrid.
Y la clave está en que, para las obras de este ferrocarril, fueron empleados un importante número de presos políticos y prisioneros de guerra. La Comunidad de Madrid ha identificado dos campos de trabajo, ambos inéditos, ubicados en los términos municipales de Pozuelo del Rey y Ambite de la Comunidad de Madrid. El primero de ellos, denominado “Campo de Trabajo n.º1 de Pozuelo del Rey”, fue creado en febrero de 1938 siendo recluidos en él un contingente de 380 presos gubernativos procedentes de la zona levantina. En este recinto está documentado al menos un caso de asesinato y varias desapariciones.
En total, la CAM tiene presupuestada una inversión de 63.747,30 euros, justo lo que recibirá del Gobierno central, para los trabajos de búsqueda de cadáveres, así como reparación de las víctimas y su dignificación. Además, el plan recoge la señalización de los puntos de este trazado ferroviario que por su significancia dentro del contexto de Memoria Democrática fuesen más importantes, como son los lugares de enterramiento, los recintos de internamiento y todos aquellos lugares donde se utilizó mano de obra forzada (túneles, trincheras, canteras, etc.). Toda una oportunidad para que Ayuso muestre a Sánchez que todos los que sufrieron la Guerra Civil e incluso los que padecieron la Segunda República, merecen ser recordados.